El líder de la oposición, Yair Lapid, se dirigió a una ceremonia por Yom Hashoá en el Kibutz Yad Mordejai ubicado en la frontera con Gaza, informó Arutz Sheva.
“El 7 de octubre fue el día más terrible que vivió el pueblo judío desde el Holocausto. Estaba sentado en el sótano de mi casa, afuera explotaban cohetes y hablaba por teléfono con gente que gritaba: ‘¿Dónde está el ejército? ¿Por qué no vino?’. Pensé en mi padre en otro sótano, el sótano del gueto, un niño judío de 14 años que sabía que no había nadie a quien gritarle que no había ningún ejército que acudiera a salvarlo”, dijo Lapid.
“Sin embargo, precisamente allí, precisamente en el gueto, la esperanza no murió: nació. En este Día Conmemorativo del Holocausto, en este lugar, vine a recordarles no la desesperación y el horror, sino lo que ocurrió solo tres años después del Holocausto. Tres años después del gueto, después de los campos de exterminio, sólo tres años después, un barco se acercó al puerto de Haifa, una orquesta de sobrevivientes tocó a bordo ‘Hatikvá’, se izó una bandera improvisada en el mástil y un joven de 17 años llamado Tommy Lampel, más tarde Yosef Lapid, lloró de alegría, desembarcó y se alistó en el ejército, el ejército judío”, agregó.
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El difunto exministro de Justicia, Yosef Tommy Lapid, padre de Yair Lapid. sobrevivió al Holocausto y emigró a Israel con su madre en diciembre de 1948.
“¿Dónde estaremos dentro de tres años? Dondequiera que decidamos estar”, continuó Lapid.
“Si el Estado de Israel se hunde en el odio y el temor, nuestros enemigos habrán ganado. Si nos decimos unos a otros: ‘Debemos hablar su idioma, porque es el único idioma que entienden’, se convertirá en nuestro idioma. Esto es lo que quieren. Esto es lo que no debemos darles”.
“El Holocausto no solo nos enseñó que los judíos deben tener un Estado y un ejército. El Holocausto también nos enseñó que este Estado debe ser bueno. No se combate el odio con odio. No seremos como ellos. No les daremos el gusto. Desde el Holocausto, hemos estado diciendo dos cosas al mundo: Israel es la única democracia en el Medio Oriente; Israel es el país más fuerte del Medio Oriente. Estas dos cosas se unen. Somos fuertes porque somos una democracia. No ganamos a pesar de nuestros valores, sino gracias a ellos”, enfatizó.
“Hoy, en este lugar, los sobrevivientes que lo fundaron, nos enseñaron: siempre puedes empezar de nuevo, siempre puedes construir mejor. Tenemos el derecho y el deber de elegir una vida de amor y esperanza, de elegir valores de democracia, progreso y libertad. Nuestra vida no es lo que nos pasó, nuestra vida es lo que hacemos con ella. Nuestra vida no se quedó en el gueto, vinimos aquí y renacimos. Nuestra vida no es la terrible masacre del 7 de octubre, sino lo que construimos y creamos en respuesta a esta masacre”.
“El pueblo judío salió del Holocausto y optó por establecer el Estado de Israel. El pueblo judío debe salir del 7 de octubre con una decisión firme de establecer aquí una sociedad nueva, más fuerte y mejor que sea digna de la memoria de nuestros padres y aún más: que sea digna de la vida de nuestros hijos”, concluyó Lapid.
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