Suiza adopta postura de línea dura contra el terrorismo

Históricamente conocida por su neutralidad, Suiza mantuvo durante décadas políticas políticamente neutrales y pacifistas hacia los conflictos internacionales, al tiempo que buscaba la paz mundial como lema. Pero incluso con un enfoque tan pacifista, el país sigue siendo un objetivo para el islamismo y el yihadismo, siendo testigo recientemente de un aumento de las actividades terroristas.

La situación en Ucrania, junto con las amenazas de Hamás y Hezbolá, han obligado a los suizos a repensar su postura pasiva neutral y convertirla en una neutralidad más positiva basada en la realidad y no en ilusiones.

Suiza ha tomado medidas para combatir estas crecientes amenazas, que para algunos parecen una reversión de su postura históricamente neutral, al atacar a terroristas islamistas como el Hamás palestino y el Hezbolá libanés.

Un comité parlamentario suizo votó el 23 de octubre a favor de prohibir a Hamás como grupo terrorista y propuso prohibir a Hezbolá por la misma razón. La prohibición será ratificada por la Cámara de Representantes y el Senado el próximo invierno. La prohibición conllevaría una pena de hasta 20 años de prisión para cualquier persona que se una a estas organizaciones o las ayude.

“No es exacto decir que Suiza se ha alejado de una posición de neutralidad. Todavía mantiene una neutralidad formal en la cuestión de los conflictos entre actores estatales, aunque a la luz de la guerra entre Rusia y Ucrania, ha habido movimientos oficiales para reconsiderar esa norma”, dijo la abogada y periodista afincada en Nueva York Irina Tsukerman, que habló con el Proyecto de Investigación sobre Terrorismo.

Las autoridades de seguridad suizas siguen en alerta máxima este año como resultado de las crecientes amenazas terroristas del Estado Islámico contra los países europeos, según una declaración de Christian Dussey, director del Servicio Federal de Inteligencia suizo (FIS) el pasado agosto.

“El grupo terrorista islamista” no había hecho esto durante mucho tiempo. “Esto ha dado un nuevo impulso al movimiento, multiplicado por las redes sociales”, dijo Dussey en una entrevista para el diario suizo Tages Anzieger.

Solo en los primeros 8 meses del año se han realizado alrededor de 30 arrestos en toda Europa de sospechosos del Estado Islámico que planeaban ataques. Suiza no se libró de los movimientos y la influencia del ISIS. El pasado mes de marzo, un adolescente de 15 años que juró lealtad al Estado Islámico apuñaló a un judío en Zúrich. El adolescente se autodenominó “soldado” del supuesto “Califato”.

Los recientes movimientos de los grupos islamistas justificaron un mayor escrutinio e incluso una actualización de la estrategia antiterrorista nacional suiza establecida en 2015 y actualizada en mayo pasado. La estrategia actualizada ha permitido más libertades para las unidades policiales en el manejo de cuestiones relacionadas con el terrorismo y ofrece definiciones más amplias de terrorismo para combatir las nuevas amenazas.

Suiza como refugio global de la banca privada

La influencia global de Suiza se debe a que es el refugio mundial de la banca privada. El país posee más de 9,4 billones de dólares en activos en 2023 en bancos suizos. La mitad de ellos pertenecen a cuentas y entidades extranjeras. El código de secreto de los bancos suizos se mantuvo en 1713 cuando el Gran Consejo de Ginebra estableció una ley federal que obligaba a los banqueros a mantener un registro de todos sus clientes y les prohibía divulgar esa información a nadie que no fuera el cliente.

En 1934, la Ley Bancaria de Suiza tipificó como delito revelar la información de un cliente a cualquier gobierno extranjero, consolidando así la reputación de Suiza como paraíso fiscal y bóveda mundial de confianza. Pero con tres siglos de secreto llegó el riesgo de que las redes terroristas y delictivas mundiales explotaran el sistema bancario suizo a través de esquemas de lavado de dinero. Esto impulsó al país a unirse a varias organizaciones internacionales para luchar contra estas actividades ilícitas, incluido el Grupo de Acción Antiterrorista (CTAG) afiliado al G8.

Sin embargo, Tsukerman cree que no será una tarea fácil eliminar las cuentas y la financiación afiliadas al terrorismo.

“No será fácil acabar con la financiación de Hamás, Hezbolá y otros grupos terroristas. El primer paso es aprobar leyes que prohíban a estas organizaciones y establecer que determinadas cuentas pueden ser rastreadas hasta los terroristas. Asimismo, es necesario investigar las organizaciones fantasma, las ONG y las entidades corporativas, e incluso las cuentas individuales vinculadas a la red”.

Sin embargo, Suiza se muestra más firme esta vez en su postura de congelar todos los activos relacionados con el terrorismo en el país para evitar la financiación de organizaciones internacionales que podrían ser utilizadas con fines terroristas, incluso si llevan la etiqueta de las Naciones Unidas, como la controvertida UNRWA.

El Consejo Nacional Suizo aprobó una moción el 10 de septiembre para cortar la financiación a la organización por su presunta cooperación con Hamás.

Según el Jerusalem Post, a David Zuberbühler, miembro del Consejo Nacional Suizo que presentó la legislación, se le impidió, junto con una delegación parlamentaria, acceder a material educativo pagado por la UNRWA durante una visita a Belén en enero de 2023. Esto sucedió a pesar de que el acceso a los materiales educativos se acordó antes de la visita de la delegación.

