Efraim Palvanov – Ferenc Hoffman (1924-2005) nació en Budapest, Hungría, en el seno de una familia judía laica. Le gustaba escribir desde muy joven, y ganó un premio por una novela que escribió cuando aún estaba en el instituto. También era un ávido jugador de ajedrez. Durante la Segunda Guerra Mundial, primero fue expulsado de la universidad antes de ser encarcelado en varios campos de concentración, terminando en el campo de exterminio de Sobibor. Una de las maneras en que sobrevivió fue retando a los guardias a partidas de ajedrez. Otra, manteniendo su sentido del humor.
Tras el Holocausto, se hizo llamar Franz Kishunt, y estudió escultura e historia del arte, al tiempo que escribía sátiras. En 1949 escapó de la Hungría comunista e hizo aliá, convirtiéndose en “Ephraim Kishon”. Fue un sionista apasionado y defendió firmemente el Estado de Israel durante el resto de su vida, a menudo menospreciado por los medios de comunicación por sus opiniones de línea dura.
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A los dos años de establecerse en Tierra Santa, Kishon hablaba hebreo con fluidez (literalmente copió a mano un diccionario entero) y empezó a escribir sátiras para varios periódicos. Su columna más famosa fue Had Gadya en el diario Ma’ariv, que escribió casi a diario durante más de 30 años. Kishon pronto se convirtió en el humorista más grande y famoso de Israel. También escribió obras de teatro populares, una ópera y libros que se han traducido a unos 40 idiomas, entre ellos ¡Sentimos haber ganado! sobre la Guerra de los Seis Días. En la década de 1960, Kishon entró en el mundo del cine. Escribió, dirigió y produjo cinco películas, la primera de las cuales fue Sallah Shabbati, aclamada por la crítica, que narraba la lucha de los refugiados judíos mizraji en Israel.
La película ganó un Globo de Oro y fue nominada al Oscar, convirtiendo a Kishon en el primer israelí con esa distinción. (La película también lanzó la carrera internacional del actor israelí Chaim Topol, más famoso por interpretar a Tevye en El violinista en el tejado). La cuarta película de Kishon, El policía, también ganó un Globo de Oro y fue nominada al Oscar. No es de extrañar que se atribuya a Kishon el mérito de abrir el cine israelí al mundo y allanar el camino de los israelíes a Hollywood. Ganó una larga lista de premios, entre ellos el Premio Bialik y el Premio Israel. Fue campeón de billar, pionero en el ajedrez por computadora e incluso creó un juego de mesa (Havila Higiya) muy popular en Israel. Kishon ha sido llamado el “padre de la sátira israelí”, e inspiró a toda una generación de humoristas israelíes.
Fuente: Jew of the Week
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