Antisemitismo por todos lados. En todos lados. Demostrando su fortaleza y su vigor indestructibles.
Ya se dijo y se dice mil veces: el antisemitismo es una pasión. Sí, pero en la Edad Media, en el Horror Nazi. Pero, ¿también en el seno de estas naciones del siglo XXI que se vanaglorian de ser el baluarte del progreso? ¿En esta universidades norteamericanas que se supone estimulan el pensamiento crítico?
Pues parece que algo profundamente ha cambiado.
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Y mientras, este antisemitismo moderno es como el coronavirus: se propaga a través de un virus más letal que el del coronavirus: el de la estultofilia y el de la agitación que confunde gritar y hacer aspavientos con tener razón.
El antisemitismo es hoy social y políticamente correcto
Es aprobado y repetido por los profesores y academias del mundo desde hace décadas, desde hace mucho. Esto que ahora sucede tiene prolegómenos que se venían arrastrando hace mucho.
En un mundo que glorifica la figura social y subjetiva de la víctima, no se duda en colocar al palestino en una ecuación simbólica de sucesivas víctimas que van desde la mujer, los excolonizados, los negros, los pobres y ahora se corona con la figura del palestino.
Este palestino, se grita, que es perseguido, violentado, empobrecido por el sionismo judío.
Y no solo eso: se afirma que Israel tiene una política genocida, de exterminio del palestino, que es sistemática y perversamente ejecutada. Y, por supuesto, los judíos del mundo son cómplices de este genocidio feroz y asesino. Pero, ¿dónde están las pruebas de ese genocidio? Nadie las pide ni nadie las requiere. Este es un mundo donde no se requieren pruebas para ser culpable.
Así pues volvemos a la vertiente paranoica de los judíos “conspirando” contra el mundo
Para profanar hostias sagradas en el medioevo, para querer adueñarse del mundo, en épocas del “Protocolo de los sabios de Sión” y del Der Stürmer nazi y ahora para “ejecutar” a un pueblo inocente y a merced de la maldad hebrea.
Se podría sin embargo preguntar ¿dónde estaban estos estudiantes el pasado 7 de Octubre? O más atrás aún, ¿dónde y cómo protestaron ante medidas que se tomaron durante la pandemia del coronavirus que hoy se consideran excesivas y sin sentido?
Estos estudiantes creen que son el sujeto emancipador del siglo XXI, como tantos movimientos sociales lo creen, pero en realidad son el objeto y el instrumento del disciplinamiento societario del momento. Del antisemitismo.
El mundo ha decidido que los judíos deben funcionar otra vez como chivos expiatorios y depositarios de las contradicciones, escenas, temas y paranoias varias de la sociedad actual.
Nada ha cambiado, se podría decir. Y sin embargo, es imposible no sentir que las cosas están cada vez peor.
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