Una perrita que salvó a sus dueños de los terroristas de Hamás el 7 de octubre murió a causa de las heridas que sufrió accidentalmente ese día, informó The Times of Israel.
Petel se había rehabilitado de sus heridas y recientemente se reunió con la familia Ben-Zvi antes de fallecer.
“Pasó por muchas cosas y gastó mucha energía en su rehabilitación y recuperación”, dijo Ella Ben-Zvi a Ynet el lunes. “Algunas personas nos dijeron que ella aguantó un poco más para estar con nosotros y luego se fue”.
Petel, que tenía 11 años, una edad avanzada para un canino, ya había vivido la guerra de 2014, cuando los sonidos de fuertes explosiones la dejaron traumatizada, dijo Ben–Zvi.
El 7 de octubre, la familia buscó refugio en su habitación segura, al igual que muchas otras personas en la zona, cuando Hamás lanzó su ataque.
Cuando los terroristas entraron en la casa de Ben–Zvi y comenzaron a saquear la propiedad, Petel cargó contra la puerta de la habitación segura y comenzó a “ladrar histéricamente”, dijo Ben–Zvi. “La animé”.
Ben-Zvi dijo que había adquirido experiencia trabajando en cruces fronterizos y sabía que a los árabes generalmente no les gustan los perros.
“Petel estaba ladrando como loca”, dijo.
Los incesantes ladridos aparentemente ahuyentaron a los terroristas, que abandonaron la casa.
La familia notó que un monitor para bebés en la casa todavía estaba funcionando y que captaba el ruido de los ladridos y luego lo transmitía por el altavoz.
“Los terroristas escucharon al perro en estéreo”, dijo Ben–Zvi. “Sólo puedo suponer que la escena fue demasiado desafiante para ellos y decidieron abandonar la casa”.
Otro grupo de terroristas también entró en la casa pero no hirió a la familia.
Más tarde, los soldados israelíes llegaron para rescatar a los residentes del Kibutz y capturaron a los terroristas que todavía estaban en la casa.
Como el kibutz seguía siendo una zona de guerra activa, los soldados querían que los residentes evacuaran sus hogares, pero Petel no estaba dispuesta a hacerlo debido a los sonidos de los disparos que aún se podían escuchar.
Como era demasiado grande para cargarla, los soldados dijeron que no había más remedio que dejarla atrás.
Petel fue internada en un dormitorio con un poco de agua, mientras que sus dueños fueron alojados en un hotel en la zona del Mar Muerto, al igual que muchos evacuados.
El martes le dijeron a la familia que Petel había resultado herida.
Los soldados que estaban escaneando casas en el Kibutz la oyeron hacer un ruido y pensaron que era una terrorista. Abrieron fuego y la metralla del disparo la hirió.
Las tropas hicieron lo mejor que pudieron para curar sus heridas y un residente del Kibutz llevó a Petel a un veterinario.
Finalmente se sometió a una cirugía para retirar la metralla, seguida de un período de recuperación durante el cual otra familia la cuidó.
En marzo, los Ben–Zvi se mudaron a Givat Ela, en el norte del país, y rápidamente hicieron arreglos para que Petel se uniera a ellos, donde permaneció hasta su reciente muerte.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío
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