¿Por qué Jacob engañó a su padre? / Desde las calles de Israel

El título de la lectura de esta semana, Toledot, puede traducirse como generaciones.

Itzjak envejeció, perdido la vista, y sintió que había llegado el momento de bendecir a su hijo mayor. En consecuencia, pidió a Esav que fuera al campo a cazar y que convirtiera la presa en un plato sabroso para él.

Luego lo bendeciría al oir esta conversación.

Rivká vistió a Jacob con ropas de Esav, cubrió sus manos y su cuello con piel de cabra para que pareciera al tacto tan velludo como Esav, y lo envió a ver a su padre Itzjak con una sabrosa comida hecha con carne de cabra y pan, que ella había preparado.

La voz de Jacob despertó las sospechas de Itzjak, pero luego se tranquilizó al sentir las manos “velludas” como las de Esav.

Jacob besó a su padre. Itzjak bendijo a su hijo diciendo: “Di-s te dé del rocío del cielo y de las grosuras de la tierra, y abundante trigo y vino. Sírvanse pueblos y porsternense delante de ti naciones…”.

“Los que te maldijeren serán malditos, y benditos los que te bendijeren”.

Tan pronto como Jacob hubo salido, regresó Esav y la verdad fue descubierta. Sin embargo, Itzjak no revocó su bendición a Jacob . En lugar de ello aceptó bendecir también a Esav y predijo que sus descendientes vivirán por la espada y servirían a los descendientes de Jacob  en la media en que éstos se comportarán correctamente. Pero si los descendientes de Iaakov se desviaran del buen camino, los de Esav se liberarían de esta obligación.

Esav estaba muy perturbado por la artimaña de Jacob y planeó matarlo. Para evitar esto, Rivká instruyó a Jacob a fin de que abandonara su hogar y viviera en la casa del hermano de ella, Laván, en Jarán.

Itzjak expresó el deseo de que Iaakov eligiera una esposa de entre la familia de su tío. Luego lo bendijo nuevamente para que las bendiciones de Abraham se cumpliesen en él y sus descendientes, y heredasen la tierra de Canaan.

Jacob deja su casa. Esav tiene como esposa una tercera mujer, Majlat, la hija de Ishmael.

¿Era necesario que Rivká tejiera un entramado tan tortuoso para engañar a su esposo y poner en riesgo a su hijo Jacob? Naftali Zvi Yehudah reveló en el siglo XIX un hecho al parecer insignificante del momento en que Rivka conoció a Itzjak.

Ella se bajó del camello y preguntó al criado de Abraham: “¿Quién es ese hombre que viene a nuestro encuentro en el campo?”. “Él es mi amo”, respondió el sirviente. Entonces ella tomó su velo y se cubrió. “Se cubrió con asombro como si se sintiera indigna de ser su esposa, y desde entonces esta inquietud se quedó fija en su mente. Su relación con Itzjak no era la misma que la de Sara y Abraham.

Itzjak era un hombre reservado, contemplativo, era producto de la difícil vida de sus padres. La vida de los patriarcas es ejemplar porque nos revela las causas y consecuencias de sus actos. Rivka aquí dejar ver que la falta de comunicación puede traer tragedias.

Sin embargo, la impericia de Rivka muestra una situación aún más profunda: el ambiente puede influir sobre una persona, pero no la determina. Jacob y Esav tienen los mismos padres el mismo origen, la misma edad, pero uno es violento, colérico, insulso, incorrecto, el otro es hogareño, estudioso, servicial, obediente. Cada uno eligió su personalidad y su destino, cada uno trazó su propio camino.

¿Naciste en una linda casa o en un muladar? ¿Tus padres han sido listos, amables, trabajadores, gente sencilla o delincuentes despiadados?

Y tú ¿qué has elegido de cada uno?

¿Cómo es el molde que has forjado para tu vida? Porque no pudimos elegir nuestro origen ni sus circunstancias, pero sí está en nuestras manos elegir las enseñanzas que la vida nos otorga, aprovechar cada vivencia, elegir el camino que nos aleje de las tragedias, del enojo, de la tristeza, de las emociones eternas que te oxidan.

La vida no es un juego de póker para ocultar, esconder, las situaciones que nos afectan.

Las mejores decisiones se toman en familia, en equipo, en pareja o con alguien de más experiencia. Esperar a que los otros adivinen nuestras preocupaciones sólo revela baja autoestima, narcisismo.

No elegimos el ambiente pero sí podemos moldear nuestra actitud ante el destino, y elegir tu mejor argumento para el guión de tu vida, de la que sólo tienes una.

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