El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo este jueves que ha iniciado el proceso de preguntar a los Estados miembros si quieren imponer sanciones a “algunos ministros israelíes”, informó The Times of Israel.
Borrell no nombró a los ministros, pero probablemente se refería al ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha, Itamar Ben Gvir, y al ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, a quienes ha sugerido sancionar en el pasado.
“Inicié el procedimiento para preguntar a los Estados miembros si consideran apropiado incluir en nuestra lista de sanciones a algunos ministros israelíes [que] han estado lanzando mensajes de odio inaceptables contra los palestinos y proponiendo cosas que claramente van en contra del derecho internacional”, dijo Borrell a los periodistas antes de una reunión con los ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Bruselas.
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En una publicación en X a principios de este mes, Borrell condenó los comentarios de los dos ministros y dijo: “Las sanciones deben estar en la agenda de la UE”.
Se refirió a las “siniestras declaraciones” de Smotrich, que había sugerido que sería “moral” matar de hambre intencionalmente a dos millones de habitantes de Gaza hasta que Hamás libere a los rehenes, y a los repetidos llamados de Ben Gvir para que se retenga el combustible y otra ayuda al enclave.
Israel ha dicho que busca minimizar las muertes de civiles y subraya que Hamás utiliza a los civiles de Gaza como escudos humanos, combatiendo desde zonas civiles, incluidas viviendas, hospitales, escuelas y mezquitas.
Sin embargo, muchos países y organizaciones han acusado a Israel de violar el derecho internacional, incluida la Convención sobre el Genocidio, durante su campaña, incluso al retener intencionalmente la ayuda alimentaria, una acusación que Israel niega enérgicamente, señalando los esfuerzos para facilitar la entrega de ayuda al enclave.
Los críticos a menudo citan las declaraciones de funcionarios israelíes, aunque no necesariamente los que establecen la política de guerra, como prueba de la intención genocida o como violaciones en sí mismas, lo que indica un fracaso de Israel a la hora de prevenir y castigar la incitación al genocidio, como exige la convención.
El mes pasado, funcionarios estadounidenses dijeron que la administración Biden había considerado incluir a Ben Gvir y Smotrich en sus propias sanciones contra los extremistas israelíes acusados de atacar a los palestinos en Judea y Samaria. Dos funcionarios estadounidenses dijeron que la idea se planteó varias veces.
El presidente estadounidense, Joe Biden, rechazó la idea, argumentando que Estados Unidos no debería sancionar a los funcionarios electos.
Pero la propuesta resurgió a medida que continúan los ataques de extremistas israelíes a palestinos y las autoridades israelíes siguen tomando medidas para expandir su presencia en Judea y Samaria.
La UE, así como Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Francia han sancionado a los colonos violentos en los últimos meses, a raíz de un aumento de incidentes en Judea y Samaria desde el 7 de octubre y un máximo de 15 años en 2023.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, no adoptó una postura clara sobre el llamado de Borell en ningún sentido, y se limitó a decir que las cosas deben examinarse cuidadosamente caso por caso para evaluar “¿cuáles son las acusaciones? ¿Son estas acusaciones suficientes para incluirlas en la lista de sanciones?”
Subrayó que cualquier decisión de imponer sanciones requeriría un apoyo unánime.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Micheal Martin, dijo que el bloque necesita repensar sus vínculos con Israel, acusando a Israel de atacar deliberadamente a civiles en Gaza.
“Esta es una guerra contra los palestinos, no sólo contra Hamás. El nivel de víctimas civiles y muertos es inconcebible”, dijo Martin a los periodistas. “Es una guerra contra la población. No tiene sentido tratar de amañarla”.
Martin dijo que una opinión legal emitida por la Corte Internacional de Justicia de que la “ocupación” de Gaza y Judea y Samaria por parte de Israel es ilegal obliga a la UE a tomar medidas.
Los palestinos lo han aclamado como “un momento decisivo para Palestina, para la justicia y para el derecho internacional”.
“No podemos seguir como si nada hubiera pasado”, dijo Martin. “Para nosotros es muy claro que se ha violado el derecho internacional humanitario”.
Los vínculos entre la UE e Israel –que son importantes socios comerciales– se rigen por un llamado Acuerdo de Asociación.
Irlanda y España han estado presionando a sus socios de la UE para que examinen si Israel ha violado las reglas.
La UE es el principal proveedor mundial de ayuda a los palestinos, pero tiene poca influencia sobre Israel, en particular porque los 27 países miembros están profundamente divididos en su enfoque.
Austria, Alemania y Hungría son firmes partidarios de Israel, mientras que Irlanda y España son más abiertos en su apoyo a los palestinos.
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