Todos los domingos desde el fatídico 7 de octubre, un grupo de personas judías y no judías caminan para pedir la liberación de los rehenes secuestrados por el grupo terrorista Hamás.
BETINA SAADIA
Este grupo es parte de una iniciativa mundial “Run for their lives. Bring them home now”, con más de 200 sedes alrededor del mundo.
Los objetivos principales de ese movimiento son demostrar apoyo a los familiares de los secuestrados, por lo cual cada semana se toma una foto y se graba un video que se envía con todo el material de los demás grupos a los familiares en Israel.
Por otro lado, también se busca crear conciencia sobre este tema durante el recorrido de alrededor de una hora a las personas que se encuentran en las calles. Para alcanzar este objetivo, los participantes llevan carteles con fotos de los secuestrados.
Por último, esta es una iniciativa que, a los participantes, les ha servido para sentir que hacen algo para apoyar a los familiares de secuetsrados que sufren este enorme flagelo y no quedarse callados frente a esta injusticia.
Todos los domingos son marchas silenciosas, muy respetuosas, apolíticas, donde se trata de no provocar ni responder a cualquier tipo de provocación. Siempre, al finalizar, el deseo de todos es de que sea la última caminata, esperando que todos los secuestrados regresen a casa y ya no se necesite pedir su liberación.
Por lo general son caminatas tristes, porque se recuerda el dolor tan profundo que viven los familiares de los secuestrados que viven ya más de 335 días en cautiverio.
Sin embargo este domingo 1º de septiembre fue distinto, ya que las lágrimas y el sufrimiento llegaron a niveles impensables.
Y es que, el domingo pasado, la caminata se realizó horas después de que encontraran, en algún tunel de Gaza, los cuerpos de seis víctimas inocentes: secuestrados asesinados a quemaropa por sus verdugos de Hamás.
La tristeza y el horror eran inmesurables porque, a estas pobres almas, después de vivir más de 330 días, icontables torturas, de haberse visto privados de su libertad, fueron asesinados de la forma más vil y cobarde.
Es indescriptible lo que se puede llegar a sentir cuando se piensa que no puede suceder nada peor y que la maldad sorprende con una perversidad escalofriante.
Este domingo, en memoria de las 6 secuestrados, se leyó antes de empezar la caminata una breve semblanza de ellos y se recitó el Kadish, el rezo que se recita a los muertos.
A pesar de las dolorosas circunstancias, al final como siempre se cantó el “Hatikva”, el himno a la esperanza porque aún frente a la peor oscuridad, sigue vivo el anhelo de que vengan tiempos mejores.
La invitación queda abierta a quienes quieran sumarse a esta iniciativa. La cita es todos los domingos (hasta que se liberen todos y cada uno de las 101 seres inocentes que siguen secuestrados por Hamás) a las 10:30 hs.
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¡RUN FOR THEIR LIVES. BRING THEM HOME NOW !
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