Otro cuadro de Schiele robado por los nazis regresa a los herederos de Fritz Grünbaum, inspirador de “Cabaret”

(JTA) — Por tercera vez desde septiembre, Timothy Reif se encontró de pie en la Oficina del Fiscal de Distrito de Nueva York para aceptar un dibujo modernista que los nazis saquearon de su familia.

JACKIE HAJDENBERG

Con él en la habitación estaba un pariente de otra familia que sobrevivió a los nazis y que, en un giro inusual en los esfuerzos de restitución del Holocausto, eran los dueños de la obra de arte robada. A diferencia de los museos y coleccionistas que han luchado en los tribunales para retener la posesión de las obras de arte saqueadas por los nazis, ambas familias se sintieron satisfechas el viernes de ver que el dibujo regresaba a sus legítimos herederos.

“En uno de los momentos más oscuros de la historia del mundo, todo terminó”, dijo Reif a JTA después de producirse la entrega. “Hay un centro de gravedad moral, hay un sentido ético y un sentido religioso, y hay generosidad que surge de algo que era fundamentalmente malvado. Así que que eso suceda es increíble”.

Recuperar la obra de arte llevó décadas

Reif y sus familiares han pasado incontables horas a lo largo de las décadas luchando en los tribunales para recuperar la vasta colección de arte que una vez perteneció a su antepasado, el artista de cabaret judío vienés Fritz Grünbaum. Recientemente, han tenido éxito, recuperando 11 obras del expresionista austríaco Egon Schiele de museos y colecciones privadas de todo el país.

El dibujo de Schiele que se encuentra en el centro de la ceremonia del viernes —“Mujer desnuda sentada, vista frontal”— había estado colgado hasta hace poco en la casa del economista judío Gustav Fritz Papanek, que nació en Austria en 1926 y no sabía que la obra había sido robada. El tortuoso camino que recorrió desde Grünbaum, pasando por los nazis, hasta Papanek, y ahora de vuelta a los descendientes de Grünbaum, refleja las complejidades que persisten en la saga del arte saqueado por los nazis casi ocho décadas después del fin del Holocausto.

“Creemos que devolver el dibujo es lo correcto”, dijo la familia de Papanek en un comunicado. “Somos afortunados de que nuestra familia… haya podido disfrutar viendo esta obra de arte a diario. La experiencia de las dos familias sirve como otro recordatorio más de la maldad y la brutalidad del régimen nazi”.

Se cree que el dibujo es de la esposa de Schiele, Edith, y fue terminado en 1918. Los nazis tildaron la obra de Schiele, como la de muchos otros artistas judíos y modernistas, de “degenerada” y contraria a la ideología nazi. En 1938, el régimen confiscó la colección de arte de Grünbaum, que incluía unas 400 obras, incluidas las de Schiele. Grünbaum y su esposa fueron asesinados más tarde en el Holocausto.

El curador personal de arte de Adolf Hitler fue autorizado a vender obras de arte degeneradas confiscadas, incluidas piezas propiedad de Grünbaum. En 1956, la mayor parte de la colección de Grünbaum estaba en una casa de subastas suiza cuyo propietario falsificó los documentos de procedencia de algunas de las obras robadas y afirmó haberlas obtenido legalmente. Luego fueron vendidas a Otto Kallir, un comerciante de arte judío de Nueva York que comerciaba con arte saqueado por los nazis.

Los padres de Papanek, ambos psicólogos destacados, huyeron de Austria a Francia y luego a Estados Unidos, siempre manteniéndose un paso por delante de los nazis invasores, de los que salvaron a cientos de niños mientras operaban un refugio en Francia. Compraron “Mujer desnuda sentada” en 1961 y se la dieron a Papanek en 1969, pensando que la habían comprado legítimamente.

La familia mantuvo el Schiele colgado en su sala de estar durante muchos años. Cuando ella estaba enferma y postrada en cama, la esposa de Papanek, Hanna, hizo que trasladaran el dibujo a su dormitorio.

Las pruebas del robo no salieron a la luz hasta septiembre de 2022, cuando Papanek murió. El dibujo pasó por un proceso de tasación que descubrió evidencia de documentos de procedencia falsificados. La familia Papanek luego se puso en contacto con los descendientes de Grünbaum, incluido Reif.

“La historia detrás del arte saqueado por los nazis es horrible y trágica, y las consecuencias siguen afectando a las víctimas y a sus familias hasta el día de hoy”, dijo en un comunicado el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien ha trabajado para restituir las obras de Schiele. “Es inspirador ver a las familias Grünbaum y Papanek unirse para reflexionar sobre su historia compartida y preservar el legado de Fritz Grünbaum”.

Bragg añadió: “Quiero agradecer también a la familia Papanek por su disposición a cooperar plenamente durante toda esta investigación, y a los abogados y analistas de nuestra Unidad de Tráfico de Antigüedades por su incansable compromiso con la devolución de estas obras de arte”.

Reif y su familia subastarán la obra con fines benéficos a través de la casa de subastas Christie’s, y las ganancias se destinarán a apoyar a jóvenes artistas. Aunque ya había asistido a ceremonias de entrega similares dos veces antes, Reif seguía mirando el dibujo con reverencia y posaba orgulloso para las fotos frente a él con su hijo.

Reif y la familia Papanek hablaron sobre el daño perpetrado por los nazis a lo largo de generaciones y lo satisfechos que estaban, después de tantos años, de haber enmendado este error.

“Estamos agradecidos de que Gus y Hanna no supieran nada de esto y que hayan disfrutado de esta obra de arte en su casa durante los, no sé, 40 años que estuvo allí, y la disfrutaron mucho”, dijo a JTA un pariente de la familia Papanek, Rocco Orlando. “Así que me alegro de que no hayan tenido que lidiar con un recordatorio más de su historia”.