El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue visto saliendo de una librería en Nantucket, Massachusetts, el viernes con una copia de La guerra de los cien años en Palestina: una historia del colonialismo y la resistencia de los asentamientos, 1917-2017, del historiador palestino-estadounidense Rashid Khalidi.
El detalle ha provocado reacciones encontradas tanto de grupos pro palestinos como pro israelíes que no tienen claro qué mensaje se está enviando.
La compra se produjo durante una visita navideña con su familia cuando el país dio inicio a la temporada de compras del Black Friday después del Día de Acción de Gracias. Las fotos de la salida han circulado por todo X/Twitter y medios de comunicación internacionales.
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No está claro si Biden compró el libro o si se lo entregaron. Varios medios de comunicación, incluidos Fox News y The New York Post, se han puesto en contacto con la Casa Blanca para solicitar comentarios, pero hasta ahora no ha habido respuesta.
The New York Post también se puso en contacto con Khalidi para preguntarle sobre su reacción al ver que el presidente sostenía su libro. “No hablo con el Post (ni con el Times, para el caso), así que esto no es para su publicación, pero mi reacción es que llega cuatro años tarde”, dijo Khalidi a The New York Post, que aclaró que no ofreció ni aceptó ningún término que condicionara esa respuesta a que fuera extraoficial, según The Jerusalem Post.
El libro de Khalidi, publicado por primera vez en 2020, presenta una perspectiva controvertida sobre el conflicto israelí-palestino. El historiador, conocido por sus críticas abiertas a las políticas israelíes, describe la historia moderna de Palestina como “una guerra colonial librada contra la población indígena por varias partes para obligarla a renunciar a su patria”. El enfoque de Khalidi ha recibido tanto elogios como críticas por su marcado alejamiento de las narrativas tradicionales.
Profesor de la Universidad de Columbia Rashid Khalidi (cortesia)
El libro destaca momentos clave como la Declaración Balfour de 1917, el establecimiento de Israel en 1948 (conocido como “la destrucción de Palestina”), la invasión israelí del Líbano en 1982 y el “proceso de paz interminable e inútil”.
Khalidi ha criticado anteriormente las políticas del expresidente estadounidense Donald Trump, como la reubicación de la embajada estadounidense en Jerusalén y el reconocimiento de los Altos del Golán como territorio israelí, calificándolas de discriminatorias hacia los palestinos. “Los conflictos entre colonos y pueblos indígenas han terminado de solo tres maneras”, escribe Khalidi, comparando las políticas de Israel con los conflictos históricos de colonos y colonos en América del Norte, Argelia y Sudáfrica.
El historiador también analiza momentos de resistencia y terrorismo palestinos. Elogia la Primera Intifada como “un ejemplo extraordinario de resistencia popular contra la opresión”. Sin embargo, califica la Segunda Intifada de “gran fracaso” que contribuyó a la construcción del muro de separación de Israel. Khalidi predice que “la resistencia popular seguirá aumentando”, y enmarca la lucha palestina como una batalla duradera contra el colonialismo.
Desde los ataques de Hamás del 7 de octubre y la guerra resultante, Khalidi ha intensificado sus críticas a Israel. En entrevistas recientes, acusó a Israel de llevar a cabo una “limpieza étnica” en Gaza, afirmando: “No está del todo claro cuál es el objetivo político de Israel. Están llevando a cabo una limpieza étnica, empujando a la población del norte de Gaza hacia la parte sur de la franja. Pero su objetivo político no me resulta del todo claro”.
¿Qué mensaje transmite esto?
La visible asociación de Biden con el libro de Khalidi ha provocado reacciones encontradas. Si bien el presidente se ha proclamado constantemente partidario de Israel, declarando famosamente: “No es necesario ser judío para ser sionista”, las acciones de su administración han provocado críticas tanto de grupos pro israelíes como pro palestinos.
A principios de este año, Biden suspendió temporalmente los envíos de municiones pesadas a Israel, alegando preocupación por las bajas civiles en Gaza. Su decisión se produjo tras los ataques de Hamás del 7 de octubre que mataron a 1.200 personas y provocaron la respuesta militar de Israel. Los activistas propalestinos han criticado el apoyo de Biden a las acciones de Israel, y las protestas frente a la Casa Blanca lo han calificado de “Joe el genocida”. Mientras tanto, los defensores de Israel han expresado su frustración por lo que perciben como condiciones impuestas a la ayuda estadounidense a su aliado.
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