“En las escuelas de la UNRWA, a los niños se les enseña a odiar a los judíos y a Israel. Si se glorifica el terrorismo, se fomenta el antisemitismo y se incita a la violencia en las escuelas de la UNRWA, entonces no hay que preguntarse por qué pudo haber ocurrido un acto de terror tan cruel como el del 7 de octubre”, afirmó Zuberbühler en la entrevista.

Suiza condenó con vehemencia tanto el ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023 como los ataques de Hezbolá que comenzaron un día después. La postura suiza contra ambos grupos que atacan a civiles fue clara desde el principio.

Además, pese a apoyar la solución de dos Estados como último paso para resolver el conflicto entre Israel y Palestina, Suiza se abstuvo de votar a favor de la incorporación de un Estado árabe palestino a las Naciones Unidas en abril pasado. El gobierno suizo considera que sólo puede apoyar un Estado árabe palestino en caso de que se alcance la paz en la región.

En el momento actual, la admisión de Palestina no sería “favorable” a la distensión y a los esfuerzos de paz en Oriente Medio, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores suizo.

“Suiza opina que sería mejor admitir a Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU en un momento en que tal paso se ajuste a la lógica de una paz emergente”, menciona el comunicado.

La Cámara de Representantes suiza reiteró la misma posición en junio y rechazó una moción del Partido Socialdemócrata para reconocer un Estado palestino independiente.

Nuevas amenazas a la seguridad y al terrorismo

Suiza pasó por alto el peligro de Hamás durante décadas y no ha sentido la necesidad de prohibir el grupo en las últimas décadas, pero la situación cambió drásticamente después de los ataques del 7 de octubre, que pusieron de manifiesto el peligro del grupo terrorista. Dos ciudadanos suizos murieron en el ataque entre los 1.200 israelíes y de otras nacionalidades que fueron asesinados ese día.

“A raíz de las operaciones de inundación de Al Aqsa, Hamás anunció su intención de globalizar sus operaciones y comenzar a realizar ataques en otros países, elevando su nivel de actividad al de una organización terrorista internacional. Además, su ideología siempre fue lo suficientemente amplia como para aplicarse teóricamente a otros países, ya que no reconoce fronteras y prevé un califato islámico”, dijo Tsukerman.

Suiza ha sido durante mucho tiempo el blanco de los grupos islamistas, incluida la Hermandad Musulmana, en sus esfuerzos por promover la islamización del país. Cabe destacar que Suiza ha sido el hogar de figuras clave como Yusuf Nada, el principal financista de la Hermandad, y Tariq Ramadan, nieto del fundador del grupo, condenado por violación por un tribunal suizo en septiembre de 2023. A lo largo de los años, el público suizo se ha resistido a esta influencia, respondiendo con votos simbólicos para prohibir el velo islámico integral (burka y niqab) en espacios públicos y para prohibir la construcción de minaretes en mezquitas de todo el país a principios de 2009 para evitar fuertes llamadas a la oración.

Los legisladores suizos se vieron obligados a pasar de su postura complaciente de las últimas décadas a una más proactiva dadas las amenazas inminentes a su país y sus vecinos.

“La escala y la amplia planificación del ataque del 7 de octubre pueden haber sido la llamada de atención para Europa; muchos ciudadanos internacionales resultaron heridos además de los israelíes como resultado, y el llamado de Hamás a la acción global también tuvo un efecto paralizante en los tomadores de decisiones en Suiza y en otros lugares”, dijo Tsukerman.

Además de las precauciones antiterroristas, Suiza firmó una declaración para unirse a la iniciativa Escudo del Cielo Europeo, que se formó como medida de precaución tras la invasión rusa de Ucrania en 2022. El sistema fue iniciado por Alemania y está diseñado para permitir a los países europeos comprar sistemas unificados de defensa aérea y realizar ejercicios conjuntos.

“Existe una conexión directa entre el cambio de postura de Suiza hacia una postura defensiva respecto a la amenaza de Rusia a Europa y una apertura a una acción antiterrorista más dura. La realidad es que Rusia es uno de los principales creadores del terrorismo moderno, que comenzó con el terror político durante la era zarista”, dijo Tsukerman.

“La Unión Soviética creó, entrenó y patrocinó movimientos de liberación como la OLP, el PKK y otros de su tipo. Los movimientos islamistas como Hamás y Hezbolá tomaron prestados los métodos de operaciones de sus predecesores respaldados por los soviéticos”, agregó.

La escalada de la situación en Ucrania, junto con las amenazas de los Estados islámicos y sus similares, como Hamás y Hezbolá, han obligado a los suizos a replantearse su postura pasiva neutral y adoptar una neutralidad más positiva basada en la realidad y no en ilusiones. Nadie puede predecir hasta dónde llegarán los suizos con sus esfuerzos antiterroristas.

“Como escribió recientemente Samuel Ramani en el Telegraph el 6 de noviembre, es sólo cuestión de tiempo antes de que graves ataques rusos sacudan Europa”, dijo Tsukerman.

Los suizos finalmente están practicando la Realpolitik más que en ningún otro momento de su historia moderna gracias a las nuevas realidades y amenazas terroristas que rodean al pacífico país centroeuropeo.

Artículo de Hany Ghoraba publicado en Israel National News. Ghoraba es miembro senior del IPT, escritor egipcio, analista político y antiterrorista en Al Ahram Weekly y colaborador habitual de la BBC. Es autor de La Primavera Árabe de Egipto: El largo y tortuoso camino hacia la democracia. Es escritor y colaborador de más de una docena de medios, publicaciones periódicas y redes internacionales, entre las que se incluyen Newsmax, OANN, BBC Radio, CSP, MEF, American Spectator, American Thinker, Arab Weekly y Al Arabiya News.

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