Amnistía Israel, la rama local de la organización Amnistía Internacional, rechazó un informe publicado el jueves por su grupo matriz que acusaba a Israel de cometer genocidio en la Franja de Gaza, algunos miembros acusaron a los autores del informe de llegar a una “conclusión predeterminada”.
La rama local rechaza la conclusión del informe, pero dice que las acciones israelíes ‘pueden constituir crímenes contra la humanidad y limpieza étnica’; algunos empleados son más críticos y califican el informe de ‘defectuoso’
Amnistía Israel dijo que aunque la muerte y la destrucción en Gaza habían alcanzado “proporciones catastróficas”, su propio análisis no encontró que las acciones de Israel cumplieran con la definición de genocidio.
Sin embargo, la rama israelí del grupo de derechos internacionales afirmó que las acciones de Israel en la guerra contra Hamás tras las masacres del grupo terrorista del 7 de octubre de 2023 “pueden constituir crímenes contra la humanidad y limpieza étnica”.
El Ministerio de Salud de Hamás en Gaza afirma que unos 44.000 palestinos han muerto en la Franja desde que comenzó la guerra (cifras que no se pueden verificar y que no diferencian entre civiles y miembros de grupos terroristas), mientras que Israel estima que ha matado a 18.000 combatientes.
La muerte y la destrucción han dado lugar a acusaciones de genocidio contra Israel en la Corte Internacional de Justicia y a que la Corte Penal Internacional haya emitido órdenes de arresto contra sus líderes por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Jerusalén rechaza estas acusaciones, afirmando que solo ataca objetivos militares y que las bajas civiles son en gran medida el resultado de que Hamás ha integrado sus instalaciones y personal militares en las profundidades de la infraestructura civil de Gaza.
En la declaración publicada por Amnistía Israel el jueves, el grupo afirmó que no participó en la investigación, financiación o redacción del informe de Amnistía Internacional y que “no acepta la afirmación de que se ha demostrado que se está produciendo un genocidio en la Franja de Gaza y no acepta las conclusiones operativas del informe”.
Afirmó que, aunque “la escala de la matanza y la destrucción llevadas a cabo por Israel en Gaza ha alcanzado proporciones horribles y debe detenerse de inmediato”, no cree que los hechos “cumplan con la definición de genocidio tal como se establece estrictamente en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio”.
Amnistía Israel señaló que la Convención sobre el Genocidio exige pruebas de que estas acciones se llevaron a cabo con la “intención específica” de destruir a los palestinos en Gaza “total o parcialmente”.
“Basándonos en nuestro análisis, elaborado en consulta con expertos externos, muchos de nosotros tenemos dudas sobre la posibilidad de probar de manera inequívoca, y más allá de cualquier explicación alternativa razonable, el elemento de intención”, afirmó Amnistía Israel.
También señaló que “existen diversas voces dentro de Amnistía Israel”, aunque “la posición mayoritaria… cree que la afirmación de que Israel está cometiendo genocidio es infundada”.
Una “minoría de miembros de Amnistía Israel cree que, basándose en la información disponible, se puede determinar que Israel está cometiendo o ha cometido genocidio en Gaza”, dijo, pero subrayó que “ésta no es la posición de Amnistía Israel”.
A pesar de rechazar la afirmación de genocidio, Amnistía Israel afirmó, no obstante, que las acciones de Israel en Gaza “suscitan sospechas de violaciones generalizadas y graves del derecho internacional y crímenes contra la humanidad”, y pidió que se tomen medidas que pongan fin de inmediato a la guerra en Gaza.
La declaración también pareció criticar el doble rasero adoptado por Amnistía Internacional con respecto a Israel y Hamás.
“Ha habido acusaciones de que tanto la masacre llevada a cabo por Hamás el 7 de octubre como el ataque israelí a Gaza después de la masacre fueron genocidio o intento de genocidio”, afirmó Amnistía Israel. “Es imperativo y correcto investigar estas acusaciones y garantizar que el estándar requerido para demostrar la intención de cometer genocidio sea universal y consistente para todas las partes, así como en cualquier otro caso en el mundo en el que se planteen preocupaciones similares”.
En una declaración separada obtenida por el periódico Haaretz, varios miembros de Amnistía Israel y miembros judíos de Amnistía Internacional fueron un paso más allá y acusaron al informe de producir un “análisis artificial” de la situación en la Franja de Gaza.
“Desde el principio, el informe fue mencionado en la correspondencia internacional como el ‘informe sobre el genocidio’, incluso cuando la investigación estaba todavía en sus etapas iniciales”, dijeron los miembros de Amnistía, citados por Haaretz.
“Esto es un fuerte indicio de parcialidad y también un factor que puede causar sesgo adicional: imaginen lo difícil que es para un investigador trabajar durante meses en un informe titulado ‘informe sobre el genocidio’ y luego tener que concluir que ‘sólo’ trata de crímenes contra la humanidad”, añadieron. “Conclusiones predeterminadas de este tipo no son típicas de otras investigaciones de Amnistía Internacional”.
Acusaron al informe de haber sido “motivado por un deseo de apoyar una narrativa popular entre el público objetivo de Amnistía Internacional” que surgió de “una atmósfera dentro de Amnistía Internacional de minimizar la gravedad de la masacre del 7 de octubre. Es un fracaso –y a veces incluso una negativa– a abordar a las víctimas israelíes de una manera personal y humana”.
La declaración decía que los esfuerzos del personal judío por plantear estas preocupaciones a Amnistía Internacional fueron ignorados.
El comunicado publicado instó a la organización a “reconsiderar críticamente los procedimientos de trabajo y las metodologías que llevaron a la publicación de este informe defectuoso”.
El informe de Amnistía Internacional ha generado graves repercusiones dentro de Amnistía Israel, ya que cuatro de los nueve miembros de su junta directiva han dimitido en los últimos días, según Zman Yisrael, el sitio web hermano en idioma hebreo de The Times of Israel.
Según el informe de Zman, tres de los miembros de la junta dimitieron con el argumento de que la representación de las voces palestinas en la organización es insuficiente, mientras que el cuarto miembro de la junta dimitió con el argumento de que la perspectiva de Israel no está adecuadamente representada dentro de la organización.
Amnistía Israel, al final de su declaración formal, pidió que se adopten cinco medidas como resultado de la actual guerra, incluida la presión internacional para lograr un alto el fuego y asegurar la liberación de “todos los rehenes israelíes” junto con “la liberación de los detenidos palestinos que fueron encarcelados sin el debido proceso”.
También pidió la prestación de ayuda humanitaria a Gaza para satisfacer las necesidades de la población civil, que muchas organizaciones de ayuda afirman que actualmente no se está proporcionando en una escala suficiente –Israel dice que no está obstaculizando la ayuda y acusa a los grupos internacionales de no entregarla–, así como la “participación activa de la comunidad internacional” para resolver lo que dijo que eran las causas profundas de la violencia, incluida “la ocupación, el asedio y el apartheid en los territorios ocupados por Israel desde 1967”, así como abordar las actividades de “actores armados en la región, incluidos Irán y Hezbolá”.
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