El primer resultado que arroja Google al término judíos de Coro es «Expulsión de Judíos de Coro» es una entrada a la Wikipedia dedicada al episodio que se produjo en Coro.
EDGARD JOSÉ / El concepto de la palabra “expulsión” supone un acto jurídico atribuible a un Estado de exigir a un extranjero que abandone su territorio, para adoptar esta medida se tiene que comprobar que su presencia es contraria al interés de ese Estado.
Es difícil comprender que en Coro ocurrió una expulsión de judíos si esta medida no fue ordenada por la máxima autoridad de la nación, ni por supuesto fue una sanción aplicada por las autoridades locales.
Por lo general las expulsiones de judíos se ejecutaron por regímenes, reinos e imperios que prohibieron la práctica del judaísmo, imponían la conversión forzosa o expulsión, tal es el caso del Rey Felipe Augusto de Francia que ordenó la confiscación de bienes y la expulsión de la población hebrea de su reino en 1182.
Propaganda dañina
Con el tiempo la historia de Coro sigue generando controversia, y las informaciones manipuladas y falseadas son utilizadas como un argumento para desacreditar la Ciudad ante el imaginario social.
Tuve la oportunidad de realizar un análisis de la historiografía acerca de la comunidad judía de Coro y tiene en común que la divulgación pseudo periodística, generalmente se fabrica y se difunde a través de medios digitales y corporaciones con fuertes lazos y conexiones en Caracas.
Lejos de las críticas por sus trabajos realizados, es notorio que el resultado de toda esa propaganda dañina pretende convertir a Coro como una leyenda negra o sinónimo antijudío para disuadir a la opinión pública y opacar la admirable y entrañable historia de la región pionera que originalmente fue testigo de la fundación de Venezuela.
La desinformación ha sido un arma táctica para desprestigiar e intensificar controversias con fines políticos.
Es importante destacar que la comunidad judía bien organizada que se asentó en Coro, para el 1830 ya había adquirido su propio campo santo hebreo, según la historiografía el incidente ocurrió en febrero de 1855, para esa fecha la población sefardita ya había echado fuertes raíces en tierras corianas y les había nacido hijas e hijos en Coro que gozaban del mismo derecho que el resto de las familias nativas.
Integración histórica de los judíos en Coro
Por más que se ha sido utilizada toda una ráfaga de propaganda de mentiras y manipulación para desacreditar a Coro, se han mantenido vivo los vínculos con la comunidad sefardita, aún se conserva en Coro desde el año 1830 el cementerio judío, sinagoga judía, en el año 2013 se descubrió en esta ciudad, la primera Mikve Judía del continente, certificada como única en su estilo. A modo de ejemplo, nuestro Himno regional cuya letra original corresponde al poeta de origen judío Elías David Curiel, todavía se interpreta en las instrucciones educativas y también suena en los medios de comunicación, además que, se pueden encontrar centros educativos con nombres de los descendientes de diferentes inmigraciones judías que radicaron en la ciudad de Coro, tales como: La escuela técnica comercial Pedro Curiel Ramírez, liceo Cecilio Acosta, Pre escolar Dilia Curiel Penso, en cuanto a espacios urbanos podemos mencionar la calle Polita De Lima, fue una poeta y periodista de origen sefardí.
El elemento que más demuestra la importancia social que obtuvo la comunidad judía en Coro, es el título universal que le fue otorgado al territorio por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, título que recibe por la conservación de edificaciones únicas en el mundo, fusión lograda con técnicas autóctonas y el arte mudéjar español y holandés, estas obras arquitectónicas de tipo colonial en Coro son el único ejemplo que subsiste y en su mayoría fueron construidas por la ingeniería sefardita, congregación pionera de Sudamérica y por su puesto la primera de Venezuela.
La presencia de la comunidad judía se arraigó tanto en el territorio de Coro, y todo lo que comprende sus costas y serranía, que en la actualidad no es nada extraño encontrar entre las familias los apellidos que más predominan en las lápidas del Cementerio hebreo.
Los judíos absolvieron a Coro de toda responsabilidad.
