“Quien intente asesinarnos en masa, sabe ahora de qué se trata”. Escribo eso en el Día de la Independencia de Israel.
Sderot, Israel- Si algo garantizó mi fracaso como político “profesional”, fue, en primer lugar, mi falta de dinero y mi negativa, (destructiva ciertamente), de buscar un sponsor o practicar ciertas gimnásticas, disculpen la expresión lameculista. Mi compromiso, en un principio instintivo, luego consciente de considerarme un libre pensador, lo que me llevó, toda mi vida, a ser un militante crítico y de mucha acción. Esto último quizás relacionado a otro aspecto natural en mí, la pasión por la justicia y los valores de libertad, impresos en mi ADN judío.
El leer entre líneas, analizar los detalles de las fotografías que acompañan una información , en dialogar con los protagonistas sociales o ser parte de ellos, pero sin perder la óptica de escuchar lo individual, lo disidente, la opinión del ” equivocado”, “confundido”, “aburguesado”,” el servicio infiltrado”.
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Siempre intenté entender a ese que nadaba contra la corriente, orinaba contra el viento o escupía para arriba, con valentía y argumentos, muchas veces ese fui yo, ingenuo creyente que mi práctica política en la clandestinidad o en épocas democráticas me daba ese crédito de practicar mi derecho a disentir.
¡No al envío de tropas al Sinaí !
Por eso cuando me incorpore al Partido Comunista de Argentina, única organización que actuaba en la clandestinidad en la última dictadura de Argentina, cuestioné la caracterización del genocida Videla como democrático, cuestioné la imposibilidad de decir o pintar la palabra “desaparecido”. Teniendo tantos compañeros del mismo partido en ese terrible estadio para él y sus familias, presenté mi renuncia cuando el PC nos prohibió visitar los presos políticos por temor a una izquierdizacion de la militancia que llegaría junto a una autocrítica en el 16 congreso , que pondría fin a la influencia soviética en la política partidaria ahora cambiada por la china .
Mi primer pintada o grafiti en la clandestinidad fue en la gran Córdoba, en la zona industrial automotriz de Ferreyra. La pintada decía “¡No al envío de tropas al Sinaí !”.
Ni mis compañeros ni yo sabíamos que significaba, pese a que la mayoría era judíos. Me imagino que el operario de la Renault, Fiat o Iveco entendería menos que nosotros lo cierto, que de la dirección de nuestro partido nos hacían arriesgar la vida para pintar por un Videla democrático, porque le vendía trigo a la URSS o contra el envío de soldados a una misión de paz en Israel, que pusiera fin a la guerra con Egipto.
Era el “aporte a la lucha del PC al antisionismo”, lo que significa la lucha contra el estado judío democrático de Israel o la lucha contra el derecho del pueblo de Israel a tener su estado a recuperarlo, como hoy queremos recuperar los rehenes desaparecidos.
La narrativa enemiga se esconde muy sutilmente en el viento en tiempos de conflictos
Toda esta perorata de mi juventud y militancia me sirve para mostrarle a ustedes que la narrativa enemiga es parte de una estrategia comunicacional de uno de los bandos que está combatiendo desde años contra el Pueblo de Israel, un enemigo político y militar, un enemigo que prefiere el asesinato de civiles que el enfrentamiento a nuestro Ejército Popular.
Lo hizo, lo hace y lo hará, desde distintos frentes: primero, el militar con atentados.
Luego se ocultará, para que sus aliados políticos lo hagan desde la narrativa que hoy une a fascistas, izquierdistas, socialdemócratas, negándole el derecho al estado de Israel de rescatar sus secuestrados y terminar con Hamás y desde las organizaciones internacionales, las que permitieron el bombardeo durante 20 años de las ciudades y kibutzim de Israel.
ONU por ejemplo, lo hace con las organizaciones como la Cruz Roja, que se niega a atender a los secuestrados de Israel.
