El primer ministro Benjamín Netanyahu se reunió este lunes en su Oficina en Jerusalén con el Enviado Especial Presidencial de los Estados Unidos, Amos Hochstein.
También participaron en la reunión el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, el Jefe de Gabinete del Primer Ministro, Tzachi Braverman, el secretario militar del Primer Ministro, el general Roman Gofman, el asesor de política exterior del primer ministro, Dr. Ophir Falk, y la subjefa de misión de la embajada de Estados Unidos en Israel, Stephanie Hallett.
Hoy temprano, el Ministro de Defensa, Yoav Gallant, se reunió con una delegación bipartidista de miembros del Congreso de Estados Unidos, en coordinación con la Fundación de Educación Estadounidense-Israelí.
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El ministro Gallant se reunió con los representantes Steny Hoyer, Greg Landsman, Steve Cohen, Jake Ellzey, Randy Feenstra, Glenn Ivey, Lucy McBath, Frank Pallone y Joe Wilson.
“Israel está inmerso en una guerra contra sus representantes iraníes: una guerra contra la civilización occidental. El apoyo de Estados Unidos en todas sus formas es fundamental no solo para la victoria de Israel sino también para la disuasión de nuestros enemigos comunes en todo el mundo”, dijo Gallant a la delegación.
La visita de Hochstein es un indicio de la creciente preocupación en la administración Biden sobre la posibilidad de que los intercambios de fuego entre Israel y Hezbolá lleven a una guerra a gran escala.
El asesor de Biden ha estado impulsando un plan para poner fin a la guerra en el norte en los últimos meses que tiene como objetivo satisfacer la demanda israelí de una retirada de las fuerzas de Hezbolá de la frontera y al mismo tiempo resolver las disputas entre Israel y el Líbano sobre las líneas de demarcación, lo que eventualmente resultará en un acuerdo sobre la frontera terrestre de ambos países.
El objetivo principal de Estados Unidos al asegurar este acuerdo es estabilizar la situación entre Israel y el Líbano sin una guerra que causaría un gran daño a ambos países y que podría involucrar a otros países como Siria e Irán.
A pesar de la urgencia de la administración Biden con respecto a la visita de Hochstein, altos funcionarios estadounidenses admiten que el fin de la guerra en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás son los principales requisitos previos para alcanzar un acuerdo en el norte.
Sin un avance real hacia un acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás, será difícil llegar a un acuerdo con Hezbolá, ya que la organización terrorista ha dejado claro que seguirá atacando a Israel mientras continúe la guerra en Gaza.
Después de Estados Unidos, Francia es el país más importante en la mediación entre Israel y Hezbolá. Sin embargo, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, declaró la semana pasada que Israel se opondrá a cualquier participación de Francia en las negociaciones para un acuerdo en el norte, debido a sus críticas “hostiles” a la guerra en Gaza y su decisión de prohibir la participación de empresas de armas israelíes en Eurosatory, la mayor exposición internacional de defensa, que se celebra esta semana en Francia.
Tras las declaraciones de Gallant, la cancillería israelí expresó su agradecimiento por la participación de Francia en el esfuerzo para frustrar el ataque con misiles y drones de Irán contra Israel en abril y destacó la “lucha activa de las autoridades francesas contra el flagelo del antisemitismo y la protección de las comunidades judías en su territorio”.
Altos diplomáticos estadounidenses y franceses creen que es posible concretar un acuerdo que detenga una guerra en el norte tras la guerra en Gaza, y que el principal obstáculo para tal acuerdo no son las cuestiones polémicas, como el despliegue de Hezbolá en el sur del Líbano o la demarcación de la frontera, sino más bien el conflicto en curso entre Israel y Hamás.
Aunque Israel y Hezbolá no están necesariamente interesados en una guerra a gran escala, a los dos países mediadores les preocupa que pueda estallar debido a la guerra en Gaza y a la escalada en el intercambio de fuego entre los dos.
El asesinato de un alto comandante de Hezbolá por parte de Israel y el posterior lanzamiento de cientos de cohetes del grupo terrorista hacia del norte de Israel, incluidas aldeas y ciudades al sur de Haifa, han generado preocupación sobre tal escenario en los últimos días. El momento de la visita de Hochstein no estaba determinado de antemano y es una reacción a estas circunstancias, señala un reporte de Haaretz.
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