El servicio de seguridad Shin Bet y la Policía de Israel confirmaron este domingo que la noche anterior, manifestantes contra el gobierno encendieron dos bengalas cerca de la residencia privada del primer ministro Benjamín Netanyahu en Cesarea y cayeron en su patio, informó Haaretz.
Tres residentes del norte de Israel fueron arrestados durante la noche y el domingo bajo sospecha de estar involucrados en el incidente. Los tres pertecen al movimiento de protesta contra el gobierno de Netanyahu, y uno es un general de brigada en la reserva de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Se les acusa de disparar un artefacto explosivo y provocar un incendio con la intención de causar daño a la propiedad.
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Netanyahu y sus familiares no estaban en la residencia en ese momento. Tampoco se realizaron protestas por los rehenes ni contra el gobierno en el área, desde que el foco de las protestas se trasladó a Jerusalén.
La Policía de Israel y el Shin Bet informaron el sábado por la noche en un comunicado que un gran número de fuerzas de seguridad llegaron al lugar y recogieron pruebas como parte de una investigación sobre el incidente.
“Este es un evento grave que constituye una escalada peligrosa y se tomarán las acciones necesarias en consecuencia”, dijeron en un comunicado.
Los tres detenidos fueron trasladados para un interrogatorio conjunto del Shin Bet y la unidad Lahav 433 de la policía, que se especializa en delitos graves, incluidos delitos por corrupción.
Se prohibió publicar los detalles de la investigación, así como las identidades de los sospechosos durante 30 días para evitar interferencias o daños a la investigación.
Tras una evaluación de la situación realizada el domingo, el director del Shin Bet, Ronen Bar condenó el incidente.
“El lanzamiento de bengalas contra la casa del Primer Ministro es un incidente grave lejos de ser una forma legítima de protesta”, afirmó Bar.
“Se trata de una escalada peligrosa. El servicio de seguridad Shin Bet está obligado por ley a proteger a los líderes del Estado de Israel. Por ello, trabajamos rápidamente con la Policía de Israel para encontrar y detener a los sospechosos involucrados en el incidente, utilizando todos los medios a nuestra disposición.
No toleraremos actos violentos contra los líderes del gobierno. Cada caso será tratado con la máxima severidad”, enfatizó.
El ministro de Justicia, Yariv Levin, llamó a reanudar la reforma judicial del gobierno tras el incidente.
“Rechazo totalmente la determinación de la policía y el servicio de seguridad Shin Bet de que este es un incidente grave. Este no es solo otro incidente grave, es un eslabón en una cadena de actos violentos y anarquistas para asesinar al Primer Ministro y derrocar al gobierno electo mediante un golpe violento”, dijo Levin.
“Esta cadena de acciones se ha estado desarrollando durante aproximadamente dos años, bajo el pretexto de la aplicación selectiva de las leyes por parte de las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley”, continuó.
“Desde la fundación del gobierno, he estado luchando para cambiar las cosas desde la base, para cambiar la composición de la Corte Suprema, reformar el sistema de asesoramiento jurídico al gobierno y poner fin a la aplicación selectiva de las leyes. Es hora de que todos los miembros de la coalición, todas las facciones y todos los miembros de la Knéset declaren al unísono su apoyo inequívoco a las medidas que lideré y que fueron suspendidas, y a cualquier otra acción necesaria para cambiar la situación.
“Es hora de que se dé un respaldo total para restaurar el sistema judicial y los organismos de aplicación de la ley, y poner fin a la anarquía, el desorden, la insubordinación y los intentos de dañar al Primer Ministro“, insistió Levin.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, citó al exprimer ministro asesinado Yitzhak Rabin: “La violencia erosiona la base de la democracia israelí” y agregó: “Las autoridades a cargo de hacer cumplir la ley y las agencias de seguridad deben despertar y actuar antes de que sea demasiado tarde”.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, dijo: “La incitación contra el primer ministro Benjamín Netanyahu ha cruzado todos los límites. Lanzar una bengala a su casa [el sábado por la noche] es cruzar otra línea roja: hoy es una bengala, mañana podría ser fuego real. La incitación contra Netanyahu y su familia debe cesar. Espero que el Shin Bet y la policía detengan rápidamente a los sospechosos que llevaron a cabo este acto”.
El presidente Yitzhak Herzog, condenó enérgicamente el incidente y dijo que habló con el director del Shin Bet, Ronen Bar: “Planteé la urgente necesidad de investigar y tratar con los responsables del incidente lo antes posible. No debemos permitir que estas tensiones inflamadas se intensifiquen. Advierto nuevamente contra la escalada de violencia en la esfera pública. Esta es una cuestión de vida o muerte”.
El líder de la oposición, Yair Lapid, también condenó el lanzamiento de las bengalas y escribió en X que “espera que la policía encuentre a los perpetradores y los lleve ante la justicia”.
El líder de Hamajané Hamamlajtí, Benny Gantz, se unió a Lapid al condenar del incidente y escribió: “El lanzamiento de bengalas contra la residencia del Primer Ministro es un asunto grave y lo condeno en los términos más enérgicos. Estoy seguro de que el Shin Bet y la policía israelí detendrán a los autores y les pido que los hagan rendir cuentas con todo el peso de la ley”.
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