El presidente estadounidense Joe Biden renunció en julio a la candidatura por la reelección durante la campaña presidencial. Inmediatamente, varios nombres comenzaron a sonar para sustituir a Biden y pelear por la presidencia estadounidense a partir del 2025.
Finalmente la elegida por el Partido Demócrata fue la actual vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, quien aceptó la nominación presidencial de manera oficial el pasado jueves 22 de agosto.
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En la actualidad, las posiciones de los candidatos en relación con el conflicto entre Israel y Hamás tienen un impacto significativo en su apoyo popular. Un amplio sector de la población estadounidense, en particular aquellos de inclinaciones progresistas, expresan desacuerdo con la política actual de la administración de
Biden en Oriente Medio y la ayuda económica y militar al Estado de Israel.
Kamala Harris se muestra como una candidata con una postura más centrada que Trump, es por eso que la izquierda la percibe como una esperanza.
Harris fue la primera persona en la administración de Biden en pedir un alto al fuego inmediato, declarando también en su momento que el gobierno de Netanyahu debe hacer más para aumentar el flujo de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.
En una entrevista, Kamala mencionó que los estudiantes protestantes a favor de Palestina están mostrando exactamente cuál debería ser la emoción humana en respuesta a la situación en la Franja de Gaza. Aunado a ello, cuando Netanyahu visitó Estados Unidos, Kamala no asistió a su discurso, supuestamente debido a que se presentó a un evento de su campaña presidencial en Indianápolis.
En contraste, el esposo de Kamala Harris es judío, y se ha involucrado políticamente en temas relacionados al antisemitismo en Estados Unidos. Kamala también recibe el apoyo de importantes grupos de interés judíos, y tiene conexión con el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel (AIPAC).
La realidad es que se espera que Harris continúe con la campaña de Joe Biden, pues es casi improbable que impulse cambios radicales en la tradicional relación entre Israel y Estados Unidos. Pese a ello, es probable que si la actual vicepresidenta resulta electa, sea más considerada con los derechos de los palestinos, y cuestione los métodos de Netanyahu en mayor medida de lo que Biden lo ha hecho.
En cuanto a sus declaraciones, Kamala ha dicho que Israel tiene derecho a defenderse, y que Hamás debe ser eliminado. También ha condenado a los estadounidenses que se asocian ideológicamente con Hamás y ha mencionado que cree que las relaciones entre Estados Unidos e Israel son inquebrantables.
Las encuestas indican que las elecciones serán sumamente cerradas, pues Donald Trump se mostraba como claro ganador, sin embargo eso ha cambiado desde que Kamala está al frente del Partido Demócrata.
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