El director del Shin Bet, Ronen Bar defendió en una carta la investigación del servicio de seguridad en el caso del robo y filtraciones de documentos clasificados de las Fuerzas de Defensa de Israel y acusó a sus críticos de promover conspiraciones e intentar debilitar a la agencia en tiempos de guerra, informó The Times of Israel.
La carta fue escrita en respuesta a quejas de rabinos del sionismo religioso sobre las investigaciones y el trato a los sospechosos en el caso.
Bar contrarrestó una serie de acusaciones, muchas de las cuales fueron hechas públicamente la semana pasada por el primer ministro Benjamín Netanyahu sobre el manejo del caso, y se hizo eco de palabras utilizadas por el mandatario, pero no mencionó a Netanyahu por su nombre.
Según los reportes de los medios locales, Netanyahu considera destituir a Bar, y a la fiscal general Gali Baharav-Miara, aunque no lo ha reconocido públicamente.
La investigación del Shin Bet condujo a acusaciones el 21 de noviembre por graves cargos de seguridad nacional contra Eli Feldstein, asistente de Netanyahu, y un oficial en la reserva de las Fuerzas de Defensa de Israel no identificado. Otro asistente de Netanyahu, Jonathan Urich, fue interrogado dos veces en el caso, y un exasistente, Israel Einhorn, fue buscado para ser interrogado, pero se encuentra en el extranjero.
El 23 de noviembre, Netanyahu publicó un extenso video en el que denunció la investigación como una “cacería de brujas” contra él y sus asistentes, acusó a los investigadores de tratar a los sospechosos “como los peores terroristas, esposados durante días”, alegó que se trata de una investigación selectiva de supuestas filtraciones y afirmó que se le oculta deliberadamente material de inteligencia vital.
En su carta a los rabinos, citada por el Canal 12, Bar señaló que el servicio de seguridad ha investigado 19 casos de documentos filtrados de las Fuerzas de Defensa de Israel, el Shin Bet y el Mossad desde la masacre de Hamás el 7 de octubre de 2023. Dejó en claro que la investigación del material filtrado que condujo a Feldstein “comenzó dentro de las Fuerzas de Defensa de Israel“, desacreditando la noción de que se involucró a la Oficina del Primer Ministro premeditadamente. “Solo llegó a donde llegó a medida que se desarrollaba la investigación”, escribió.
Algunas de esas 19 investigaciones se completaron, “algunas terminaron con acusaciones y sanciones”, escribió.
Bar enfatizó que el Shin Bet investiga a su propia gente con los mismos métodos que utiliza cuando investiga otras jerarquías, “sin torturar a los investigados” y operando “bajo supervisión externa y judicial”. Netanyahu acusó al Shin Bet de mantener a Feldstein y a otros en condiciones inhumanas.
Bar criticó implícitamente a Netanyahu por no reconocer su responsabilidad personal por los fracasos del 7 de octubre y por negarse a establecer una comisión estatal de investigación y agregó: “Hasta donde yo sé, las autoridades de defensa, incluido yo mismo, fuimos los primeros (y hasta la fecha casi los únicos) en reconocer nuestra responsabilidad [por el 7 de octubre]”.
“El primero en pedir una comisión estatal de investigación que ponga fin a conspiraciones, que dé un poco de consuelo a quienes perdieron a sus seres más queridos y que lleve a los reparos necesarios, fue el Shin Bet, con el inicio de la guerra”, recalcó.
“Lamentablemente, personas con intereses particulares, comentaristas y otros, optan por distorsionar la realidad, inventar conspiraciones, disparar flechas, debilitar y deslegitimar a las organizaciones que luchan por defender el hogar [nacional]. El Shin Bet, por moderación propia de un estadista, elige guardar silencio. Es importante que los líderes de opinión de todo el espectro, en quienes el público confía y son seguidos por muchos, se aseguren de que sus palabras estén bien fundamentadas”, dijo.
Bar respondió a la crítica de Netanyahu sobre el trato a los sospechosos (utilizando su propio lenguaje, sin nombrarlo) y afirmó que la acusación de maltrato a los sospechosos, “que son humillados y esposados como si fueran terroristas, raya en la incitación. Aparentemente, tiene como objetivo debilitar a la organización. Incluso en tiempos de guerra”, puntualizó.
El Shin Bet, prometió Bar, “continuará con su trabajo de acuerdo con la ley”.
En respuesta a la acusación de investigaciones selectivas, Bar agregó: “El Shin Bet no fue llamado para investigar el robo de documentos y la filtración de información por lo que estaba escrito en ellos, sino para proteger el proceso mediante el cual se obtuvo la información clasificada”.
El daño causado por el incidente fue inmensurable, escribió, “en vidas, en el bienestar de los rehenes, en la consecución de los objetivos de la guerra y en la protección a los soldados”.
“La investigación ha demostrado que si no hubiéramos intervenido, el daño habría sido aún mayor”, apuntó.
Bar rechazó la acusación de que la investigación está sesgada debido y escribió: “La acusación desafía el sentido común y mancha a todas las filas de investigadores, cuyo trabajo ha frustrado miles de ataques terroristas y actividades de espionaje”.
Se presentaron cargos contra Eli Feldstein por filtrar información clasificada con la intención de dañar la seguridad nacional, un grave delito que conlleva una pena máxima de cadena perpetua, así como posesión ilícita de información clasificada y obstrucción de la justicia.
En una audiencia sobre la posible prisión preventiva de Feldstein, el juez del Tribunal de Distrito de Tel Aviv, Alaa Masarwa afirmó hoy que no se han presentado pruebas suficientes de que el acusado filtró la información con la intención de dañar la seguridad nacional.
Sin embargo, se le acusa de filtrar al diario alemán Bild un documento robado de una base de datos de las FDI por otro acusado, suboficial de las FDI, para influir en la opinión pública de Israel contra un acuerdo de alto al fuego en Gaza. Feldstein supuestamente recibió el documento en junio y lo filtró tras el asesinato de seis rehenes por sus captores de Hamás a finales de agosto, cuando aumentaron las críticas públicas sobre la gestión de las negociaciones.
El reporte de Bild sobre el documento filtrado destacó la aparente estrategia de Hamás con respecto a los rehenes, y Netanyahu lo citó tras su publicación como refuerzo a su negativa de un acuerdo para poner fin a la guerra a cambio de la liberación de los rehenes.
El suboficial no identificado fue acusado de transferir información clasificada, un delito que conlleva siete años de prisión, robo por parte de una persona autorizada y obstrucción de la justicia.
Feldstein y el suboficial no identificado fueron arrestados hace cuatro semanas, parte del tiempo sin acceso a un abogado. La semana pasada, un juez extendió su detención hasta nuevo aviso a espera del juicio.
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