“Infancia es destino” es una de las frases más conocidas de Freud y gran parte de su práctica curativa giraba en torno a la exploración personal del paciente en su propia historia de vida. La realidad es que tenía razón, la forma en que vivimos nuestra infancia influye significativamente en cómo concebimos el mundo que habitamos de adultos. Los primeros lazos emocionales que hacemos necesariamente afectan en nuestra confianza y nuestra habilidad para crear intimidad, amor o amistad. Por eso nuestros primeros cuidadores son sumamente importantes, porque influyen directamente en cómo nos desarrollaremos a lo largo de toda nuestra vida. Ese rol en muchísimas personas lo ocupan nuestros padres.
Si están cerca, si están lejos, si existen o dejaron de existir, si son pacientes, si nos dan cariño, si son seguros o son volátiles y producen miedo, todo ello influye en como nos construimos como personas. Por eso, tanto la madre como el padre son figuras simbólicas e importantes dentro de medios culturales. Muchas obras de arte giran en torno a esas primeras experiencias que tuvimos de niño o en torno a la búsqueda de su comprensión o cariño. Son tan importantes dentro de nuestra cosmovisión que se convierten en tropos literarios a los cuales, diversas culturas dan explicación. En el judaísmo el padre es el que te guía en el camino de la Torá, es también el que da orden. Nos referimos a D-os como Padre por la cercanía y el cariño que le tenemos a una figura así. Sin embargo, generalmente también representa juicio.
En la práctica, los padres de la realidad, nunca son iguales a la construcción mítica que tenemos en el lenguaje. Un padre puede representar cualquier cosa y hay tantas formas de paternidad como hijos hay en el mundo. Al final cada individuo crea las relaciones que prefiere dentro de su vida y no están determinadas más que por sí mismo. Por lo mismo el retrato de lo que un padre judío es va ser igual de variado que el retrato de cualquier otro padre. Aún así es bello tener figuras a las cual referirnos. Para este Día del Padre que se celebra el siguiente domingo queremos explorar 5 películas judías que tratan el tema de la identidad judía a través de la paternidad. La siguiente es nuestra selección:
The Chosen (1981). Los elegidos
Esta película de Jeremy Kagan trata la historia de dos jóvenes judíos que habitan el mismo barrio y sin embargo viven vidas radicalmente distintas. Reuven es ortodoxo moderno, hijo de un investigador y psicólogo exitoso. Mientras que Danny es el hijo del líder jasídico más importante en Chicago. Gracias a un accidente la amistad de ambos surge y florece. El contraste entre sus mundos los hace cuestionar el entorno en que crecieron y tener confrontaciones con sus respectivos padres. La película retrata a los dos jóvenes desde que se encuentran en sus últimos años de bachillerato hasta los primeros años de universidad, la película está situada en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial y los primeros años de la creación del estado de Israel.
Ambos jóvenes se sienten atraídos por el entorno en que su amigo creció y a través de la relación que establecen con sus respectivas familias la película nos lleva a una reflexión tácita sobre la tradición y el rol de el padre o mentor en ella, pues finalmente cada joven decide vivir su judaísmo desde el lugar que le fue dado a su amigo más que desde el lugar que su propia familia le otorgó. Vemos a la figura del padre autoritario que teme que su hijo se desvíe del camino que le fue planteado y todos los problemas que una figura así ofrece. Casi al final de la película uno de los personajes ofrece un monólogo donde habla de la dificultad de ser padre, de la cercanía que se desea con el hijo y la distancia que pone como forma educativa. La película en gran parte gira entorno a ello: a la relación padre – hijo y el lugar que la tradición toma en ello.
Call Me by Your Name (2017). Llámame por tu nombre
Call Me by Your Name de Luca Guadagnino es una de la películas “coming of age” más bellas de la época moderna. Narra el amor de Elio Perlman hacia Oliver en su último verano antes de convertirse en adulto. Es un rito de paso hacia la decepción amorosa desde el descubrimiento de un amor apasionado e intenso como suelen ser los primeros enamoramientos de la adolescencia. La película está situada al norte de Italia en un pueblo de ensueño. Toda la fotografía retrata la belleza de los paisajes italianos y lo auna al amor que este joven vive. Es reflexión sobre la juventud, el deseo y el amor en sus caras más bellas.
Uno de los personajes más importantes es el padre de Elio quien acompaña a su hijo y observa desde lejos sus vivencias. Es un gran ejemplo de padre, respeta la intimidad de su hijo, lo valida, lo reconoce y ofrece guía en los momentos de mayor necesidad. Es una figura de seguridad. En esta película la tradición no implica división, existe desde la aceptación de uno mismo como otra forma de expresión y es bien recibida.
Con las alas rotas (2002) [Knafayim Shvurot]
Con las alas rotas es una de las películas más representativas de Israel en los años 2000. Retrata los problemas que las familias israelíes enfrentan en la época moderna y los conflictos interpersonales que la situación económica ocasiona. Sin embargo, retrata algo mucho más profundo: el dolor tan grande que una pérdida puede ocasionar y las formas que cada individuo tiene para lidiar con ella. En este caso el padre se hace presente a través de su muerte y el consecuente desmoronamiento de la familia. Es una película desgarradora que sin embargo ofrece un retrato muy bello de Israel y que ofrece respuesta frente a la sensación de irrelevancia tan intensa que cualquier dolor ocasiona. Al final en su edad y situación, cada personaje busca su propia respuesta.
Are You There God? It’s Me Margaret (2021). ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret
La religión puede significar tantas cosas para gente distinta, sin embargo, en 1970 en Estados Unidos no era tan común que una familia decidiera definirse como “sin afiliación”. Ese es el caso de Margaret que a sus 11 años empieza experimentar cambios fuertes en su entorno y no le gusta la falta de religión que hay en su casa, pues busca ser similar a sus compañeras y pertenecer algún tipo de comunidad. Por ello decide hablar con Dios y explorar los caminos que tiene a su disposición entre sus abuelos maternos que son cristianos y su abuela paterna que es judía. El conflicto de fe e identidad que tiene es parte de vivir la adolescencia y empezar a aceptar el cambio que se encuentra en su cuerpo y su entorno. En ello su padre juega un rol un tanto distante, pero presente, es el ejemplo del padre moderno que quiere a su hija y no le gusta verla atada a ningún tipo de regla social o religiosa que le sea impuesta.
El camino a Eilat (2022). 35 Downhill
35 Downhill es una oda al cáracter “kibutznik” de Israel, retrata la relación rota entre padre e hijo que por azares del destino terminan emprendiendo un viaje juntos por el sur Israel a bordo de su viejo tractor. Este evento se vuelve una oportunidad para perdonarse y reconstruir su relación.
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