Kamala Harris integra a su campaña a musulmana anti-Israel

La campaña Harris 2024 ha nombrado a Nasrina Bargzie como nueva líder de comunicación para involucrar a los votantes musulmanes y árabes, según NBC News el martes.

Nasrina Bargzie trabajó como asesora de políticas en la oficina de la vicepresidenta Kamala Harris en la Casa Blanca y es más conocida por sus opiniones polémicas sobre temas relacionados con Israel y Palestina, que han generado tanto críticas como elogios.

La medida ha provocado controversia debido a sus declaraciones anteriores sobre Israel y los estudiantes judíos.

En una serie de declaraciones y escritos, ha desestimado las preocupaciones de los estudiantes judíos sobre el antisemitismo en los campus como “intimidación legal organizada”. Las preocupaciones respondían a las demandas de estudiantes judíos contra las universidades por la retórica hostil contra Israel que percibían en el campus. La nueva jefa de prensa alegó que eran intentos de silenciar el activismo pro palestino, afirmando que no eran amenazantes sino expresiones legítimas de discurso político.

Nacida en Kandahar, Afganistán, Bargzie vivió en una zona de guerra durante la guerra soviética-afgana y luego pasó tres años como refugiada en Pakistán antes de mudarse a California en 1985. Se graduó de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley en 2005 y fue miembro de la Orden de la Cofia.

Fue asistente del juez William A. Fletcher y trabajó en cuestiones de seguridad nacional y derechos civiles en la ACLU y Asian Americans Advancing Justice. También dio conferencias en la Facultad de Derecho de Stanford. Como asesora asociada de la vicepresidenta Kamala Harris, asesoró sobre cuestiones musulmanas, árabes y de la Franja de Gaza y contribuyó a la formulación de políticas sobre derechos reproductivos, votación y democracia.

Su controvertida postura se extendió a la defensa de grupos estudiantiles extremistas como Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP), a la vanguardia del activismo pro palestino en muchos campus universitarios de Estados Unidos. El grupo organiza eventos como la “Semana del Apartheid Israelí“, destacando supuestos abusos de los derechos humanos de Israel contra los palestinos. Exhiben “muros de apartheid” simulados, distribuyen “avisos de desalojo simulados” para reproducir las experiencias de los palestinos y ponen en escena “puestos de control simulados” para simular la presencia del ejército israelí en territorios palestinos.

En 2013, Bargzie se desempeñó como abogada del Advancing Justice-Asian Law Caucus (ALC). Fue una de las abogadas que hicieron que la Oficina de Derechos Civiles (OCR) del Departamento de Educación (DOE) cerrara tres investigaciones contra tres escuelas de la Universidad de California, que alegaban que el activismo por los derechos palestinos creaba un clima antisemita.

“Las campañas organizadas de acoso legal han fracasado”, dijo Bargzie en 2013 después de defender a los estudiantes “cuyo activismo fue analizado en las investigaciones”, según un comunicado oficial.

Para muchos estudiantes y organizaciones judías, estos eventos no solo tienen una carga política, sino que también contribuyen a un ambiente hostil en los campus. Sin embargo, la nueva designada de campaña de Harris defiende el derecho de SJP a estas actividades, alegando libertad de expresión política que no debe confundirse con discurso de odio o acoso. Critica las investigaciones federales sobre estas actividades en el campus, sugiriendo que pueden suprimir la libertad de expresión en vez  de proteger a los estudiantes del acoso.

“La amenaza de investigaciones obliga a las universidades a la autocensura o la regulación excesiva de las actividades estudiantiles”, sugiriendo que la presión legal de las denuncias puede intimidar a las instituciones a que restrinjan la libertad de expresión para evitar posibles investigaciones.

“Las organizaciones que han presentado o amenazado con presentar estas denuncias han exhibido este efecto amedrentador como una victoria, incluso cuando las denuncias resultan ser fácticamente infundadas o legalmente infundadas”, afirmó.

Bargzie analiza cómo el uso estratégico de las denuncias legales afecta desproporcionadamente a las comunidades marginadas, reforzando la idea del acoso legal.

La semana pasada, FrontPage Magazine, argumentó en un artículo que Bargzie tiene antecedentes de defensa de individuos y grupos asociados con el terrorismo islámico, incluida la participación en la ACLU (Unión Estadounidense por las Libertades Civiles) y CAIR (Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas); esto se basa en información pública. El periodista David Greenfield destacó sus acciones en defensa de los partidarios de Hamás y su oposición a las investigaciones sobre antisemitismo en los campus universitarios. También cuestionó cómo pasó una verificación de antecedentes para su papel en la administración, dada su historia y sus vínculos familiares con Afganistán.

Según Greenfield, “Después de beneficiarse del programa de Reubicación de Refugiados, culpó a Estados Unidos por haber creado a los refugiados”.

Además: “Nasrina Bargzie acusó a los estudiantes y organizaciones judías de ‘acoso legal organizado’ por demandar a las universidades”.

El periodista afirmó: “Pasó la verificación de antecedentes porque quienes realizan las verificaciones ya no ven el terrorismo islámico como una señal de alerta”.

El artículo retrató a Bargzie como una figura preocupante dentro de la administración, lo que generó inquietud sobre su influencia y las implicaciones más amplias para la seguridad nacional y las relaciones con la comunidad judía.

Breitbart publicó el martes un artículo que tituló Informe: El enlace musulmán de Kamala Harris tiene opiniones radicales y luchó contra estudiantes judíos.

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