Líder de Hezbolá amenaza a Israel: Van a llorar con lo que les espera en los próximos días

El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, dijo el jueves que Israel había “cruzado líneas rojas” con la eliminación de su No.2 Fuad Shukr, y del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, y que debe esperar “rabia y venganza en todos los frentes que apoyan a Gaza”, informó The Times of Israel.

Afirmando que la lucha había entrado en “una nueva fase”, dijo que los israelíes “llorarán terriblemente” en los próximos días.

Nasrallah habló mientras Israel se prepara para la respuesta de Hezbolá, así como para la represalia iraní a raíz de la muerte del jefe político de Hamás, Haniyeh, en Teherán a primera hora del miércoles.

Jerusalén no ha asumido la responsabilidad de esto último, pero ha sido culpado por Teherán y Hamás.

La eliminación de Shukr el martes fue el golpe más grave al grupo terrorista respaldado por Irán en casi dos décadas y amenazó con convertir los intercambios de represalias en la frontera entre Israel y el Líbano en paralelo con la guerra de Gaza en un conflicto regional en toda regla.

En un discurso televisado en el funeral de Shukr, Nasrallah dijo que Hezbolá está “pagando el precio de su apoyo a Gaza y al pueblo palestino”, pero dijo que el grupo ya había superado la fase de apoyo y declaró una “batalla abierta en todos los frentes”.

Nasrallah dijo que ha ordenado a las fuerzas de Hezbolá en el sur del Líbano que frenaran los combates el miércoles y el jueves, pero que los reanudarán con mayor intensidad el viernes, y reiteró que la única manera de terminar la guerra en el frente libanés es que Israel detenga su “agresión” en Gaza.

Nasrallah repitió la afirmación de Hezbolá -rechazada por Israel y los EE. UU.– de que el grupo terrorista no está detrás del ataque con cohetes del sábado contra la ciudad drusa de Majdal Shams en los Altos del Golán en el que fueron asesinados 12 niños y adolescentes.

Afirmó que Hezbolá habría admitido si hubiera cometido un error y hubiera matado civiles, y sugirió que podría haber sido un interceptor israelí el que impactó en Majdal Shams.

Los expertos en armas han dicho que todas las pruebas apuntan a un cohete del Líbano que impactó en el campo de fútbol y mató a los niños.

El líder de Hezbolá argumentó que el asesinato de Shukr no fue en realidad una respuesta al incidente de Majdal Shams sino más bien un acto de guerra.

Nasrallah dijo que países no identificados habían pedido a su grupo que tomara represalias de una manera “aceptable”, o que no tomara represalias en absoluto.

Pero dijo que sería “imposible” que el grupo no respondiera. “No hay discusión sobre este punto. “Lo único que se interpone entre nosotros y ustedes son los días, las noches y el campo de batalla”, añadió Nasrallah en una amenaza a Israel.

“No estoy diciendo que nos reservemos el derecho de responder en el momento y lugar apropiados”, dijo Nasrallah. “Absolutamente no. Responderemos. Eso es definitivo”.

Shukr era considerado el segundo en importancia en Hezbolá, después de Nasrallah, pero el jefe terrorista minimizó el impacto que su asesinato tendría en el funcionamiento de la organización.

“Cuando uno de nuestros comandantes se convierte en mártir, es reemplazado rápidamente. Tenemos una excelente nueva generación de comandantes”, dijo.

Además, negó que la presión militar sobre Hamás, Hezbolá u otros grupos respaldados por Irán los hiciera rendirse.

“La aspiración de Benjamín Netanyahu es que Hamás le diga: ‘Ven, aquí están los rehenes y las armas’. Eso no sucederá. No nos rendiremos, ni en Gaza, ni en el Líbano, ni en Yemen”.

Nasrallah predijo que los israelíes “llorarán terriblemente, porque no saben qué líneas rojas han cruzado”.

También dijo que Irán considera que la eliminación de Haniyeh, ocurrida mientras estaba siendo recibido en Teherán durante los actos de investidura presidencial del régimen, constituye “un ataque a su seguridad nacional y soberanía”.

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