Funcionarios israelíes anónimos criticaron a la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris por sus planes de no asistir al discurso del primer ministro Benjamín Netanyahu ante el Congreso este día, informó The Times of Israel.
El vicepresidente de EE. UU. suele presidir dichos discursos conjuntos.
En su ausencia, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Ben Cardin, presidirá el discurso junto con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
Los funcionarios israelíes fueron citados diciendo al periódico británico The Telegraph que Harris, que se postulará para presidente en noviembre, es “incapaz de distinguir entre el bien y el mal” y que saltarse el discurso del primer ministro “no es una manera de tratar a un aliado”.
Harris, quien se espera que reciba la nominación presidencial de su Partido Demócrata luego de la retirada del presidente Joe Biden de la candidatura, hablará en un evento en Indiana para Zeta Phi Beta, una hermandad históricamente negra fundada en su alma mater la Universidad Howard.
Harris, sin embargo, se reunirá con Netanyahu en privado en la Casa Blanca el jueves.
“Anticipamos que subrayará su compromiso de garantizar que Israel pueda defenderse de las amenazas de Irán y de las milicias respaldadas por Irán, incluidos el Hezbolá libanés y Hamas“, dijo un asistente del vicepresidente en un comunicado sobre la reunión planificada con Netanyahu.
“Condenará nuevamente el brutal ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre y la horrible violencia sexual. Reiterará su profunda preocupación por la situación humanitaria en Gaza y la pérdida de vidas inocentes”, añade el comunicado.
Harris no presentó sus planes como un desaire intencional a Netanyahu (su viaje “no debe interpretarse como un cambio en su posición con respecto a Israel”, dijo su campaña), pero ha recibido críticas de los republicanos por negarse a presidir el discurso.
La vicepresidenta no ha dado señales de ninguna desviación significativa de la política de la actual administración en Oriente Medio, pero algunos observadores han señalado su tono brusco con respecto a la situación humanitaria en Gaza como una señal de que puede ser más dura con Israel de lo que ha sido Biden.
Harris fue noticia en marzo cuando pidió un “alto el fuego inmediato” en Gaza, aunque su llamado estaba en línea con la posición de la administración, que apoya la liberación de rehenes a cambio de una pausa en los combates.
También arremetió contra Israel por los problemas para entregar ayuda humanitaria a los habitantes de Gaza y dijo en un discurso: “No hay excusas”.
Y a principios de este mes, Harris dijo en una entrevista que los manifestantes propalestinos y anti-israelíes en los campus universitarios estadounidenses estaban “mostrando exactamente cuál debería ser la emoción humana” acerca de la guerra, aunque señaló que “hay cosas que algunas de las protestas están diciendo que lo rechazo absolutamente”.
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