Se dice que, en febrero de 1855, por causa de los momentos de agresiones sufridas en la localidad, los jefes de familias sefarditas decidieron viajar a Curazao por sus propios medios y así poder plantear la problemática ante las autoridades holandesas (en ninguno de los casos se trató de una orden de expulsión que los obligó a abandonar tierras corianas).
Es oportuno mencionar que las familias que acudieron ante instancias holandesas, lo único que buscaban era una solución pacífica, restitución y resolución del problema, en su misiva que hicieron circular expresaron lo siguiente: “El pueblo de Coro no tuvo ninguna responsabilidad en estos actos y más bien merece aprecio por su honestidad, laboriosidad y por las generosas demostraciones que tuvo con los firmantes en las horas de su infortunio.
La responsabilidad por los disturbios recae sobre las autoridades civiles y militares de Coro, el gobernador y el jefe de armas (Juan Crisóstomo Falcón).
Estos planearon los disturbios, distribuyeron los pasquines y libelos que excitaron las emociones del pueblo, encabezados por una turba de empleados militares y otros agentes que ejecutaron el crimen, disfrazándose bajo la pretensión que el pueblo cargara con la responsabilidad de los desórdenes.” afirmaron las familias sefardíes ante instancias holandesas.
Por más que las familias afectadas manifestaron que el pueblo de Coro no tuvo ninguna responsabilidad en los actos, la propaganda tóxica contra Coro ha deformado la imagen de la ciudad como si fuera un pueblo irracional, descabellado, insensato, antisemita y salvaje, un poblado de gente inculta capaces de causar la ruina económica y asolamiento a sus habitantes y en especial a los judíos y extranjeros. Nada más lejos de la realidad.
Tal es el caso de Isidoro Aizemberg quien en su libro “La comunidad judía de Coro”, se valió de su investidura para esbozar que en “Coro tuvo lugar el primer Pogrom de América Latina” además de exponer en su contenido, comentarios e ilustraciones potencialmente sensible al lector y en especial a los dolientes de aquellas familias afectadas que en aquel momento buscaron la resolución del problema y las garantías para continuar la vida en su añorada tierra que les brindó la oportunidad de emprender sus proyectos cuando más necesitaban una tierra firme.
Es absolutamente falso que en Coro ocurrió un Pogrom.
El concepto de “Pogrom” utilizado en el caso de Coro, está lejos de la realidad, tal exageración y definición desentonada intensifica el odio y el desprecio contra la ciudad, es digno señalar que no existen pruebas irrefutables de producirse agresiones físicas ni víctimas fatales, devastación o linchamientos multitudinarios, tampoco fue una matanza o catástrofe nacional, solo fue un problema a nivel local pasajero que, aunque fue aprovechado con fines políticos, rápidamente fue superado y los sefardíes continuaron sus actividades comerciales en tierras corianas.
El caso de Coro, no fue el primer momento crítico que vivieron los judíos en América, y menos fue el primero ni el único en Venezuela.
La primera expulsión realmente masiva en América se dictó en Brasil el 26 de abril de 1654, bajo el dominio portugués. Sin ir más lejos, el difunto mandatario nacional Hugo Chávez, el 6 de enero 2009, expulsó al embajador de Israel en Venezuela y el 2 de junio 2010 maldijo al Estado de Israel y lo calificó de “terrorista y asesino” entre aplausos en un acto oficial transmitido por la televisión venezolana, poco después, se le diagnosticó cáncer en sus entrañas, lo que lo llevó a su muerte en 2013, “Desde el fondo de mi corazón, desde el fondo de mis entrañas le digo al Estado de Israel –maldito seas-”, dijo Hugo Chávez en uno de sus discursos.
En octubre de 2018, un grupo de venezolanos llegó a Jerusalén para “disculparse con los judíos y pedirles que levantaran la maldición que cayó sobre el país después de que Hugo Chávez maldijera a Israel.
El comportamiento problemático de las autoridades nacionales, ha sido lo que ha desatado el caos, la pobreza y la crisis económica en uno de los países petroleros más ricos de los últimos años, según reseña el Banco Mundial: “la migración venezolana es la mayor movilización humana de la historia reciente de la región. Los migrantes huyen de la crisis humanitaria y económica que ha deteriorado la seguridad ciudadana y los estándares de vida en el país”.
