El martes 17 de septiembre, miles de dispositivos de comunicación por radio conocidos como beepers, explotaron simultáneamente en posesión de miles de terroristas de Hezbolá. Al día siguiente ocurrió la misma situación con walkie-talkies también utilizados por miembros de la organización terrorista.
La situación fue inicialmente interpretada por los medios de información como un ciberataque hecho por Israel; sin embargo, posteriormente se descubrió que los servicios de inteligencia israelíes lograron interferir en la cadena de producción de los dispositivos, incorporando explosivos en sus baterías con un interruptor que permitía su detonación a distancia.
Los beepers utilizados por Hezbolá fueron comprados a la empresa Gold Apollo de Taiwán, y fueron manipulados por Israel antes de que fueran entregados en Líbano, hace más de 5 meses.
El fundador de la empresa taiwanesa mencionó que Gold Apollo no se encarga de la fabricación de los dispositivos y le adjudicó la responsabilidad a la firma BAC Consulting de Budapest, Hungría.
El portavoz del gobierno de Hungría mencionó que los beepers nunca estuvieron en territorio húngaro, pues, acorde a su declaración, la empresa BAC es solo un intermediario comercial, que no cuenta con establecimientos de fabricación dentro del país.
En cuanto a los dispositivos que explotaron el miércoles, el Ministerio de Comunicaciones del Líbano mencionó que los walkie-talkies eran un modelo descontinuado fabricado por la empresa japonesa ICOM. Aunado a ello, los dispositivos no estaban registrados bajo una licencia oficial.
Actualmente, existe un vacío de información pública respecto a cómo pudo haber manipulado los dispositivos el Estado de Israel.
Por ahora, solo existen especulaciones basadas principalmente en información revelada por agencias de inteligencia estadounidenses a medios de comunicación locales.
Las fuentes de inteligencia estadounidense indican que la operación israelí involucró a empresas fantasma dirigidas por el Mossad, las cuales se hicieron pasar por entidades legítimas que fabricaban los dispositivos de comunicación por radio que fueron entregados a Hezbolá.
Hasta el momento, las autoridades gubernamentales de Israel no han hecho declaraciones oficiales respecto al ataque. Mientras tanto, Hezbolá emitió un comunicado en donde culpó al Estado de Israel por el ataque y prometió que habrá una respuesta.
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