Un rebelde sirio de la actual potente insurgencia contra Bashar Al Assad dijo a una cadena israelí que la operación de las FDI contra las fuerzas apoyadas por Irán probablemente los ayudó.
Los insurgentes liderados por el grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham lanzaron un ataque en dos frentes contra Alepo y la zona rural alrededor de Idlib el miércoles, logrando importantes avances y llevando a un punto bajo a Assad, al tiempo que aumentaron la presión sobre sus aliados Irán y Rusia, que están preocupados por sus propios conflictos.
La ofensiva rebelde se lanzó justo cuando entró en vigor un alto el fuego entre Israel y Hezbolá, apoyado por Irán, en el Líbano, que sufrió graves reveses en su personal y arsenal en las últimas semanas después de que Jerusalén lanzó una campaña intensificada destinada a neutralizar la amenaza que representa el grupo terrorista para el norte de Israel.
“Nadie sabe si Irán y el régimen se habrían debilitado sin los recientes ataques israelíes en Siria, que nos han permitido regresar y liberar las tierras y el país”, dijo un hombre descrito como un activista de la oposición de la zona de Alepo a la emisora pública israelí Kan en comentarios emitidos el domingo.
Israel ha llevado a cabo durante mucho tiempo ataques periódicos contra objetivos iraníes y transferencias de armas en Siria.
Otra figura rebelde de la zona de Idlib que habló con la cadena agradeció a Jerusalén y dijo que la oposición está “muy satisfecha” con las acciones de Israel contra Hezbolá y otros actores respaldados por Irán.
“Nos acusan de cooperar con ustedes porque estábamos bastante felices cuando atacaron a Hezbolá, realmente felices, y estamos contentos de que ganaran”, dijo la fuente.
Ambos dijeron que los rebeldes no tenían ningún problema con Israel. “Amamos a Israel y nunca fuimos sus enemigos”, dijo el hombre de la zona de Idlib. “[Israel] no es hostil con aquellos que no son hostiles hacia él. No los odiamos, los amamos mucho”.
Kan no proporcionó más información sobre la identidad de los rebeldes o de qué grupos provenían. La nueva insurgencia ha sido liderada por combatientes yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham, una rama de la organización terrorista al-Qaeda anteriormente conocida como Jabhat al–Nusra.
Pero los comentarios parecieron coincidir con los de un hombre identificado como un comandante rebelde que dijo al Canal 12 de Israel en comentarios también emitidos el domingo que el momento de la ofensiva en Siria no había sido una coincidencia.
“Analizamos el acuerdo [de alto el fuego] con Hezbolá y comprendimos que este es el momento de liberar nuestras tierras”, dijo la fuente. “Esta operación fue crítica. No permitiremos que Hezbolá luche en nuestras áreas y no permitiremos que los iraníes se arraiguen allí”.
El comandante rebelde agregó que el objetivo era derrocar al régimen de Assad y establecer un gobierno que tenga buenas relaciones con todos sus vecinos, incluido Israel.
“Será un país basado en la igualdad y la justicia para todos los ciudadanos sirios sin excepción, donde habrá paz y seguridad con toda la región, incluido Israel”, dijo al Canal 12.
También en declaraciones al canal, el líder de la oposición siria en el exilio, Fahad Al Masri, instó al ejército de Israel a respaldar la ofensiva de la oposición.
“Hacemos un llamado a los dirigentes israelíes para que lancen ataques intensivos contra las posiciones y tropas de las milicias apoyadas por Irán en territorio sirio”, dijo. “Será necesario atacar lugares en Homs, Damasco y en la frontera con el Líbano. Esto ayudará a librar al territorio sirio de la presencia libanesa y de las armas de Hezbolá y de los tentáculos de pulpo de Irán”.
Tanto Teherán como Moscú se han comprometido a seguir apoyando a Assad, y el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, reiteró ese apoyo este lunes.
Hezbolá, un aliado de Irán, fue un elemento clave para ayudar a Assad a aplastar los avances rebeldes durante la larga guerra civil de Siria, pero no está claro hasta qué punto la organización podría ayudar al régimen ahora que intenta reagruparse después de la ofensiva de Israel.
Según otro informe de Kan publicado el domingo, los funcionarios de inteligencia occidentales han visto pruebas de que Hezbolá había enviado fuerzas desde el Líbano a Siria para defender la infraestructura del grupo terrorista en el norte de Siria, por temor a que las posesiones iraníes o de Hezbolá pudieran caer en manos de los rebeldes.
En Siria, Assad está intentando enviar refuerzos rápidamente hacia el norte, lo que provocó batallas el domingo y el lunes cuando las tropas gubernamentales intentaron detener el avance de los rebeldes hacia Hama.
Los medios estatales sirios dijeron que el reabastecimiento del gobierno incluía equipo pesado y lanzacohetes, mientras que los ataques aéreos sirios y rusos apuntaban a depósitos de armas y bastiones insurgentes.
Sham FM, que está estrechamente vinculada al régimen, dijo que el ejército sirio derribó drones pertenecientes a Hayat Tahrir al-Sham en el norte de Hama.
El comandante rebelde, coronel Hassan Abdulghani, dijo que el avance de los insurgentes en el campo alrededor de Idlib puso toda la provincia del mismo nombre bajo su control.
En Khan Sheikhoun, en la provincia de Idlib, los vehículos militares abandonados por las tropas sirias salpicaban las carreteras. La gente posaba y se tomaba fotos encima de un tanque abandonado en una carretera, mientras los insurgentes les quitaban municiones y proyectiles antes de continuar su avance hacia el interior de Siria.
Los insurgentes prometieron avanzar hasta Damasco, pero la vida en la capital siria sigue siendo normal sin signos de pánico. Sin embargo, en el sureste de Alepo, la carretera principal que sale de la ciudad estaba bloqueada porque la gente huía de los combates y las gasolineras de la zona tenían poco combustible.
La televisión estatal siria afirmó que las fuerzas gubernamentales habían matado a casi 1.000 insurgentes en los últimos tres días, sin proporcionar pruebas ni detalles.
Los ataques aéreos del gobierno en Idlib y Alepo mataron al menos a 25 personas, de las cuales 14 eran mujeres y niños, según la Defensa Civil Siria, también conocida como los Cascos Blancos, que opera en zonas controladas por la oposición.
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