A finales de abril, el comandante del Comando Central de las FDI, general de división Yehuda Fox, anunció que se retiraría de la vida militar en agosto. Sin embargo, eso no ha frenado su cruel campaña contra los residentes judíos de Judea y Samaria, en abierto desafío a la autoridad del Ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien también sirve como ministro adjunto en el Ministerio de Defensa a cargo del Coordinador de las Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), según Jewish Press.
El martes, alrededor de las cinco de la mañana, unos 300 agentes de policía acompañados por inspectores de la administración civil y maquinaria pesada atacaron en una operación sincronizada los puestos avanzados de Sdeh Yonatan y Or Meir en Binyamin, causando una gran destrucción.
Se desplegaron grandes fuerzas en todos los cruces de la zona para impedir que los activistas llegaran a los dos asentamientos atacados.
En ambos puestos de avanzada, las fuerzas destruyeron completamente las casas, así como los rediles de las ovejas. Trabajadores árabes, algunos de ellos enmascarados, fueron llevados a los dos asentamientos para ayudar con la demolición y trabajaron junto con las fuerzas para desmantelar las estructuras y confiscar el equipo de construcción.
La policía confiscó equipos de extinción de incendios a los residentes, a pesar de la reciente ola de ataques árabes incendiarios en sus campos y granjas.
A su llegada a Or Meir, la policía acorraló a todos los residentes y les impidió custodiar su rebaño de ovejas que, asustadas por la destrucción de su corral, huyeron. Los residentes pidieron ayuda a los judíos de los asentamientos cercanos y finalmente encontraron a la manada deambulando sin supervisión cerca de la Ruta 60, lo que podría haber terminado en accidentes de tránsito.
La destrucción del martes por la mañana se produjo tras otras tres campañas de demolición irregulares que tuvieron lugar recientemente en Or Meir. Los residentes señalan un aumento drástico de los actos de destrucción y culpan al general Fox quien, según ellos, está tratando de establecer hechos sobre el terreno antes de que finalice su mandato. Pero los residentes también culpan al ministro Smotrich, que sigue siendo ineficaz a la hora de controlar a COGAT.
“Cualquier persona razonable sabe hoy que sin los nuevos puestos de avanzada en las colinas que bloquean la toma de las áreas abiertas por parte de los árabes y crean un territorio judío contiguo, no habrá futuro para los asentamientos”, dijeron los residentes locales, quienes agregaron que “la destrucción que esta mañana es una vergüenza para Smotrich y el gobierno de derecha, lo que pone en duda su lealtad a los valores sionistas por los que fueron elegidos”.
El año pasado, previo al ataque del 7 de octubre, el primer ministro Benjamin Netanyahu defendió al general Fox tras ser atacado por miembros de su partido Likud.
“La denigración del mayor general [Yehuda] Fox es inaceptable e indigna”, dijo el primer ministro. “Fox es un oficial excelente y admirado que trabaja incansablemente para defender a todos los ciudadanos de Israel”.
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