El ejército israelí publicó este viernes un resumen de sus actividades contra Hezbolá en el Líbano durante los últimos 14 meses de guerra.
Según datos de las FDI, las fuerzas israelíes atacaron más de 12.500 objetivos de Hezbolá, incluidos 1.600 centros de mando y 1.000 depósitos de armas desde que el grupo terrorista comenzó sus ataques casi diarios contra comunidades israelíes y puestos militares a lo largo de la frontera el 8 de octubre de 2023.
El ejército dijo que 14 grupos de trabajo a nivel de brigada de las FDI participaron en la ofensiva terrestre lanzada en septiembre y, por separado, se llevaron a cabo más de 100 operaciones especiales.
Las FDI agregaron que han confirmado con gran confianza la muerte de 2.500 operativos de Hezbolá, aunque estimaron que esa cifra se acercaba a los 3.500. También se ha informado de la muerte de unos 100 miembros de otros grupos terroristas en el Líbano.
Según datos no verificados publicados por el Ministerio de Salud libanés, 3.823 personas han muerto en acciones israelíes desde el 8 de octubre de 2023, una cifra que no distingue entre civiles y combatientes.
Fuentes cercanas a Hezbolá afirman que el grupo terrorista cree que el número de sus combatientes muertos por Israel en el último año podría llegar a 4.000, la gran mayoría de ellos durante los dos últimos meses de intensificación de los combates.
La cifra también podría indicar un saldo relativamente bajo de no combatientes muertos en los combates, en marcado contraste con el alto número de civiles que se afirma que hubo en Gaza.
Entre los muertos se encuentran el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, y 13 miembros de la cúpula del grupo terrorista.
Entre los muertos también hay cuatro comandantes de Hezbolá a nivel de división, 24 comandantes a nivel de brigada, 27 comandantes a nivel de batallón, 63 comandantes a nivel de compañía y 22 comandantes a nivel de pelotón.
Las FDI también afirmaron que han capturado unos 12.000 dispositivos explosivos y drones durante el conflicto; 13.000 cohetes, lanzadores y sistemas de misiles antitanque y antiaéreos; y 121.000 equipos de comunicaciones y computadoras.
El acuerdo de alto el fuego anunciado el martes por la noche detuvo 14 meses de conflicto entre Israel y Hezbolá, que comenzó cuando comenzó a disparar contra Israel el 8 de octubre de 2023, diciendo que estaba actuando en solidaridad con los palestinos en Gaza. Los incesantes ataques obligaron al desplazamiento de unos 60.000 residentes del norte de Israel.
Israel respondió con ataques aéreos y el conflicto se intensificó de manera constante durante casi un año antes de que Israel intensificara sus operaciones en el Líbano a mediados de septiembre, y finalmente lanzara una operación terrestre en territorio libanés que desmanteló gran parte de la infraestructura del grupo terrorista en todo el sur del Líbano.
La ofensiva se lanzó con el objetivo de asegurar el regreso a casa de 60.000 personas evacuadas de sus hogares en el norte de Israel debido a los ataques de Hezbolá y las preocupaciones de que llevara a cabo una invasión similar al ataque de Hamás desde la Franja de Gaza al sur de Israel. En ese ataque, 1.200 personas murieron y 251 fueron tomadas como rehenes en Gaza.
Los ataques de Hezbolá contra Israel desde octubre de 2023 resultaron en la muerte de 45 civiles. Además, 76 soldados y reservistas de las FDI murieron en escaramuzas transfronterizas, ataques a Israel y en la posterior operación terrestre lanzada en el sur del Líbano a fines de septiembre.
Del lado israelí, casi 3.000 casas y edificios en Israel resultaron dañados por ataques de Hezbolá durante el mismo período, según un informe de la Radio del Ejército del jueves que cita cifras oficiales.
El recuento de 2.874 estructuras citado en el informe incluye 841 que necesitarán ser reconstruidas completamente. Sólo en Kiryat Shmona, 382 edificios sufrieron daños, mientras que el cercano kibutz Manara y las ciudades de Nahariya y Shlomi, en Galilea occidental, también sufrieron daños importantes.
Las autoridades israelíes han estimado previamente que los daños materiales ascendían a un mínimo de 1.000 millones de shekels (273 millones de dólares).
Alrededor de 55.000 acres de bosques, reservas naturales, parques y tierras abiertas en el norte de Israel y los Altos del Golán han sido incendiados desde el comienzo de la guerra, según las autoridades.
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