A los soldados de la Brigada Bnei Or a menudo se los llama “los diamantes del Cuerpo Blindado”. Estos soldados son cuidadosamente seleccionados a través de una rigurosa selección para los cursos de formación de comandantes, y los mejores avanzan a los cursos de oficiales antes de regresar para liderar pelotones de tanques. Se los considera combatientes de tanques de élite, destinados a la promoción.
El año pasado hubo un aumento en la motivación en el deseo de alistarse en el Cuerpo Blindado de las FDI, dijo a Walla el teniente coronel Ya’ali Kornfeld, jefe del Batallón de Comando de la Brigada Bnei Or, en una entrevista el viernes.
En el escritorio de Kornfeld cuelga una foto de su difunto padre, que en 1981 supervisó la incorporación del primer tanque Merkava 1 a las FDI. Más de 40 años después, Kornfeld comanda el 196.º Batallón de Comando, equipado con tanques Merkava 4.
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“El año pasado ha habido un aumento en la motivación. La potencia del tanque es lo que hace que la gente se enamore de él”, comentó Kornfeld, que ha liderado a sus tropas durante los últimos 16 meses.
“El vínculo entre la tripulación del tanque y esta increíble máquina es tan estrecho que rápidamente se llega a reconocer el olor, la risa y la voz del otro. Hay algo único y especial en él”, señaló.
El batallón está compuesto por nueve compañías y opera en dos vías paralelas: entrenar a los comandantes de tanques y líderes de pelotón mientras se mantienen listos para el combate. Hasta hace tres semanas, estaban combatiendo en Jabalya por tercera vez. “En nuestro último enfrentamiento, nos centramos en las redes subterráneas”, relató Kornfeld.
“Hubo pérdidas significativas, pero debo destacar que no encontramos ningún túnel en la batalla más reciente en Jabalya. Esto es un logro importante. Condujo a la rendición de los terroristas de Hamás. En algunos casos, se rindieron de formas inusuales: escapando a través de canales de drenaje y siendo capturados. En los casos en que los terroristas intentaron huir, los eliminamos”.
Después de tres semanas de combates en Jabalya, la unidad regresó al entrenamiento intensivo para futuros comandantes de tanques y líderes de pelotón, todos los cuales habían cruzado la valla y la mayoría de los cuales se habían enfrentado a terroristas. Según Kornfeld, nunca dudó de las capacidades del tanque.
Como comandante, sólo se preocupaba de cumplir la misión y traer a sus tropas a casa sanas y salvas, dijo, recordando un encuentro con terroristas en Jabalya.
“Me sentí más a gusto allí que sentado con ustedes aquí en la oficina”, señaló, enfatizando el profesionalismo de la compañía.
“Se disparó un misil antitanque y el terrorista murió. Mientras tanto, el comandante adjunto de la compañía informó que habíamos frustrado a otros dos terroristas desde el flanco”, señaló, y agregó: “El incidente podría haber terminado con seis de nuestros hombres muertos, pero en cambio, eliminamos a tres terroristas. No subestimo al enemigo, pero respeto profundamente el profesionalismo de nuestras tropas”.
De cada enfrentamiento e incidente se recogieron lecciones, integrándolas en los programas de entrenamiento y compartiéndolas con otros batallones del cuerpo, enfatizó el comandante del batallón, según The Jerusalem Post.
Recordó otro incidente de los combates en Jabalya. “Realizamos una patrulla blindada con una compañía de tanques y fuerzas de ingeniería”, contó. “Una de las excavadoras fue alcanzada por un misil antitanque, todo capturado por un dron. En 43 segundos, hubo una respuesta: la casa donde se encontraba el terrorista recibió un proyectil de tanque desde 100 metros de distancia.
“En retrospectiva, nos dimos cuenta de que el terrorista vio el tanque y la excavadora y decidió disparar contra la excavadora. El blindaje de la excavadora funcionó perfectamente. Hubo heridas leves y la tripulación del tanque, liderada por un comandante de pelotón, cerró rápidamente el círculo”.
Según Kornfeld, los comandantes están lejos de estar agotados y, contrariamente a lo que se suponía, están ansiosos por asumir más tareas de combate. Sin embargo, está claro para todos que sin su participación en el entrenamiento, el Cuerpo Blindado, que depende de los comandantes de tanques y pelotones, se detendría.
Cuando se le preguntó sobre los momentos complejos de mando durante la reciente ronda de combates, Kornfeld dijo: “Es importante para nosotros ganar y seguir siendo humanos. Vi eso en Jabalya. Algunas de las misiones iniciales implicaban evacuar a la población palestina para evitar hacerles daño. No se entrena a un soldado o comandante para guiar a los civiles. Se los entrena para eliminar a los terroristas.
“De repente, les estás diciendo que la misión es diferente. Les explicas que hacemos esto para poder usar la fuerza de manera efectiva, separando a los civiles para evitar daños. Presencias situaciones complejas de soldados que reparten agua y salchichas kabanos de sus tanques. No fue un evento único, sucedió casi a diario”.
Kornfeld cree que el control de Hamás sobre el territorio se ha debilitado significativamente. “No soy político, soy un comandante de batallón”, dijo, y agregó: “Pero ves las declaraciones de los habitantes de Gaza. Los que hablan hebreo te muestran balas en las tuberías de drenaje. Un palestino dijo: “No fuiste tú. Ayer, cuando traté de salir de mi refugio, Hamás me disparó en la pierna para que no saliera”.
“Una vez que logramos eliminar o detener a los terroristas, su miedo se disipó y salieron en masa: primero mil, luego 5.000 y finalmente 20.000. Por supuesto, se trataba de un combate conjunto con Givati, la Brigada 401 y la Brigada 460. Es fundamental mantener la concentración. No actuamos por venganza, sino para ejercer presión para lograr objetivos: devolver a los residentes del norte y del sur a sus hogares, traer de vuelta a los rehenes y destruir a Hamás“.
En cuanto a la compañía de reserva, Kornfeld dijo: “Son increíbles. Después de cuatro semanas de despliegue en Jabalya, dejando atrás sus trabajos y familias, los reservistas se me acercaron y me dijeron: ‘Si nos llamas mañana, nos presentaremos’. “Ellos sienten que su contribución es significativa, que están conectados con la gente y el batallón, y que aman al país”.
Masacre del 7 de octubre
Durante la masacre del 7 de octubre, Kornfeld operó en las comunidades fronterizas de Gaza de Nahal Oz y Maguén, donde evacuó a los heridos y ayudó a neutralizar a los terroristas a lo largo de las carreteras. “No podía creer que tendría 26 transportadores de tanques a mi disposición al anochecer. Aseguramos toda la zona sur y evitamos las infiltraciones a través de las brechas”, recordó.
Kornfeld también elogió los logros de las operadoras de tanques contra los terroristas de Hamás. “Son increíbles, oficiales excepcionales con pasión y ambición, siete veces más que cualquiera de nosotros. Están decididas a romper los techos de cristal y lo hacen todos los días. Ahora estamos mejorando su proceso de entrenamiento para empoderarlas aún más”.
También habló sobre la pérdida de su amigo, el coronel Ehsan Daxa, comandante de la Brigada 401. “Haremos todo lo posible para asegurarnos de que no lo olvidemos. “Criaremos generaciones de comandantes inspirados en él”.
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