Altos funcionarios israelíes han expresado su “profunda frustración” con el gobierno de Joe Biden por su decisión de suspender un envío de armas a Israel, advirtiendo que la medida podría poner en peligro las negociaciones sobre rehenes, reportó Axios.
La medida fue una forma de que Estados Unidos señalara su preocupación por los planes de Israel para una posible invasión terrestre de Rafah, dijeron funcionarios estadounidenses.
“Vamos a seguir haciendo lo que sea necesario para garantizar que Israel tenga los medios para defenderse. Pero dicho esto, actualmente estamos revisando algunos envíos de asistencia de seguridad a corto plazo en el contexto de los acontecimientos que se desarrollan en Rafah“, dijo el secretario de Defensa, Lloyd Austin testificó en una audiencia en el Senado este miércoles.
La pausa ha aumentado las tensiones entre la administración Biden y el gobierno de Netanyahu, que han ido creciendo constantemente en los últimos meses en medio de las consecuencias nacionales y globales de la guerra en Gaza.
Más de un millón de palestinos desplazados se han refugiado en Rafah, una ciudad en el sur de la Franja de Gaza que Israel ha llamado el último bastión militar de Hamás.
El gobierno de Biden se opone a cualquier operación terrestre importante que Israel lleve a cabo en Rafah que no incluya un plan creíble para proteger a los civiles.
El lunes, Israel capturó el lado palestino del cruce de Rafah en las afueras del este de la ciudad.
La Casa Blanca considera que la operación Rafah es “limitada” hasta ahora y no cree que Israel haya cruzado la “línea roja” del presidente Biden, lo que podría conducir a un cambio en la política estadounidense hacia la guerra en Gaza, dijeron funcionarios estadounidenses a Axios.
Pero los funcionarios advirtieron que si la operación se amplía o se sale de control (y las fuerzas israelíes entran en la propia ciudad de Rafah) será “un punto de ruptura” para las relaciones entre Estados Unidos e Israel.
Los funcionarios israelíes se vieron obligados a buscar una explicación por la decisión de Estados Unidos de suspender un envío de armas que incluía 1.800 bombas de 900 kg y 1.700 bombas de 2000 kg.
En los últimos días, después de que el gobierno israelí confirmara que Estados Unidos detuvo el envío en el contexto de Rafah, los funcionarios expresaron su profunda frustración a sus homólogos estadounidenses, dijeron fuentes informadas sobre el tema.
Las fuentes dijeron que Israel le dijo al gobierno de Biden que estaba molesto no solo por la decisión de suspender el envío, sino también por la decisión de filtrarlo a los medios.
Los israelíes dijeron a Estados Unidos que están extremadamente preocupados de que, con las negociaciones en curso en El Cairo, el momento de la medida ponga en peligro los esfuerzos para asegurar un acuerdo para la liberación de rehenes y un alto el fuego temporal, dijeron las fuentes.
A los israelíes les preocupa que Hamás no se mueva de sus posiciones cuando vea el nivel de presión estadounidense sobre Israel.
Los funcionarios israelíes dijeron a la administración Biden que necesita presionar a Hamás, no a Israel, y reiteraron su expectativa de que Estados Unidos seguirá apoyando a Israel en su lucha para derrotar a Hamás.
Austin dijo al subcomité de Defensa de Asignaciones del Senado que Estados Unidos no ha tomado una decisión final sobre qué hacer con este envío de armas, pero ha recalcado a Israel sus expectativas sobre una posible operación en Rafah.
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