Sucot y la belleza: Las prácticas más importantes de la festividad

Cuando se nos pide hacer una mitzva (mandato) difícilmente el Talmud o la Torá especifican que debe ser hecha con belleza. El elemento estético claramente está presente, el reflejo de la luz en la vela de Havdalá o el rojo del vino en la copa de Shabat son claramente bellos, pero en ningún momento se nos pide que lo sean o se remarca su belleza. No es así con Sucot, ésta es una de las pocas festividades dónde se nos pide incluir la belleza a nuestra práctica, parte del ritual involucra que busquemos una fruta nos sea bella. Y en efecto se le podría llamar a Sucot una de las festividades más bellas del calendario judío. Todo gira en torno al placer y los sentidos, al encuentro con lo secillo y a el apreciar el tiempo que tenemos como seres vivos. Para conocer a fondo la festividad es importante entender las tradiciones y mandatos que se realizan en ella, las siguientes son cico de las prácticas más importantes.

La Sucá

Una de las tradiciones más importantes de Sucot, quizás la más importante y de la cuál toma su nombre la festividad es la Sucá. Durante siete días salimos de nuestra casa para habitar una cabaña construida por nosotros la cual toma el nombre de Sucá. El techo es de elementos naturales (ramas, hojas, palmas o bambú) y no puede estar fijo a la estructura, hipotéticamente un viento fuerte podría volarlo y no protege a la persona de la lluvia. Es básicamente nuestra morada temporal por una semana.

A través de ella entramos en contacto con nuestra inmediatez, con la naturaleza y con el mundo que nos rodea. Representa a la vez las nubes de gloria que guiaban al pueblo de Israel en el desierto, el Tabernáculo y las tiendas en las que vivieron durante cuarenta años. Es a la vez la protección de la divinidad y el desamparo del que no tiene casa y habita una tierra de forma temporal. Es la manifestación de la fe puesta en práctica. Nos enseña a disfrutar del momento, de la compañía, de lo más básico y nos da la certeza de que podemos afrontar la adversidad a través de la alegría. La sencillez de su construcción suele ser reflejo de su belleza, además la gente se esmera por decorar y volver agradable su interior.

Las cuatro especies de Sucot

La siguiente tradición que caracteriza a la festividad es la que se conoce como “las cuatro especies”. Durante la semana que dura la festividad tomamos en nuestras manos cuatro elementos naturales (las ramas de una palmera, hojas de un mirto, las hojas de un sauce y un cítrico conocido como etrog) y dentro de la Sucá hacemos movimientos hacia los cuatro puntos cardinales, dichas especies también son usadas durante los servicios.

Aquí es que se hace referencia a la belleza: el etrog debe ser bello, debe ser llamativo a la vista, debe tener un aroma agradable y también se habla de la dulzura de su sabor. Igualmente las otras especies cada una tiene la característica que la distingue, la forma, el sabor, el aroma, etc. Hay muchos significados que se le asignan a estas especies pero en general se habla de una de dos cosas la unidad del pueblo de Israel o la unidad de la humanidad. Se dice que unos redimen a otros el etrog con su aroma, sabor y elementos visuales a la especie que carece de ambos y esa misma también al etrog. Sí somos vistos frente a D-os los humanos entre todos generamos una unidad que nos vuleve completos frente a la existencia.

Las cenas y los invitados

Durante toda la semana que dura Sucot se acostumbra hacer cenas celebratorias y cada día se le deja un lugar en la mesa “al invitado de honor”. Ésta es una costumbre cabalística, simbólicamente Moisés, Aaron, David, Jacobo, Isaac, José y Abraham comen con nosotros, cada uno de ellos representan las sefirot de D-os y cada día nos enfocamos a cultivar una sefirá distinta.

Ecclesiastés

Finalmente durante esta festividad se lee el libro de Ecclesiastés (Kohelet en hebreo) en él se recuerda el gozo de la vida en aquello que es momentáneo y perecedero, en él también se habla mucho del disfrute y la belleza.