Australia, Nueva Zelanda y Canadá pidieron este viernes un alto al fuego inmediato en Gaza y que Israel que responda a la Corte Internacional de Justicia, que declaró ilegal su presencia en Judea y Samaria, informó The Times of Israel.
“La protección de los civiles es primordial y un requisito del derecho internacional humanitario. No se puede obligar a los civiles palestinos a pagar el precio de derrotar a Hamás. Debe terminar”, dijeron los líderes, añadiendo que “seguimos siendo inequívocos en nuestra condena a Hamás”.
Los líderes también dijeron que Israel necesita exigir cuentas a los colonos extremistas por los continuos actos de violencia contra los palestinos, revertir su programa de asentamientos en Judea y Samaria y trabajar hacia una solución de dos estados.
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La Embajada de Israel en Australia dijo el jueves que condenaba los actos de violencia contra las comunidades palestinas.
El viernes pasado, la Corte Internacional de Justicia dijo que la ocupación israelí de los territorios palestinos y sus asentamientos allí son ilegales y deben ser retirados lo antes posible, su conclusión más firme hasta la fecha sobre el conflicto israelí–palestino.
Los líderes de Australia, Canadá y Nueva Zelanda pidieron a Israel que “responda de manera sustancial” al fallo del 19 de julio de la CIJ sobre la ilegalidad del control militar de Israel sobre Judea y Samaria, la Franja de Gaza y Jerusalén Este.
El Ministerio de Asuntos Exteriores rechazó la opinión de la CIJ como “fundamentalmente errónea” y unilateral, y reiteró su postura de que un acuerdo político en la región sólo puede alcanzarse mediante negociaciones.
Israel capturó Judea y Samaria, la Franja de Gaza y Jerusalén Este -áreas que los palestinos ahora quieren para un Estado- de Jordania y Egipto en la Guerra de los Seis Días de 1967.
Las Naciones Unidas y la mayor parte de la comunidad internacional consideran que las áreas están ocupadas ilegalmente. Israel rechaza el argumento, diciendo que sus asentamientos están en tierras en disputa.
La declaración conjunta de Ottawa, Canberra y Wellington, la segunda desde febrero, expresó su preocupación por la escalada de violencia con Hezbolá en la frontera de Israel con el Líbano, y dijo que el riesgo de una guerra regional más amplia hacía que un alto el fuego en Gaza fuera aún más urgente.
La declaración de los líderes se produjo horas después de que la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, instara al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a alcanzar un acuerdo de alto el fuego en Gaza que aliviaría el sufrimiento de los civiles palestinos y liberaría a los rehenes restantes, adoptando un tono algo más duro que el del presidente estadounidense, Joe Biden.
El jueves, Canberra anunció sanciones contra 7 colonos extremistas a quienes la ministra australiana de Asuntos Exteriores, Penny Wong, acusó de ataques violentos contra palestinos, incluidas “palizas, agresiones sexuales y torturas a palestinos que resultaron en lesiones graves y, en algunos casos, la muerte”.
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