“Hezbolá sabía exactamente que apuntaba a los drusos. Pero no tenemos miedo y nos quedaremos”: Nadeem Ammar

El ataque de Hezbolá contra un grupo de niños drusos ha despertado la indignación de la sociedad israelí pero, ¿quiénes son los drusos y qué participación tienen en la sociedad israelí? ¿Por qué se resisten a evacuar sus ciudades, próximas a la frontera con Líbano? Para entender estas y otras cuestiones, conversamos con Nadeem Ammar, un líder comunitario de esta peculiar minoría. 

Nadeem Ammar fue alcalde de Julis, una de las aldeas drusas del norte de Israel que hoy, se unen a Majdal shams para llorar la muerte de 12 niños que fueron alcanzados por un cohete de Hezbolá mientras jugaban futbol en una cancha pública. “No creo que sea un error porque Hezbolá ha estado mandando muchos cohetes hacia civiles en Israel desde el 8 de octubre”, dice en entrevista.

Agrega que, aunque Israel ha logrado derribar la mayor parte de ellos. Esta vez, por desgracia, uno cayó en una cancha deportiva donde muchos niños jugaban.

“Creo que ellos sabían hacia dónde estaban tirando ese misil. Cada vez que lanzan un misil, conocen su destino. Lo mismo podía haber pasado en cualquiera de las ciudades judías que hasta ahora han sido alcanzadas por el fuego de la organización terrorista”.

“Quizás sea un mensaje de Hezbolá: ‘si te quedas corres el riesgo’.” Esto, dado que la población en las ciudades más cercanas a la frontera norte de Israel ha sido advertida por sus propias autoridades de evacuar temporalmente, pero los drusos han decidido quedarse en sus hogares, pues no le temen a Hezbolá.

De esta organización, Ammar dijo que atenta no solo contra los israelíes sino contra su propia población, la mayor parte de la cual, aseguró, quiere vivir sus vida en paz.

Pero el ataque contra Majdal Shams, dijo, “no va a funcionar. He hablado con muchos amigos en los Altos del Golán y nadie piensa irse a ninguna parte. Muchos de los familiares de las 29 personas heridas están aquí, acompañándolas en los hospitales (…). Vemos a toda la comunidad drusa, no solo en los Altos del Golán, muy unida”.

Pero no solo la comunidad drusa: según Ammar, la solidaridad se siente a todo lo largo y ancho de Israel, y abarca a judíos, musulmanes y cristianos que se duelen por la muerte de 12 menores inocentes en un campo de futbol.

“Al final del día vamos a ganar y vamos a continuar con nuestras vidas , nuestras hermosas vidas. Hablo de la belleza de la diversidad de la sociedad israelí. Aquí vivimos juntos judíos, drusos, musulmanes, cristianos, beduinos. trabajamos juntos, comerciamos juntos, nos visitamos, estamos unidos, y esta guerra no va a irrumpir en la belleza de la diversidad de la sociedad israelí“.

Se inquiere sobre si los drusos desean que Israel cobre represalias a Hezbolá por la muerte de los 12 chicos, a lo que el líder comunitario, quien se dice un sionista convencido, responde:

“Desde luego que hay enojo en la comunidad drusa, y hay rabia en la comunidad drusa, (que se pregunta) cómo pudo pasar esto. Nadie entiende cómo unos niños van a jugar futbol y pierden la vida de la manera en que presenciamos. Entonces, hay una llamada a tomar represalias, debe de ser como cuando los hutíes atacaron Tel Aviv y mataron a una persona”.

Es decir, “la comunidad drusa espera que haya una respuesta” pero él entiende que tiene que ser el gabinete de guerra quien decida cómo, cuándo y en dónde ocurrirá la represalia ( De hecho , al día siguiente de esta entrevista, Israel eliminó, en represalia por Majdal Shams, al No. 2 de Hezbolá, en un ataque a Beirut.Y al líder de Hamás, Ismail Haniyeh)

¿Es tiempo de una guerra total contra Hezbolá?, se le pregunta. “No es un asunto que le competa a un civil como yo, ni a los drusos de los Altos del Golán (…). Entiendo el enojo, entiendo la furia, pero eso es asunto de las FDI (…)”.

