Hay un aspecto político en la presión del presidente estadounidense Joe Biden para lograr entre entre Israel y Hamás, dijo este miércoles el embajador de Israel en Estados Unidos, Mike Herzog, a la Radio del Ejército.
“Biden lo verá como un logro y querrá atribuirse el mérito; como todo el mundo sabe, nos acercamos a las elecciones”, dijo Herzog.
“La capacidad de mostrar un logro en un tema en el que trabajó durante mucho tiempo es, por supuesto, importante para él”, continuó el embajador.
“No estoy diciendo que ésta sea la razón principal por la que quiere un acuerdo”, dijo Herzog.
“Incluso cuando no había un lío político, él estaba muy concentrado en esto. Pero, por supuesto, también hay una dimensión política”.
El miércoles se celebró en Doha, capital de Catar, una cumbre entre Israel y mediadores egipcios, cataríes y estadounidenses sobre un posible acuerdo.
Los tres países se han esforzado por llegar a un acuerdo entre Israel y Hamás para la liberación de más de 100 rehenes que el grupo terrorista palestino secuestró de Israel durante su devastador ataque del 7 de octubre y que todavía están retenidos por el grupo.
Biden ha puesto una importante fuerza diplomática detrás del esfuerzo por encontrar una fórmula que ambas partes acepten.
En mayo, reveló la última propuesta de Israel en un discurso en la Casa Blanca.
Fueron necesarias semanas de presión para que Hamás emitiera una respuesta que desató nuevas conversaciones en El Cairo y Doha.
“Los estadounidenses dicen que hay cambios en la posición de Hamás y que todavía hay brechas que debemos trabajar para cerrar, y en eso están trabajando ahora mismo”, dijo Herzog.
El embajador también negó que el gobierno de Biden culpe a Israel por los meses de intentos infructuosos de cerrar un acuerdo.
“Ellos entienden la complejidad, entienden la dificultad”, dijo.
Herzog insistió en que el discurso previsto por el primer ministro Benjamín Netanyahu en una sesión conjunta del Congreso el 24 de julio sería visto como una iniciativa bipartidista y no como una intrusión en la política estadounidense.
“La mayoría de la gente en el gobierno y en el Congreso entiende que Israel está en tiempos de guerra”, dijo, añadiendo que el discurso se centraría en eso.
Herzog reconoció las disputas entre Washington y Jerusalén con respecto a la guerra entre Israel y Hamás, pero afirmó que las relaciones en general son “fuertes”.
“La mayoría de las cosas con las que nos ocupamos no se revelan al público, pero son muy importantes”, añadió.
Es probable que Netanyahu se reúna con Biden cuando el primer ministro israelí esté en Washington, confirmó la Casa Blanca la semana pasada.
La reunión se producirá en el contexto de otro punto tenso en los vínculos entre los dos gobiernos, provocado por un vídeo que Netanyahu publicó el mes pasado en el que acusó al gobierno de Biden de retener cantidades significativas de armas de Israel.
Estados Unidos ha negado tajantemente la afirmación, insistiendo en que sólo ha retrasado un envío de bombas pesadas que no quiere que Israel utilice en zonas densamente pobladas de Gaza.
La Casa Blanca reconoció que se habían acumulado algunos obstáculos en el sistema de transferencia de armas de Estados Unidos, pero insistió en que no fue intencional y que se estaban abordando tras la visita del ministro de Defensa, Yoav Gallant, a Washington.
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