Historia | Expulsiones de los judíos.
Fueron expulsados de Antigua Roma (49-50 D.C) Reino visigodo (616 D.C), Al-Ándalus (1146), Reino de Francia (1182), Reino de Inglaterra (1290), Reino de Francia (1306, 1321/ 1322 y 1394), Archiducado de Austria (1421), Parma (1488), Ducado de Milán (1490), Corona de Castilla y Corona de Aragón (1492), Lituania (1494), Reino de Portugal (1495), Reino de Navarra (1496), Provenza (1500), Margraviato de Brandeburgo (1510), Túnez (1535), Reino de Nápoles (1541), Génova (1550 y 1567), Baviera (1554), Estados Pontificios (1569 y 1593), Brasil (1654) Orán (1669), Viena y Baja de Austria (1670).
Coro declarada culpable por las líneas editoriales, pero inocente ante los mismos afectados que la absolvieron de toda injusticia.
La fiel defensa de honestidad y laboriosidad de Coro quedó escrita por las familias que vivieron en carne propia la historia, estas denunciaron quienes fueron los posibles responsables, cabe destacar que entre los nombres señalados como cómplice y autor se encuentra el jefe de armas de aquel entonces Juan Crisóstomo Falcón.
Me llama la atención, que en el año 1874 diecinueve años después, la administración de Caracas por parte de Antonio Guzmán Blanco, presidente de la república decreta cambiar el nombre original e histórico de Coro, y pasa a llamarse estado Falcón, para rendir honor a Juan Crisóstomo Falcón a pesar de que este fue señalado responsable de los disturbios contra la comunidad judía, y por si fuera poco se erigió la plaza Falcón con su estatua pedestre en la misma zona donde vivían las familias judías, a escasos metros se encuentra la Casa Senior que antes funcionaba como Casa comercial, residencia de la familia y
Sinagoga judía (Centro de oración hebreo).
La construcción de la plaza también fue ordenada por Guzmán Blanco, compañero de armas del General Falcón, la estatua contiene una placa con la siguiente dedicatoria:
“Su fiel amigo el General Guzmán Blanco le dedica esta estatua que la justicia nacional levanta y Coro le consagra teniendo por base la filantropía magnanimidad del valor que le inspiró siempre la causa liberal”.
Una historia para reflexionar y analizar.
“El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”.
Pensemos ahora en un ejemplo ilustrativo para el caso, si realmente Coro hubiera ordenado expulsar a los sefardíes del territorio, estas familias no habrían tenido la oportunidad de retornar a la ciudad, como sucedió poco después, volvieron una vez más para reinsertarse a la vida de Coro, se casan y tienen hijos con la población y poco a poco adquieren las maneras y usos de los nativos, muchos de ellos yacen en el Cementerio judío de Coro.
Si esta región no fuese un territorio ideal para convivir en familia y emprender actividades económicas y financieras, entonces ¿Qué motivó a las distintas inmigraciones judías a cruzar el mar y radicarse en la ciudad? ¿Por qué escogieron a Coro antes que en cualquier otro territorio de Venezuela?
En distintos momentos de las edades Antigua, Media y Moderna y en diferentes reinos la intimidación y la agresión contra los judíos ha sido el arma utilizada para lograr mermar sus actividades y reprimir su judaísmo, desafortunadamente nuestra región también fue utilizada por un grupo de malhechores desmedidos que sagazmente acometieron las agresiones antijudías bajo la pretensión que el pueblo cargara con la responsabilidad de los desórdenes.
Es relevante destacar que la zona de Coro donde se encontraba el principal asentamiento de la población judía, en la actualidad las casas funcionan como museos, establecimientos comerciales, otras fueron vendidas al estado y pasaron a formar parte de instalaciones institucionales, educativas y gubernamentales.
En Coro la historia se vive en la misma ciudad, un museo patrimonial que brinda todas las posibilidades para acceder a la original historia de Venezuela.
Edgard José.
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