Tan solo en Instagram, Karla Pineda tiene 233 mil seguidores. Para las cifras a las que están acostumbrados los llamados influencers, no es un número particularmente alto.
Pero si se piensa que, a diferencia de casi todos los otros, ella lo que hace es abogar públicamente por Israel, la perspectiva cambia.
Hoy en día, apoyar a Israel es mantener una postura minoritaria en casi cualquier sector social, región del mundo y hasta espectro ideológico. Pero para Karla Pineda se ha convertido en una especie de misión divina, un motivo existencial que la ha hecho volver a esa tierra una y otra vez desde que, hace ya varios años, estuvo ahí por primera vez.
“La primera vez que yo pisé Israel, cuando me bajé del avión, descubrí que era el lugar adonde mi alma pertenecía”, nos cuenta Pineda en entrevista.
“Llegué en un viaje espiritual, de esos donde uno va a buscar los sitios de la Biblia, donde uno va a estudiar, literalmente, y a ver los lugares espirituales”.
Pero lo que le ocurrió a Karla Pineda fue distinto que lo que vivió el resto de la comitiva: “Fue como si hubiera vuelto a casa. Una sensación extraña” si se considera que se trataba de una tierra lejana, donde se hablaba un idioma desconocido para ella. Un sitio en el que jamás había estado.
“La primera vez que fui, a los ocho meses ya estaba de regreso”, nos cuenta, y agrega que, desde entonces, ha vuelto a Israel cada año.
Más ahora que, como si se tratara de una película romántica, ha encontrado el amor en ese país
Antes, ya le habían ocurrido cosas que no sabe interpretar sino como pequeños milagros, señales de que hay un Dios que puso en ella su mirada, que la señaló para cumplir una especie de misión:
“Hablar bien de Israel ante un mundo que no se cansa de hacer exactamente lo opuesto”.
Nos cuenta cómo un día, saliendo de Yad Vashem, se encontró con un grupo nutrido de jóvenes que le pareció peculiar. Le preguntó a su amigo Ronny Kaplan quiénes eran esos jóvenes y este le respondió que se trataba de estudiantes de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
“Yo hubiera sido feliz estudiando acá”, pensó. “Eso fue solamente un anhelo de mi corazón, y cuando llegué a México, a la semana, recibo una llamada y me dicen (…): ‘shalom. Te estamos llamando de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Tenemos estudios en línea para estudiar hebreo bíblico. No sé si estás interesada…’.”
Con el tiempo, defender a Israel se convirtió en una obsesión para ella. Además del contenido que le dedica en sus redes sociales personales, pertenece a grupos diversos en los que la información sobre el conflicto de Medio Oriente circula sin los tradicionales filtros impuestos por una prensa que, más que crítica, a veces pareciera dedicada a perpetuar ideas erróneas sobre una situación compleja.
“Trabajo con una comunidad muy grande en Latinoamérica a favor de la paz de Israel, donde hay mucha gente: periodistas, influencers, políticos… Hay mucha gente de influencia en este chat. Tenemos muchos años trabajando a favor de la paz y de bien informar. Y esa es la labor que hacemos, aparte de que escribo en el periódico en el que trabajo”.
“Una mexicana enamorada de Israel”
Así se llama su columna y así se define a sí misma. Pero no solo de Israel está enamorada Karla Pineda: también de un hombre israelí con quien ha hecho equipo en la que considera su misión de vida. A su relación se refiere como “amor en tiempos de guerra”, y sus ojos brillan cuando dice la frase, que podría servir de título para una película emotiva.
“Creo que, cuando el amor es genuino y es vedad, y cuando Dios tiene un propósito en una relación, creo que todo se hace, nos hacemos más fuertes, nos ayudamos… Él está en Moked Bitajon; es soldado reservista también, y es un excelente tipo. Entonces, creo que tenemos un propósito que es a favor de Israel”.
Trabajan “él desde su trinchera y yo desde la mía. Unimos fuerzas para mandar amor al mundo y mandar la verdad”. Se trata de una labor titánica, puesto que la opinión pública mundial ha estado contra Israel desde el principio.
“Yo estuve en mayo con un grupo de Conexión Israel. Llevaron varios influencers de Latinoamérica. Unos que no tenían ni idea; otros que eran judíos; otros que teníamos más idea. Pero fue una experiencia súper fuerte (…).”
A veces, confiesa, las personas la increpan. Le reclaman, por ejemplo, que dedique su activismo a Israel y no a México, su país natal. Ella les responde: “Tuve 10 años una fundación que trabajaba para las mujeres y niños que viven en reclusorios y también se levanta la voz por México, pero cuando hay algo que te apasiona tanto, no lo puedes apagar, no lo puedes minimizar y te tienes que enfocar también en eso”.
Sin embargo, evita polemizar con quienes no están bien informados. “Si vienen personas a mis redes sociales y me discuten y me echan hate y me dicen que ellos sacan su información de un youtuber o de un tiktoquero, para mí eso, no es que no sea válido, pero son opiniones.
“Entonces, yo siempre le digo a las personas: ‘estudien. Primero localiza dónde está (Israel) en el mapa y después estudia la historia: si ocuparon, si no ocuparon, quiénes ocuparon, de quién era la tierra primero… ¡estudia!’. Y cuando tú tienes el conocimiento tienes la verdad”.
También tiene claro que “aquí no se trata de buenos y de malos. No quiere decir que todos los gazatíes son terroristas, no. Yo creo que también son víctimas de quien los gobierna, y que no pueden hacer nada más que quedarse callados porque si no, te matan. Y lo hemos visto, que cuando se atreven a robar comida que les mandan de ayuda humanitaria, ¿qué es lo que les pasa? Los exhiben y los matan”.
Pineda está de acuerdo parcialmente con la opinión pública global. El palestino “es un pueblo oprimido y sí deberíamos de liberarlos —todo el mundo debería de levantar la voz— pero del terrorismo, no de Israel.
“Siento yo que la luz siempre estorba a la oscuridad. Cuando tú estás en la oscuridad y viene la luz lo que haces es cerrar los ojos. Y siento que eso es lo que pasa con muchas personas. Por eso es que me dedico a eso, a que realmente estudien, escuchen, a que no se cierren”.
Sabe que es un trabajo arduo porque el antisemitismo sigue estando ahí. Estaba “dormidito”, pero “ahora con esto estamos viendo que se vuelve a levantar, y que siguen ocurriendo cosas que uno pensaba que no iban a ocurrir nunca más. Y que se supone que estamos en una era moderna donde hay comunicación, donde ya hay otras herramientas y que ya no deberían de pasar atrocidades como esas, y mucho menos estar a favor de terroristas”.
Se refiere a quienes, con el pretexto o la intención de apoyar al pueblo palestino, terminan por apoyar a Hamás, una organización terrorista, causante de la muerte de miles de personas, incluidos palestinos. A ellos suele decirles: “El que ahora pase en Israel no significa que luego no te alcance en tu país”.
El terrorismo, asegura, “está en todas partes, solo que está escondido”.
Karla Pineda tiene la convicción de que Israel es una fuerza que lo contiene.
“Israel está aguantando el agua de esta presa que en algún momento se puede romper y nos puede ahogar a todos. Así es que los invito a que investiguen. Vayan con gente que realmente sabe de la historia y entonces sí, saquen su propio juicio”.
Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío. Reproducción autorizada con la mención siguiente: @EnlaceJudio
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