Alto funcionario estadounidense duda que Israel pueda lograr la “victoria total” en Gaza

La administración Biden no ve probable o posible que Israel logre una “victoria total” derrotando a Hamás en el enclave palestino de Gaza, dijo el lunes el subsecretario de Estado estadounidense, Kurt Campbell.

La frase ha sido utilizada a menudo por el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, quien ha afirmado repetidamente que el objetivo está a nuestro alcance.

Si bien los funcionarios estadounidenses han instado a Israel a ayudar a diseñar un plan claro para la gobernanza de una Gaza de posguerra, los comentarios de Campbell son de los más claros hasta la fecha por parte de un alto funcionario estadounidense que efectivamente argumenta que la actual estrategia militar de Israel no traerá el resultado que espera, según The Times of Israel.

“En cierto sentido, estamos luchando sobre cuál es la teoría de la victoria”, dijo Campbell en una Cumbre de Jóvenes de la OTAN en Miami. “A veces, cuando escuchamos atentamente a los líderes israelíes, hablan principalmente de la idea de… una victoria arrolladora en el campo de batalla, una victoria total”, dijo.

“No creo que veamos eso probable o posible ni que se parezca mucho a situaciones en las que nos encontramos después del 11 de septiembre, donde, después de que las poblaciones civiles fueron trasladadas y hubo mucha violencia… las insurrecciones continúan”.

Los comentarios de Campbell se producen mientras Washington advierte a Israel que no siga adelante con una gran ofensiva militar en Rafah, donde se refugian más de un millón de personas ya desplazadas por la guerra.

Comparando la situación en Gaza con la de una insurgencia recurrente que Estados Unidos enfrentó en Afganistán e Irak después de sus invasiones allí tras el ataque del 11 de septiembre, Campbell dijo que se necesitaba una solución política.

“Consideramos que tiene que haber una solución más política… Lo cual difiere del pasado en ese sentido: muchos países quieren avanzar hacia una solución política en la que los derechos de los palestinos sean más respetados”, dijo.

“No creo que nunca haya sido más difícil que ahora”, añadió.

Mientras tanto, la Casa Blanca negó informes de que Estados Unidos ocultara información de inteligencia a Israel sobre el paradero de los líderes de Hamás.

Los informes alegaban que Estados Unidos proporcionaría información de inteligencia a cambio de que Israel frenara su planeada ofensiva en Rafah.

“Estados Unidos trabaja con Israel día y noche para cazar a los altos dirigentes de Hamás, que fueron los autores del brutal ataque terrorista del 7 de octubre”, dijo un funcionario de la Casa Blanca a la Agencia Telegráfica Judía.

“Estamos brindando un apoyo sin precedentes –en formas que sólo Estados Unidos puede hacer– para ayudar a Israel a llevarlos ante la justicia. Y continuaremos trabajando incansablemente hacia este objetivo en el futuro”, dijo el funcionario.

“Cualquier informe que indique lo contrario es falso. Ayudar a Israel a atacar a los líderes de Hamás y proporcionar cualquier información que tengamos sobre su paradero es una prioridad absoluta para nosotros, y no un quid pro quo. Nada de esto depende de las decisiones operativas que tome Israel”.

La declaración del funcionario sigue a un intercambio sobre el tema en una reunión en la Casa Blanca con líderes judíos el lunes. En la reunión, cuyo foco fue el lanzamiento de la estrategia de Biden para combatir el antisemitismo, el rabino Levi Shemtov preguntó a Jon Finer, asesor adjunto de seguridad nacional, sobre el supuesto quid-pro-quo.

La Casa Blanca confirmó el intercambio entre Finer y Shemtov, el vicepresidente ejecutivo de American Friends of Chabad (Lubavitch) en Washington, y agregó que Finer dijo: “No es cierto”.

La contundente respuesta se produce cuando la administración Biden se esfuerza por dejar claro que, a pesar de las recientes tensiones, sigue apoyando el esfuerzo bélico de Israel contra Hamás.

Finer dijo a los participantes que quería “aclarar la confusión” sobre la decisión del presidente estadounidense Joe Biden a principios de este mes de suspender el envío de grandes bombas a Israel como medio de influir en la operación en Rafah.

Biden se opone a una invasión masiva porque la ciudad se ha convertido en refugio para cientos de miles de palestinos desplazados. Netanyahu dice que la invasión es necesaria para derrotar a los batallones restantes de Hamás.

Los medios israelíes y conservadores estadounidenses expresaron alarma después de que The Washington Post informara que la administración Biden “está ofreciendo a Israel una valiosa asistencia en un esfuerzo por persuadirlo a que se contenga, incluida inteligencia sensible para ayudar al ejército israelí a identificar la ubicación de los líderes de Hamás y encontrar los túneles ocultos del grupo”. El Post citó cuatro fuentes anónimas.

También el lunes, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo que la administración no considera los asesinatos de palestinos en Gaza por parte de Israel durante la guerra con Hamás como un genocidio.

“No creemos que lo que está sucediendo en Gaza sea un genocidio. Hemos dejado constancia de que rechazamos esa propuesta”, dijo Sullivan.

Reiterando un comentario de Biden durante el fin de semana, Sullivan dijo que ahora podría haber un alto el fuego en Gaza si Hamás liberaba a los rehenes.

El mundo debería pedir a Hamás que regrese a la mesa de negociaciones y acepte un acuerdo, dijo, añadiendo que Washington trabajaba urgentemente para lograr un alto el fuego y un acuerdo de liberación de rehenes, pero no puede predecir cuándo o si efectivamente se sellará.

Doscientos setenta y dos soldados de las FDI han muerto durante la ofensiva terrestre contra Hamás y en operaciones a lo largo de la frontera con Gaza.

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