El ministro israelí Gadi Eisenkot, observador en el gabinete de guerra, arremetió contra los asistentes a una conferencia para impulsar la reconstrucción de asentamientos israelíes en la Franja de Gaza después de la guerra con Hamás, informó The Times of Israel.
Entre los asistentes al evento celebrado el domingo por la noche se encontraban miembros de la comunidad religiosa sionista, así como 11 ministros del gabinete y 15 diputados de la coalición gobernante.
Varios diputados, incluido el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir de Otzmá Yehudit, y el ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, del Likud, hablaron de “fomentar la emigración voluntaria” de los palestinos, y el reasentamiento en la Franja de Gaza.
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Eisenkot, exjefe del Estado Mayor de las FDI, y miembro del partido Hamajané Hamamlajtí escribió en X: “Quienes participaron en la conferencia, y en particular los funcionarios electos, no han aprendido nada de los acontecimientos del año pasado sobre la importancia de acciones con un amplio consenso nacional y solidaridad en la sociedad israelí”.
“Mientras los soldados luchan hombro con hombro en una guerra justificada, y mientras nosotros elegimos buscar lo que nos une, dejando de lado importantes desacuerdos para alcanzar metas comunes, el regreso de los rehenes y la destrucción de Hamás, ellos encuentran tiempo para un evento que aumenta la desconfianza en el gobierno y sus funcionarios electos y, sobre todo, agudiza las divisiones a diferencia de lo que nos une”, afirmó Eisenkot, cuyo hijo y sobrino cayeron en combate en Gaza.
La ministra de Misiones Nacionales y Asentamientos, Orit Struck, del partido Hatzionut Hadatit, dijo en respuesta: “El ministro Eisenkot puede tener sus opiniones, y nosotros también”.
“Los objetivos de la guerra, que fueron definidos por un consenso muy amplio, no han cambiado”, escribió Struck. “Más allá de acuerdos amplios, se permite que los representantes públicos tengan opiniones diferentes”.
Aunque el primer ministro Benjamín Netanyahu aclaró que Israel no busca construir asentamientos en la Franja de Gaza ni alentar la “emigración voluntaria” de palestinos, no condenó la presencia de altos funcionarios del gobierno en el evento.
El ministro Benny Gantz dijo: “Quien baila y divide, no decide, y quien calla y arrastra, no es un líder”.
“Es responsabilidad de todos nosotros, ahora es el momento de apoyar a los soldados de las FDI, el Shin Bet, el Mossad y la policía, independientemente de cuáles sean sus opiniones ni de dónde vienen”.
A lo que el Likud respondió: “En Israel hay libertad de expresión para la derecha también, aunque a alguien no le guste”.
El ministro Hili Tropper, también del partido Hamajané Hamamlajtí, calificó la participación de ministros y diputados de la coalición como “comportamiento imprudente” y dijo a la Radio del Ejército que los mensajes que salen de la reunión son “irresponsables y dañan el esfuerzo bélico”.
Por su parte, el ministro de Educación, Yoav Kisch, alegó que la conferencia es “súper legítima” pero que no es el momento para tal evento.
“No está bien entrar en este discurso ahora. Este no es el momento. Debemos centrar el discurso en la unidad de nuestras tropas”, aseveró.
El ministro de Bienestar Social, Ya’akov Margi, de Shas, dijo a la emisora de radio ultraortodoxa Kol Berama que la gente necesita mostrar más moderación durante “un momento muy sensible”.
“En este momento, nuestros mejores hijos están en las profundidades de la Franja de Gaza y están sufriendo. Los funcionarios electos deben comprender la magnitud del momento, entender la magnitud de sus funciones y el significado de los títulos que ostentan”.
El líder de la oposición, Yair Lapid, dijo que el gobierno “alcanzó una nueva baja” y calificó la presencia de políticos del Likud en el evento como “una vergüenza para Netanyahu y para un partido que alguna vez estuvo en el centro del campo nacional y ahora es impotente ante los extremistas”.
Advirtió que la conferencia podría dañar aún más la posición de Israel a nivel internacional, así como poner en peligro las posibilidades de los rehenes retenidos por Hamás en Gaza.
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