Giulio Meotti/ ¿No permiten que haya futbolistas israelíes en Bruselas? Prepárate a perder más que eso

El partido de fútbol entre Bélgica e Israel previsto para el 6 de septiembre en Bruselas no será posible. Así lo anunció el alcalde de la capital belga y de la UE, Benoit Hellings, según el cual sería “simplemente imposible” garantizar el orden público y la seguridad en el estadio y en la ciudad.

La pendiente resbaladiza no es una figura retórica, pero es una terrible realidad cuando se trata de musulmanes radicales que odian, no sólo a Israel, sino a toda la cultura occidental.

“Organizar este partido en nuestra capital provocaría grandes protestas en su contra, comprometiendo la seguridad de los espectadores, los jugadores, los residentes y la propia policía”, dijo Hellings.

Pobre alcalde, debe ser realmente complicado gestionar una ciudad conquistada por el Islam. Y ni siquiera pudo hacer como en Malmö, que permitió jugar a los tenistas israelíes de la Copa Davis, pero sin público. Pero eso fue en 2009, hace un siglo.

De hecho, hay muchas cosas, más allá de Israel, que ya no deberíamos hacer por nuestra propia “seguridad”. ¿Publicar caricaturas? ¿Exponer estatuas de mujeres en Suecia de un artista iraní? ¿Publicar “Los Versos Satánicos”? ¿Mostrar a los estudiantes de secundaria una pintura inspirada en las “Metamorfosis” de Ovidio? ¿Hasta dónde llegaremos, de chantaje en chantaje? La pendiente resbaladiza no es una figura retórica, pero es una terrible realidad cuando se trata de musulmanes radicales que odian, no sólo a Israel, sino a toda la cultura occidental.
Y, de hecho, hay muchas cosas que ya no podrás hacer en tu ciudad una vez que haya llegado al estado de descomposición de Bruselas.

-Ya no podrás organizar una conferencia europea de conservadores. El alcalde enviará a la policía como su milicia privada para bloquear las puertas.
-Ya no podrás celebrar Navidad y Pascua (y mucho menos Janucá) en la escuela.
-Ya no podrás circular por determinados barrios sin velo.
-Ya no podrás (si eres LGBT) caminar de la mano en determinadas zonas.
-Ya no podrás leer a Dante en la versión original, sino endulzada para complacer a los inmigrantes islámicos.
-Ya no podrás hablar en el colegio sobre el Holocausto ni que Voltaire se burle de la cultura turca.
-Ya no se podrán organizar homenajes en los museos a los caricaturistas masacrados.
-Ya no podrás ir a la librería más grande y pedir un libro crítico con el multiculturalismo.
-Ya no podrás caminar usando kipá.

Sin embargo, si eres musulmán podrás hacer cosas que a los infieles no se les permite hacer y que no están permitidas ni siquiera en tus países de origen.

Puedes ir al Parlamento de los Infieles y recitar las suras del Corán.
Puedes ser elegido para ese Parlamento y luego ser ministro de un Estado extranjero, Turquía, que quiera subyugar al primero.
Podrás incendiar partes de la ciudad si tu equipo de fútbol extranjero pierde.
Puedes tirar piedras a las basílicas.
Puedes asaltar los stands de los críticos del Islam en la Feria del Libro.
Se pueden organizar manifestaciones masivas a favor de Hamás.
Puedes comprar cientos de iglesias para hacer mezquitas.
Se puede sobornar y comprar a funcionarios del Parlamento Europeo.
Podrás fundar un partido que quiera establecer la sharia.
Puedes invitar al alcalde de Teherán.

Esto es lo que está pasando en Bruselas.

Por otro lado, como afirmó en la cámara el terrorista de los atentados de París, Salah Abdeslam de Bruselas, “el Islam triunfará”.

Porque cuando ya no sabes darte una única razón para existir como civilización, siempre encontrarás muchas razones para morir.

Publicado en Arutz Sheva

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