La prioridad es otra

“En mi opinión personal, Israel debería de hacer todo lo posible para que los rehenes regresen a casa. Y no solo soy yo, la vasta mayoría de los israelíes, el 77% piensa así”. Opina que, antes de pensar en una guerra contra Hezbolá, Israel debe resolver el asunto de los rehenes en el sur.

Para Ammar, una vez que Israel traiga de vuelta a los rehenes deberá dar un golpe ejemplar a Hezbolá y a su líder, Hassan Nasrallah pues, dijo, ellos tienen como rehenes a millones de libaneses. “Lo que hagamos contra Hezbolá y Nasrallah será no solo por el beneficio y el futuro de los israelíes sino también de los libaneses”.

Respecto a si los drusos se han sentido descuidados por el gobierno de Israel, Ammar titubea, busca las palabras precisas y luego acepta que, quizá no por ser drusos, sino por vivir en el norte, “hemos tenido dificultades para transportarnos al centro, a Tel Aviv; la mayoría de las comunidades aquí tienen menos oportunidades de encontrar trabajos que otras”.

“Espero que tras la muerte de 12 soldados héroes drusos, el gobierno de Israel se responsabilice más de la comunidad drusa”.

“El gobierno debe de hacer un programa, durante y después de la guerra, para impulsar a las comunidades drusas (…), que se reúnan con los alcaldes de las ciudades drusas para ver cómo pueden ayudar, cómo pueden mejorar la situación de los pueblos y aldeas drusos”.

Quiénes son los drusos

Fuera de Israel, conforme la noticia del ataque se esparce, más y más gente se pregunta quiénes son estas personas. Se trata de un grupo religioso y una minoría étnica con presencia en varios países del Medio Oriente, en especial Líbano, Siria, Israel y Jordania. La religión de los drusos tiene más de mil años de antigüedad y toma elementos de culturas occidentales y orientales. “Hay drusos que vienen de India”, explica Ammar. “Hay drusos que vienen de Nepal”, continúa. Así que, contrario a lo que se piensa, ellos no se consideran árabes.

“Existe una separación total entre los religiosos y los seculares”, explica Ammar. “A mí no se me permite leer el libro sagrado”, agrega, “porque no soy religioso”. Tampoco puede asistir al sitio sagrado, aunque afirma que se trata de un lugar muy diferente a las sinagogas, las mezquitas o las iglesias.

En general, la religión drusa es secreta, no acepta conversos y no guarda una relación especialmente directa con el islam o con el judaísmo, aunque comparte a algunos de sus profetas.

“Lo que nos hace únicos es que nos respetamos los unos a los otros. La gente religiosa me respeta y yo respeto a la gente religiosa, sus costumbres, que no puedan comer ciertas cosas… Los respetamos, ellos nos respetan, pero hay una separación total entre nuestros estilos de vida. Podemos vivir juntos. Puede haber una esposa religiosa y un esposo secular, o un hijo religioso y uno no religioso… Son las reglas del juego y nosotros las aceptamos”.

Según Ammar, muchos drusos buscaron la nacionalidad israelí tras la cruenta guerra civil que azota a ese país. “Se dieron cuenta de las ventajas del estilo de vida israelí, de la libertad de expresión y de culto, y cada vez más y más optaron por la nacionalidad israelí”. Aunque los drusos hablan las lenguas de los países en los que viven, su identidad étnica está arraigada a su religión.

El único país es Israel

Sin embargo, la relación entre los drusos y los judíos en Israel se remonta a la época de las primeras migraciones sionistas, décadas antes de la creación del Estado de Israel, cuando líderes judíos se reunieron con los drusos para pedirles que construyeran un país juntos. “Cientos y cientos de soldados drusos pelearon la Guerra de Independencia en el ’48”, dice el líder druso y agrega: “mi padre fue uno de ellos”.