Lo hacen a través de la UNWRA, la agencia de refugiados de palestinos que pone a disposición del terrorismo, escuelas, depósitos de alimentos, hospitales, además de dar trabajo a terroristas y blanquear dinero para Hamás. Cuando la narrativa de la causa asesina gana adictos por ignorantes, moda o antisemitismo, estos adictos exigen se protejan los Derechos Humanos de los decapitadores de bebés, de violadores, de asesinos y torturadores; exigen algo que el estado de Israel nunca les negó y operó judicialmente contra los soldados que violaron algún tipo de ley internacional.
De hecho lo nuevo es la intención de las organizaciones internacionales de juzgar antes que se cometa el delito, o por denunciar los dichos de políticos populistas, desubicados o simplemente indignados y bajo emoción violenta, luego de ver por ejemplo una mujer embarazada a quien le abrieron la panza y le mostraron como decapitan su feto antes de dejarla morir y calcinarla.
En guerra, es muy fácil que nuestra crítica entre en el terreno de la narrativa enemiga y la fortalezca, pero lejos estoy de llamar al silencio. Nuestra sociedad es fuerte, madura y lo entiende, por más que los medios extranjeros intenten manipular.
Todos tienen razón
Este Día de la Independencia en Israel fue triste; fue triste porque estamos en guerra, por los 132 secuestrados, por los 700 soldados que hasta ahora murieron y porque hoy más que nunca nos sentimos una familia sobreviviente.
El quéhacer nos divide: fui un antibibista toda mi vida, creo que es un corrupto indigno de ocupar el puesto que ocupa, pero no creo que hoy él este especulando si la ultraderecha se va o se queda de su gobierno. Simplemente creo que está negociando con el mismo diablo y que aún hoy, con todo el dolor del alma, no hay prueba alguna q los 132 secuestrados estén vivos.
Es más, Hamás ahora habla de vivos o muertos.
Por otro lado, es entendible el dolor de los padres de los secuestrados, la bronca contra unas FDI que no estuvieron a tiempo ese sábado 7 y ante el terror de que cada bomba israelí que cae en Gaza pueda dañar sus familiares.
Por último esos padres que perdieron sus hijos ahora en esta guerra esas 700 familias se preguntan si sus muertes habrán sido en vano.
Que podría decir de los familiares de los soldados vivos, empantanados en Gaza sin poder atacar , expuestos al enemigo por falta de una decisión del primer ministro y ministro de defensa.
Todos tienen razón en este dilema; en lo personal, a mí me daría la impresión que desgraciadamente todos dicen una media verdad, ya que está haciendo falta el dirigente que pueda unir todas esas medias verdades y en forma urgente por la vida de los que quedan vivos, secuestrados y no, soldados y desplazados.
No tenemos tiempo.
Ayer, ya es tarde.
Por eso este Día de la Independencia en Israel es triste, pero es importante vivirlo así, con toda su tristeza, para que valoremos nuestro país, nuestra historia, nuestra sociedad, nuestros amigos y nuestras vidas.
El mundo y nosotros
No me molesta que el único país que arrojó sobre civiles las bombas atómicas, masacró campesinos en Vietnam , envenenando también sus cosechas , bloqueó Cuba , creó la Escuela de Panamá para fomentar golpes de Estado en toda América Latina , nos intente ahora dar lecciones de doctrina militar a Israel y cómo ganar una guerra con flores.
Ni que la población Europea o sus gobiernos que pocos años atrás apoyaron al fascismo en nuestros exterminio , se quieran tomar revancha contra un Israel que los supera como potencia creativa y económica .
Me molesta que no nos dejen terminar con Hamás, que ya a declarado que ellos también son sus enemigos.
Con respecto a la población civil de Gaza, fue muy triste verlos festejar el genocidio del 7, bailar en las calles , pegar y escupir a los secuestrados, golpearlos con puños, palos y hierros. Es muy triste leer las encuestas palestinas donde la popularidad de Hamás ha aumentado. Para quien creyó en la paz como yo, es muy triste ver una Gaza destruida, que simplemente es el espejo de la destrucción moral de la sociedad palestina, convertida en sociedad asesina obedeciendo a un Dios que pide mate a los míos , pero como decía mi abuelo: el que a hierro mata a hierro muere .
Quien intente asesinarnos en masa, sabe ahora de qué se trata.
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