En el año de 1923 los judíos ashkenazíes decidieron separarse de la comunidad Monte Sinaí, fundando la comunidad Nidjei Israel. Esta nueva comunidad se conformó por judíos provenientes del continente europeo.
Los judíos ashkenazíes después de su separación decidieron enfocarse en la creación de un colegio que atendería las necesidades de aprendizaje de los niños judíos.
Es por eso que el 15 de diciembre de 1924 se convocó a una junta especial con los padres de familia para discutir dicho asunto. Así es como tras varias pláticas de diversos profesores y personas de la comunidad surge el primer Colegio comunitario Bet Sefer Idri, el 25 de diciembre de 1924.
Tras poco tiempo de función, dicho colegio vio afectadas sus actividades debido a la falta de recursos, por lo cual sufrió una renovación total convirtiéndose en el Colegio Israelita de México.
La colocación de la primera piedra del Colegio Israelita se dio el día 11 de agosto de 1935 y el 22 de diciembre del mismo año se inauguró formalmente bajo la dirección del profesor Meyer Berguer. Las bases del Colegio Israelita de México se centraban en la enseñanza del plan educativo en español, como también enfocado en el aprendizaje del ídish y la historia judía.
El colegio cambió múltiples veces su ubicación, en un inicio se encontraba en la calle de Colombia 39 en la colonia Centro y en 1927 se muda el Colegio a Santa María la Ribera, en la calle de Naranjo 267 y así sucesivamente con el crecimiento y mudanza de la comunidad a otras regiones de la Ciudad de México.
Con el paso de los años, la ampliación del colegio y su popularidad crecieron tanto que fue un parteaguas para el desarrollo de la educación judía en México, dando paso a la creación de otras instituciones educativas y diversas perspectivas de la educación y la enseñanza.
Dentro de los archivos del CDIJUM y precisamente en el archivo del Colegio Israelita de México, resguardamos fotografías de los eventos escolares y de las actividades cotidianas, tanto de alumnos como profesores. Los objetos también son parte de esta donación, como los siguientes pines del colegio pertenecientes a la familia Wolfowitz.
Por último, cabe mencionar que una gran parte de la biblioteca del colegio se resguarda en nuestra institución, tanto títulos en ídish como grandes obras, las cuales puedes venir a consultar a nuestras instalaciones.
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