Una reciente publicación de The Washington Post apela, nuevamente, a que no se puede acusar a Hezbolá de la actual situación de conflicto con Israel.
Su argumento es que la confrontación no comenzó el 7 de octubre del año pasado, sino que se remite a 1983, cuando Hezbolá se fundó como reacción a la guerra que Israel lanzó sobre Líbano, y que dejó devastado a ese país.
Desde esa lógica, Israel sería el único responsable del conflicto.
Irving Gatell nos explica los pormenores más relevantes al respecto, y nos reta a que si vamos a apelar a la historia, lo hagamos de manera correcta, completa, y rigurosa, porque el conflicto tampoco comenzó en 1983, sino mucho antes.
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