En la política internacional, lo único que sabemos, es que no sabemos nada.
Los políticos tienen tres públicos a quienes hablan e intentan convencer, a los votantes sean del color que sean, a sus compañeros de partido cuya lealtad siempre está sobre patines y a sus paralelos internacionales, con quien siempre hay un juego de ajedrez en un tablero de millones de personas.
En eso nos encontramos en Israel, ahora se revela que se está cocinando un acuerdo con términos y condiciones secretas para desmantelar definitivamente a uno de los grupos criminales más grandes del mundo, el Hezbolá.
Se cocina a fuego lento un acuerdo de alto a los combates con el Líbano: Israel y Estados Unidos están en conversaciones con Rusia y Francia para mantener Hezbolá alejado de la frontera.
Sabemos de un plan americano-francés encaminado a la retirada de Hezbolá y en su lugar el despliegue del ejército libanés en el sur de Líbano, con el objeto de asegurar la nula presencia de criminales. Se sabe ahora también de reuniones secretas entre Israel y Rusia para tales acuerdos.
Las pláticas para que el gobierno libanés se haga cargo de su propio territorio son gracias a la mediación del enviado estadounidense, Amos Hochstein. Durante las conversaciones, se informó que se intercambiaron posibles fórmulas entre Israel y el Líbano, y tal vez incluso se incluiría la mediación rusa para ayudar a evitar el rearme de Hezbolá.
Al mismo tiempo, la semana pasada Ron Dermer, Ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, realizó una visita secreta a Moscú para examinar las posibilidades de cooperación rusa. Según informa el diario israelí Jerusalem Post, Dermer quería acreditar si Rusia podía presionar a Hezbolá para que detuviera la recepción de armas a través de Siria, utilizando su presencia en Siria como factor moderador.
El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, destacó que además de la aspiración de lograr un alto el fuego, el acuerdo debe incluir la retirada de Hezbolá más allá del río Litani y la negación de la posibilidad de proveer de armas a Hezbolá a través de Siria.
El ministro de Defensa, Israel Katz, afirmó que no habrá alto el fuego hasta que Israel logre sus objetivos, incluido el desarme de Hezbolá y su retirada de la zona cercana a la frontera. “Israel no aceptará un acuerdo que no garantice su derecho a hacer cumplir el acuerdo y prevenir el terrorismo”, señaló Katz.
Hay que tomar en cuenta, que sin una contundente demostración de fuerza por parte de Israel, este acuerdo sólo reproducirá los fracasos del pasado con acuerdos similares, porque la ONU ha sido cómplice criminal de la violación de los últimos acuerdos. Esta semana se han lanzado más de 150 cohetes desde el Líbano al norte y centro del Israel.
Jóvenes cadetes israelíes siguen muriendo en la defensa de su país, ante un enemigo al que no le importa sacrificar hasta el último de sus hijos.
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