El ex rabino principal exiliado de Moscú acusó a las autoridades rusas de abandonar a los judíos y otros ciudadanos vulnerables a ataques como el del domingo en Daguestán, informó Reuters.
El rabino Pinchas Goldschmidt habló después de que hombres armados mataran 19 personas en la región mayoritariamente musulmana de Daguestán, en el sur de Rusia, en ataques a iglesias, sinagogas y a la policía.
“Las autoridades rusas durante los últimos años han utilizado las fuerzas del orden para reprimir cualquier tipo de oposición al Kremlin, la oposición a la guerra y cualquier movimiento como el movimiento LGBT, que fue declarado extremista. La gente es enviada a prisión por criticar la guerra”, dijo Goldschmidt en una entrevista en vídeo desde Berlín.
“Así que en lugar de utilizar las fuerzas del orden, el Ministerio del Interior y el FSB (servicio de seguridad) para brindar seguridad a los ciudadanos rusos, se está utilizando para erradicar cualquier oposición al régimen. Y aquí vemos los resultados: terroristas como ISIS son capaces una y otra vez de realizar ataques exitosos contra lugares de culto y eventos culturales”.
Los investigadores aún tienen que establecer quién estuvo detrás del ataque del domingo, pero ISIS tiene una presencia establecida en la región rusa del Cáucaso Norte, que incluye Daguestán.
El Kremlin dijo que el presidente Vladimir Putin expresó su más sentido pésame por los ataques del domingo, pero no comentó quién fue el culpable ni por qué las autoridades no pudieron detenerlos.
Goldschmidt condenó el ataque y dijo que está orando por las víctimas, entre las que se encontraba un sacerdote ortodoxo, y sus familias.
Dijo que al parecer dos sinagogas fueron atacadas en las ciudades de Derbent y Makhachkala. Ambos estaban vacíos de fieles en ese momento.
En Derbent, un guardia de seguridad fuera de la sinagoga fue asesinado y los atacantes intentaron quemarla, dijo.
En Makhachkala, “escuchamos que (la sinagoga) fue atacada por hombres armados y hubo disparos”.
El rabino dijo que los ataques marcaron una “continuación del antisemitismo muy activo” que la región había presenciado en octubre pasado, cuando alborotadores que ondeaban banderas palestinas arrasaron el aeropuerto de Makhachkala en busca de pasajeros judíos en un vuelo que llegaba de Tel Aviv.
Los disturbios de octubre se produjeron después de que estallara la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás, cuando miles de terroristas invadieron el sur de Israel, matando a unas 1.200 personas y tomando 251 rehenes.
En respuesta, Israel prometió destruir a Hamás, liberar a los tomados como rehenes y evitar que Gaza represente una amenaza en el futuro.
Goldschmidt dijo que el clima para los judíos en Rusia ha empeorado como resultado de las guerras de Ucrania y Gaza.
Entre otros factores, citó los repetidos insultos de Rusia contra el carácter judío del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
Goldschmidt, presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, dijo que había un millón de judíos sólo en Moscú cuando llegó por primera vez a Rusia en 1989, pero que ahora no hay más de 100.000 en todo el país.
Él mismo abandonó Rusia poco después del inicio de la guerra contra Ucrania y ha alentado a más judíos a seguir su ejemplo en lugar de quedarse en lo que llamó un país “semitotalitario”.
“Decenas de miles de judíos se fueron y estoy feliz de que se fueran”, dijo. “Estamos preocupados por todos los que todavía están allí”.
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