El ex diplomático israelí y ex funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Yigal Palmor, dijo que las órdenes de la CPI tendrán implicaciones significativas para la justicia internacional.
Yigal Palmor: “Todo necesita interpretación. Todo necesita ser explicado”.
La emisión de órdenes de arresto de la CPI contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant es una “fecha que vivirá en la infamia”, dijo el ex diplomático israelí y ex funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Yigal Palmor, al Jerusalem Post el jueves.
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Si bien dijo que era “demasiado pronto para hablar de las implicaciones con certeza”, para Palmor, el impacto sería extenso.
“Parece que la CPI no solo ha emitido órdenes de arresto, sino que en su comunicado también ha determinado la culpabilidad”.
“La culpabilidad de Netanyahu y Gallant se presenta como un hecho establecido”, agregó Palmor.
La declaración de la CPI dice que “la Sala encontró motivos razonables para creer que el Sr. Netanyahu [y] el Sr. Gallant tienen cada uno responsabilidad penal por los siguientes crímenes como coautores por haber cometido los actos conjuntamente con otros: el crimen de guerra de inanición como método de guerra; y los crímenes contra la humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos”.
Palmor dijo que con tal establecimiento de culpabilidad, no hay necesidad de ningún proceso legal.
“La CPI no busca arrestar a sospechosos por su participación en presuntos crímenes, ha determinado que los crímenes han sido cometidos y que fueron cometidos por estos individuos específicos”.
El ex diplomático israelí agregó que las órdenes de arresto cruzan una línea que era “muy clara y acordada desde el primer día: la línea que separa los regímenes democráticos -donde el sistema de justicia es más o menos independiente- y los regímenes no democráticos -donde el sistema de justicia depende de la intervención internacional”.
De la lista de cerca de 70 personas acusadas por la CPI, la mayoría son de países como la República Democrática del Congo, Uganda, Sudán, Libia y Afganistán. El presidente ruso, Vladimir Putin, también tiene una orden de arresto en su contra, así como varios otros generales rusos.
Según las calificaciones de Freedom House, ninguno de estos países es democrático.
Israel, sin embargo, tiene una calificación de 74/100 en la escala democrática y está clasificado como “libre”.
“Esta línea era muy, muy clara”, dijo Palmor. “Ahora han borrado esa línea por completo”.
Explicó que, dada la eliminación de esta clara frontera, “ahora todo está permitido”.
La sentencia significa que ahora todo el mundo puede demandar a todo el mundo. “Si no te gustan los principios de un determinado gobierno, ahora se te permite intervenir desde el exterior, lo que en esencia viola la soberanía de un país”, dijo.
“La independencia de un sistema de justicia local no servirá de nada”.
Palmor añadió que el hecho de que el Primer Ministro Netanyahu esté siendo juzgado en su propio país por supuestos crímenes demuestra que el sistema de justicia israelí funciona y no necesita intervención externa.
La decisión “irreflexiva y desorientada” ha trastocado todo el sistema de justicia internacional, afirmó Palmor, “destruyendo y borrando los principios fundadores de la CPI“.
Un jefe de Hamás eliminado entró en la lista
A esto se suma lo ridículo de la orden de arresto contra Mohammed Deif, continuó Palmor, de quien Israel y Hamás han confirmado que está muerto.
Mohammed Deif y la CPI. (credito: REUTERS/YVES HERMAN, via JPost)
Fuentes de Hamás admitieron la muerte de Mohammed Deif, el ex jefe del ala militar de la organización terrorista, a principios de este mes en el periódico árabe Asharq Al-Awsat.
“Intentando mostrar equilibrio, los ridiculizó aún más”, añadió Palmor.
Si bien los países pueden retirarse del Estatuto de Roma (y lo han hecho, como Filipinas y Sudáfrica en el pasado), los que son parte del Estatuto deben seguir la sentencia de la CPI.
“Mientras a ciertos países les interese hacer que parezca que el sistema de justicia internacional funciona, no dirán nada sobre la hipocresía de la sentencia”, dijo Palmor.
El ex diplomático quiso dejar en claro que no estaba acusando a la CPI de antisemitismo, sino simplemente de que “viven en una burbuja y no piensan en las consecuencias más amplias de lo que acaban de hacer”.
Palmor agregó que las órdenes de arresto producirán un “fuerte contraataque para todos los movimientos que buscan deslegitimar, criminalizar y marginar a Israel en general”.
Movimientos como el movimiento BDS ahora pueden usar las órdenes de arresto como evidencia para sus campañas contra Israel.
“Esta es una fecha que vivirá en la infamia”, concluyó.
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