¿Por qué D-os tiene más de un nombre en la Torá?

La espiritualidad puede ser definida desde muchísimos ángulos y definitivamente incluye muchas de las características y habilidades que tenemos al ser humanos, como la racionalidad o las emociones. Dependiendo de la tradición o corriente a la que uno pertenezca se valora una sobre la otra, pero lo que definitivamente no puede ser descartado es que ante todo cualquier tipo de espiritualidad implica una vivencia, implica la relación con el mundo y con uno mismo. Por ello, cualquier camino espiritual genuino está siempre abierto al cambio y abierto al crecimiento.

Los dogmas, las historias, los pensamientos son pautas a las que nos acercamos para definir y entender el mundo que nos rodea y aunque es natural querer volverlas premisas fijas e inamovibles, las mismas tradiciones religiosas rechazan dicha postura y nos enseñan que el mayor crecimiento es vivencial, que a lo que aspiramos en ellas es a construirnos como personas antes que fijar un concepto. En el judaísmo, la historia del hombre con D-os parte del mismo principio. Si bien creemos en verdades reveladas, esas revelaciones nunca son absolutas o cerradas. Esto lo podemos apreciar en los múltiples nombres que D-os toma dentro de la Torá.

Los nombres de D-os

A través de los comentarios podemos entender con mayor profundidad uno de los pasajes más enigmáticos de la Torá. En Shemot (Éxodo) cuando D-os le pide a Moisés liderar a los judíos también le dice que “Aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacobo como D-os Todopoderoso [E-l Shaddai], pero con Mi nombre Hashem no me di a conocer frente a ellos” (Éxodo 6:3). ¿Qué quiere decir todo esto? A los tres patriarcas les reveló el nombre de Hashem, ¿por qué el texto dice que no lo conocían? y ¿por qué usar distintos nombres para D-os?, ¿qué quiere decir cada uno?

La respuesta es que los nombres son formas en que D-os se manifiesta en el mundo, pero para que sean realmente “conocidos” tienen que ser vividos. Es decir, cuando decimos que vemos a D-os bajo tal nombre, en realidad decimos que el mundo en el que vivimos se comporta de determinada manera que apreciamos esa cualidad en él. Por ejemplo, cuando decimos que D-os es Uno, nos referimos a que vemos como todo lo que existe se complementa para crear Unidad y de esa forma la realidad se acerca a la eternidad. Cuando llamamos a D-os “Vida” vemos eternidad y santidad en la vida.

“Un Midrash dice que Dios es conocido como Elokim cuando juzga a los seres humanos, E-l Shaddai cuando suspende el juicio y Hashem cuando muestra misericordia. Judah Halevi en El Kuzari, y Rambán en su Comentario, dicen que Hashem se refiere a Dios cuando realiza milagros que suspenden las leyes de la naturaleza.” (Convenant and Conversation)

En cuánto al segundo punto ¿qué quiere decir que no conocían el nombre de Hashem? Que pudieron vivir sólo parte de lo que ese nombre implica. Vivieron a Hashem en su vida, lo conocieron y escucharon las promesas que les hizo, pero no fue hasta el Éxodo (la sálida de Egipto) que esas promesas empezaron a ser cumplidas. No fue hasta el Éxodo que se pudo ver a D-os de forma clara en la historia. Por lo cual no pudieron haberlo vivido.

El futuro abierto al hombre

Hay varias ideas escondidas en esta filosofía que son de suma belleza. La primera es que el conocimiento de D-os frente al hombre es constante y continuo a lo largo del tiempo. Así como el destino y la historia del hombre no es cerrada, tampoco lo es su relación con D-os y por ende la revelación del mismo a través del tiempo. Como aún quedan muchos siglos por vivir, aún quedan muchas facetas de Su cara por ver, y el hombre es participe de esa revelación, es el hombre el que levanta el velo y el que la ve.