La vicepresidenta Kamala Harris, que ignoró el discurso del primer ministro Benjamin Netanyahu ante el Congreso y afirma que entiende a los alborotadores pro-Hamás en Estados Unidos, ahora critica abiertamente al primer ministro e Israel, exigiendo que se produzca un alto el fuego inmediato con Hamás, una organización terrorista.
“Así que a todos los que han estado pidiendo un alto el fuego, y a todos los que anhelan la paz, los veo y los escucho”, dijo Harris.
Nadie quiere un alto el fuego y la liberación de los rehenes retenidos en Gaza durante más de nueve meses más que Israel. Pero parece que Harris ha estado escuchando a los líderes de Irán y Hamás en Qatar, quienes, según la inteligencia estadounidense, coordinaron los disturbios antisemitas y pro-Hamás en los campus universitarios y en las calles de casi todas las ciudades de Estados Unidos.
Los agentes del gobierno iraní han trabajado para influir en las protestas estadounidenses contra la guerra en Gaza, dijo la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines: “La gente que trabaja para Irán se ha insertado ‘oportunistamente’ en el movimiento de protesta a través de las redes sociales y otras actividades cibernéticas, haciéndose pasar por activistas en línea y promoviendo, e incluso financiando, manifestaciones públicas”.
Harris ha declarado: “Está bien, los camiones están llevando harina a Gaza. Pero la cuestión es que a mí me gusta cocinar. Así que le dije a mi equipo: No se puede hacer nada con harina si no se tiene agua limpia. Entonces, ¿qué está pasando con eso?”.
¿Alguien le mencionó alguna vez a Harris que es Hamás el que está robando las tuberías de agua para producir cohetes contra civiles israelíes?
Debo ser honesto. Tenía un enorme respeto por la vicepresidenta Harris antes de que boicoteara el discurso del primer ministro. Ella se desempeña como presidenta del Senado. Es su deber asistir al discurso de un primer ministro que visita Estados Unidos.
Es su deber sagrado apoyar a los aliados de Estados Unidos que literalmente dan su vida por la democracia en el extranjero, en lugar de decir: “Las imágenes de niños muertos y personas hambrientas desesperadas que huyen en busca de seguridad, a veces desplazadas por segunda, tercera o cuarta vez. No podemos mirar hacia otro lado ante estas tragedias. No podemos permitirnos volvernos insensibles al sufrimiento y no me quedaré callada”.
¿Sabe Harris que Hamás se esconde detrás de los niños de Gaza? ¿Sabe Harris que muchas de las imágenes que ha visto de niños muertos son en realidad actores pagados por Hamás e Irán? ¿Sabe Harris que en Oriente Medio las negociaciones se llevan a cabo de forma completamente distinta a las de Nueva York, Londres, Washington y San Diego?
No creo que Harris tenga malas intenciones con el pueblo judío. Su marido es judío.
Ha condenado a Hamás. Su empatía es extraordinaria y es una fuente sincera de inspiración para muchos, pero en Oriente Medio –para Irán, Hamás, la Yihad Islámica y Hezbolá– sus sentimientos de preocupación se interpretan como debilidad.
Por eso, cuando el líder de Hamás, Yahya Sinwar, afirma: “Sólo salimos en los titulares con sangre; sin sangre no hay noticias”, Harris se lo cree diciendo: “No me callaré”.
¿Más titulares para Sinwar?
¿Escucha a Israel decir: “Esperamos que no dificulte el logro de un acuerdo sobre los rehenes porque [los comentarios de Harris] dan la apariencia de que hay gran diferencia entre Israel y los Estados Unidos”?
Importancia de la unidad para lograr un acuerdo sobre los rehenes
LA IMPORTANCIA de la unidad respecto al acuerdo sobre los rehenes quedó clara durante la reunión que Netanyahu mantuvo con el presidente Joe Biden, que duró una hora y media.
“Cuanto más vean nuestros enemigos que hay una posición unificada entre Israel y los EE. UU.”, dijo un alto funcionario israelí, más “aumentamos la posibilidad de lograr la liberación de los rehenes y disminuimos la posibilidad de una guerra regional”.
“Cuanto mayor sea la división, más nos alejamos de un acuerdo y, por lo tanto, también aumentamos la posibilidad de un estallido militar”, afirmó el funcionario.
La vicepresidenta Harris necesita una formación intercultural inmediata y urgente sobre las negociaciones de Oriente Medio. Nunca exiges que necesitamos un alto el fuego ahora. Dices: “Israel tiene derecho a defenderse y la forma en que lo haga importa. Lo que ha sucedido en Gaza durante los últimos nueve meses es devastador”.
¿Sabe la vicepresidenta Harris que Israel no inició esta guerra? Debido a sus palabras, muchos de nuestros rehenes no serán liberados por Hamás.
Netanyahu debe llevar profesionales de comunicaciones de crisis interculturales a sus reuniones con funcionarios estadounidenses. Netanyahu, que es quizás el diplomático internacional más experimentado y exitoso, que ha firmado varios tratados de paz regionales, es subjetivo en lo que respecta a muchas de sus propias acciones personales.
Su confianza en Oriente Medio no debe ser tomada como arrogancia en los Estados Unidos. Es necesario que comprenda que Harris y compañía necesitan una información completa y exhaustiva por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel, el Mossad y el Shin Bet.
Harris y Netanyahu deben reunirse nuevamente. Esta vez con profesionales de seguridad interculturales y una botella de vino israelí.
Artículo publicado en The Jerusalem Post
El autor es presidente de Leyden Communications Israel, una organización de comunicaciones de crisis, asuntos públicos y relaciones públicas digitales con oficinas en Nueva York y Ra’anana. Se desempeñó como oficial de la Oficina del Portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel y como consultor sénior en materia de medios de comunicación, comunicaciones interculturales y redes sociales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.
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