En un informe muy esperado al Congreso, la administración Biden dijo el viernes que encontró garantías israelíes “creíbles y confiables” de que utilizará armas estadounidenses de acuerdo con el derecho internacional humanitario, lo que permitirá una mayor transferencia de las armas estadounidenses en la guerra de Israel con Hamás en Gaza.
El informe aparentemente contradictorio ordenado por Biden despeja el camino para nuevas transferencias de armas, al tiempo que afirma que las FDI probablemente violaron el derecho internacional humanitario en casos específicos.
En la declaración más contundente de este tipo por parte de los funcionarios de Biden, el informe del Departamento de Estado también dijo que era “razonable” evaluar que Israel ha utilizado armas suministradas por Estados Unidos desde el ataque de Hamás del 7 de octubre en casos “inconsistentes” con sus obligaciones del derecho internacional humanitario, pero que carece de información completa para verificarlo, según The Times of Israel.
La evaluación aparentemente contradictoria se produjo tras pedir al Departamento de Estado informar al Congreso, en virtud de un nuevo Memorando de Seguridad Nacional (NSM) del presidente Biden de principios de febrero, si considera creíbles las garantías de Israel de que su uso de armas estadounidenses no viola el derecho estadounidense o internacional.
Al aceptar la revisión, el ingenio de la Casa Blanca trabajó para evitar movimientos de los legisladores demócratas progresistas y del senador independiente Bernie Sanders para restringir los envíos de armas a Israel.
El informe también debía examinar si Israel ha actuado “arbitrariamente para negar, restringir o impedir, directa o indirectamente”, la entrega de ayuda humanitaria apoyada por Estados Unidos a Gaza para los civiles.
El informe se publicó el viernes mientras Biden trataba de seguir una línea cada vez más fina en su apoyo a Israel desde las atrocidades que desencadenaron la guerra, al tiempo que enfrentaba un rencor creciente en el país y en el extranjero. La semana pasada, Biden dio uno de los primeros pasos para condicionar la ayuda militar a Israel, reteniendo los envíos de miles de bombas por temor a los planes israelíes de invadir Rafah, y el miércoles amenazó con detener más entregas de armas si las FDI se trasladaban a zonas pobladas de la ciudad.
La sección del informe dedicada a Israel comienza señalando el ataque del 7 de octubre que inició la guerra, durante el cual Hamás y otros grupos terroristas mataron a unas 1.200 personas y tomaron 252 rehenes en Gaza.
“También hay informes creíbles de que personas asociadas con estas organizaciones violaron o cometieron otros actos de violencia sexual contra mujeres y niñas asesinadas y secuestradas el 7 de octubre“, decía el informe, afirmando que “Hamás no sigue y sistemáticamente viola la ley internacional”.
Centrado en la ofensiva militar de Israel en respuesta al ataque, y basado en la cifra no verificada del Ministerio de Salud de Hamás de casi 35.000 muertes palestinas, el Departamento de Estado dijo que “las organizaciones internacionales generalmente la consideran creíble”, aunque reconoció que no distingue entre civiles y combatientes.
El informe también destacó cifras israelíes de que “aproximadamente la mitad de los 34.700 muertos en Gaza eran combatientes de Hamás”, pero “no tenemos la capacidad de verificar esta estimación”.
“Israel no ha compartido información completa para verificar si los artículos de defensa estadounidenses cubiertos por el NSM-20 se utilizaron específicamente en acciones consideradas violaciones del DIH o el DIDH en Gaza, o en Judea y Samaria y Jerusalén Este durante el período del informe”, dijo el Departamento de Estado.
“Sin embargo, dada la importante dependencia de Israel de artículos de defensa fabricados en Estados Unidos, es razonable evaluar que las fuerzas de seguridad israelíes han utilizado artículos de defensa cubiertos por el NSM-20 desde el 7 de octubre en casos incompatibles con sus obligaciones en materia de DIH o con las mejores prácticas establecidas para mitigar el daño civil”.
El gobierno de Estados Unidos revisó numerosos informes que plantean dudas sobre el cumplimiento de Israel de sus obligaciones legales y las mejores prácticas para mitigar el daño a los civiles, según el informe.
Entre ellos se incluyen ataques israelíes contra infraestructura civil, ataques en zonas densamente pobladas y otros que ponen en duda si “el daño civil esperado puede haber sido excesivo en relación con el objetivo militar informado”.
En el período posterior al 7 de octubre, según el informe, Israel “no cooperó plenamente” con los esfuerzos de Estados Unidos y otros esfuerzos internacionales para llevar ayuda humanitaria a Gaza. Pero esto no constituye una violación de una ley estadounidense que bloquee el suministro de armas a países que la restringen.
Dijo que Israel había mejorado la entrega de ayuda desde la advertencia de Biden de que Washington retendría algunos suministros de armas si la situación humanitaria no mejoraba.
El informe dice que las violaciones individuales no necesariamente refutan el compromiso de Israel con el derecho internacional humanitario, siempre y cuando tome medidas para investigar y responsabilizar a los infractores.
“La propia preocupación de Israel por tales incidentes se refleja en el hecho de que tiene en marcha una serie de investigaciones internas”, dice el informe.
Los demócratas progresistas que han estado pidiendo restringir las transferencias de armas a Israel se enfurecieron, por no utilizar el informe de la manera que esperaban.
“Este informe se contradice”, dijo a los periodistas el senador Chris Van Hollen de Maryland, uno de los principales críticos en el Capitolio de la campaña militar de Israel contra Hamás cuya presión junto con la de otros demócratas jugó un papel importante en la decisión de Biden de ordenar el informe.
“Proporciona una estructura útil de rendición de cuentas, pero será más útil si se pueden emitir juicios basados en hechos y la ley y no guiados por lo que deseamos que sean”, continuó Van Hollen. “Están eludiendo una decisión sobre los casos difíciles… políticamente inconvenientes”.
“El informe podría crear una atmósfera en la que la gente presionará para que se limiten más las armas ofensivas a Israel“, advirtió Van Hollen.
Dado que el Congreso está dividido y un número considerable de demócratas no son tan críticos como él con la campaña militar de Israel, es menos probable que tales limitaciones lleguen muy lejos en el Capitolio.
El representante Michael McCaul, presidente republicano del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, dijo que la revisión “sólo contribuye a un sentimiento antiisraelí motivado políticamente” y nunca debería haberse hecho.
“Este es el momento de apoyar a nuestro aliado Israel y garantizar que tenga las herramientas que necesita”, dijo en un comunicado.
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