Los padres de Hersh Goldberg-Polin hablan de Pésaj con su hijo en cautiverio

Rachel Goldberg y Jon Polin, padres de Hersh Goldberg-Polin, secuestrado por terroristas de Hamás el 7 de octubre, hablan de Pésaj y de su incesante lucha por la liberación de su hijo.

En una entrevista con The Times of Israel con motivo de Pésaj, Rachel expresa: “No quiero ser parte de esto. Hay algo perverso en incluso al cumplir con la formalidad de celebrar una festividad de libertad del cautiverio cuando nuestro único hijo no es libre y se encuentra en la peor forma de cautiverio que podemos imaginar. Se siente completamente inapropiado”.

Hersh Goldberg-Polin, de 24 años, celebraba con sus amigos en el festival de música Nova cuando los terroristas de Hamás atacaron. Él y sus amigos intentaron escapar y finalmente se apiñaron en un refugio al aire libre con más de 20 personas más.

Aner Shapira, su mejor amigo, atrapó y arrojó de regreso las granadas lanzadas por los terroristas hasta que la octava granada explotó y lo mató.

A Hersh le volaron el brazo izquierdo desde el codo hacia abajo, y con un torniquete ensangrentado enrollado apresuradamente alrededor de su herida, él y otros dos fueron empujados a una camioneta de Hamás y llevados a Gaza.

Desde esa mañana, cuando Hersh envió dos mensajes de texto a su madre, “Te amo” y “Lo siento”, sus padres han pasado cada instante luchando por la liberación de su hijo y del resto de los secuestrados.

Rachel dijo que el Seder de este año tiene más de cuatro preguntas.

“Creo con seguridad que la quinta pregunta que todo el mundo debe hacerse en todas partes es: ‘¿Por qué no estamos todos aquí?'”, agregó.

Hamás publicó este miércoles un video de Hersh en el que lee un texto de manera forzada aparentemente y reclama al gobierno de Benjamín Netanyahu por fracasar en defender a los israelíes el 7 de octubre y por no concretar un acuerdo para su liberación.

Sin un brazo, Hersh saluda a su familia y les pide que sigan haciendo todo lo posible por la liberación de todos los secuestrados.

“El grito de Hersh es el grito colectivo de todos los rehenes”, escribieron sus familiares en un comunicado.

“Su tiempo se está acabando rápidamente. Cada día que pasa, el miedo a perder más vidas inocentes se hace más fuerte. No podemos permitirnos perder más tiempo; los rehenes deben ser la máxima prioridad”, imploraron.

Rachel Goldberg fue incluida recientemente en la lista anual de TIME de las 100 personas más influyentes del mundo.

Los padres se reunieron con miembros de la administración Biden y funcionarios electos. También fueron entrevistados por los principales medios de Estados Unidos.

“El Congreso ha sido increíblemente generoso, abierto y servicial con nosotros”, dijo Rachel. “Jon dice: ‘En una escala del 1 al 10, les damos un 16’. Pero aun así, al final del día, desafortunadamente, es una situación binaria. Y si Hersh no está en casa, hemos fracasado. Cuando digo nosotros, incluyo a todas las personas involucradas, incluidos nosotros mismos”.

Jon vió la propuesta más reciente para un acuerdo como la oportunidad de Hamás de aceptar un cese al fuego y poner fin al sufrimiento de los habitantes de Gaza.

“Esperábamos que dieran un paso adelante, y todavía esperamos. Creemos que es una oportunidad real”, dijo.

“Nuestra presión hacia Estados Unidos fue: no ceder completamente ante las voces muy fuertes de la izquierda liberal. No separar el concepto de un cese al fuego de la liberación de los rehenes”.

Poco después de regresar a su hogar en Jerusalén, Irán lanzó unos 300 cohetes y misiles a Israel, un momento que puede haber cambiado todo, dijo Jon.

Rachel señaló que mientras corría al refugio antiaéreo ese sábado por la noche, no estaba asustada.

“Creo que cuando has estado en un terror total durante tanto tiempo, eso no da miedo”, expresó.

Rachel dijo que escuchó los estruendos de los misiles interceptados por la Cúpula de Hierro, “pero no hubo ni un susurro de miedo. Creo que estoy más allá del temor. He estado cayendo por un precipicio durante tanto tiempo”.

“Tenemos un momento, después de sentir que estábamos solos en el mundo con solo la ayuda de Estados Unidos, pero en gran medida solos, el sábado por la noche recibimos ayuda de defensa de muchos países”, continuó Jon.

Propuso que Israel aproveche esta oportunidad para decir que no responderá si los rehenes son liberados en los próximos días.

Desde el ataque de Irán, Rachel y Jon, junto con su equipo de amigos, familiares y voluntarios, contactaron a senadores y funcionarios de la administración Biden para construir una coalición y silenciar las tensiones que han envuelto a gran parte de la región.

Han estado haciendo lo mismo en la Knéset todo el tiempo, dijo Rachel.

Sin embargo, aunque ellos y sus tres hijos han vivido en Israel durante los últimos 15 años, a veces les ha resultado más difícil conectarse con políticos y líderes israelíes que con la administración estadounidense.

Rachel cree que se debe a que hay 133 familias de rehenes en Israel. “Las puertas están más abiertas en Estados Unidos porque entra menos gente”, dijo.

Cuando van a la Knéset, traen consigo una foto de Hersh y hablan de cuando era niño, de las escuelas a las que asistió, de sus pasiones y sueños.

“Tratamos de describir el planeta en el que vivimos ahora”, dijo Rachel. “Y no les pedimos nada más que mirarnos a los ojos y compartir nuestra historia, tratar de entender quiénes somos y quién es Hersh“.

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