Irán y Hezbolá amenazaron semanas atrás con atacar al Estado de Israel en respuesta a la eliminación de Fuad Shukr, quien era el comandante de mayor rango de Hezbolá.
La organización terrorista chiíta Hezbolá ha lanzado casi 8,000 cohetes y misiles al Estado de Israel en una dosis diaria desde hace más de 10 meses, asesinando a decenas de civiles en el norte de Israel. No obstante, Hezbolá había advertido durante semanas sobre un ataque a gran escala.
Debido a dichas amenazas el Estado judío se ha encontrado en estado de alerta, y numerosas aerolíneas comerciales han cancelado sus vuelos hacia Israel.
Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes declaró que se toman con seriedad las amenazas de sus enemigos, y que están muy bien preparados tanto en ataque como en defensa.
La veracidad de la declaración de Hagari quedó demostrada el sábado 24 de agosto, cuando las Fuerzas de Defensa Israelíes identificaron en 40 zonas distintas de Líbano a miembros de Hezbolá preparándose para lanzar cohetes y misiles a territorio israelí, y a modo de ataque preventivo, miles de puntos de lanzamiento fueron bombardeados y destruidos.
De cualquier forma, Hezbolá lanzó un ataque el domingo 25 de agosto; la magnitud del ataque fue reducida gracias a la operación defensiva de las Fuerzas de Defensa Israelíes.
El objetivo principal de la operación bélica de Hezbolá era impactar contra una base militar cerca de Tel Aviv.
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