Pero en el fondo “los drusos somos gente pacífica. La fe drusa es una fe pacífica. La fe drusa respeta todas las otras fes; la fe drusa respeta a todas las otras comunidades; la religión drusa quiere vivir, quiere la vida“. Pide mirar a Líbano, a Siria, a Irak y a Irán, países dominados por la violencia y carentes de libertades.

“Queremos ser parte de una vida normal, queremos ser parte del futuro, queremos ser parte de la democracia y de la libertad de expresión, y el único país que nos da esa oportunidad es Israel y el pueblo judío”.

Ser sionista sin ser judío

¿Qué significa ser sionista?, se pregunta Ammar y responde: “es aceptar el concepto de que Israel es el Estado del pueblo judío”. También se trata de un país democrático que brinda derechos equitativos a todos sus habitantes, independientemente de su etnia, religión o de cualquier otra condición.

Según Ammar, 100% de los drusos que viven en Israel aceptan eso como una realidad y, por lo tanto, se les puede considerar sionistas.

Por eso le causa molestia la aprobación, en 2018, de la Ley Básica “Israel: Estado-Nación del Pueblo Judío”, y considera que esta afectará no solo a la minoría drusa sino a los judíos mismos, dentro y fuera de Israel. “He hablado con líderes de las comunidades en Europa, en Londres y no están contentos con esta ley”. También confía en que no pase de ser letra impresa y que no se convierta en política pública.

De alguna manera, su idea del sionismo pareciera apoyar de cierta forma el espíritu de la ley que critica, al decir que “aceptamos que este es el país del pueblo judío y nos gustaría que la mayor parte de los judíos del mundo vinieran a vivir a Israel. Nos gustaría ver a todos los judíos en Israel porque, históricamente, es un lugar judío”.

¿Elecciones en Israel ahora?

Nadeem Ammar opina con un categórico “por supuesto” cuando se le pregunta si cree que debería de haber elecciones en Israel próximamente. Dice que cuando las encuestas en un país muestran el descontento popular con el líder, lo más normal es llammar a elecciones, pues cualquier otra actitud sería antidemocrática.

“La gran mayoría de la gente dice ‘no, no estamos felices, no nos representas’, entonces, vámonos a las elecciones y que la gente decida si quiere que siga Netanyahu o que haya un cambio (….). 70% de la gente quiere elecciones: vamos a elecciones”.

En caso de que dichas elecciones se confirmen, el Likud, partido del primer ministro Netanyahu, no podría esperar un gran apoyo de los drusos. De hecho, según Ammar, en las últimas elecciones este grupo social ha votado por opciones distintas al partido de Netanyahu. Con la aprobación en 2018 de la nueva ley, la animadversión hacia el Likud se ha incrementado entre los drusos.

En las últimas tres elecciones, asegura Ammar, los drusos han optado por el partido de Benny Gantz, pero no asegura que la tendencia se mantenga en caso de unas nuevas elecciones. “Estamos viviendo los tiempos más difíciles desde 1948. Dejemos que la gente decida” quién debe conducir al país en una época tan turbulenta.

Una Fundación en memoria del héroe druso Munir Ammar

Antes de despedirse, Ammar habla brevemente sobre la fundación que preside. “Mi hermano era un general brigadier de las FDI (…) y, tristemente, trágicamente, hace ocho años, mientras servía en la Armada, su avión se estrelló y él murió”. El nombre de su hermano era Munir, que en árabe significa “El que ilumina“. En hebreo, “luz” se dice Ohr, y así nombró Ammar a la fundación que creó para honrar el legado de su hermano muerto.

“Su legado fue impulsar al colectivo druso, impulsar a los niños y niñas drusos para que tengan una educación superior. Cuando murió, estaba cursando su doctorado en la Universidad de Haifa”.

“Creemos que para triunfar en Israel, uno de los países más competitivos, tienes que servir en el ejército (…) y tener un título universitario. Con estos dos logros puedes triunfar y ser un orgulloso israelí”.

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