Israel lanzó una serie de ataques el sábado por la mañana contra sitios militares en Damasco y su zona rural, incluidos depósitos de cohetes enterrados en las profundidades de una montaña, dijo un observador de la guerra siria, en las últimas incursiones de este tipo desde que los rebeldes derrocaron a Bashar al-Assad hace casi una semana.
A principios de semana, Israel lanzó una importante operación para destruir las capacidades militares estratégicas del ejército sirio, incluidas las armas químicas, los misiles, las defensas aéreas, la fuerza aérea y la marina, en un intento de evitar que cayeran en manos de elementos hostiles.
Los ataques del sábado por la mañana parecían tener como objetivo completar el esfuerzo.
No hubo comentarios inmediatos de las FDI, aunque a principios de semana dijeron que habían destruido alrededor del 80% de las capacidades sirias y que seguirían actuando.
“Los ataques israelíes destruyeron un instituto científico” y otras instalaciones militares relacionadas en Barzeh, en el norte de Damasco, y apuntaron a un “aeropuerto militar” en el campo de la capital, dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR).
Los ataques también apuntaron a “almacenes de misiles balísticos Scud” y lanzadores en el área de Qalamun, así como a “cohetes, depósitos y túneles bajo la montaña”, según el Observatorio con sede en Gran Bretaña, que tiene una red de fuentes dentro de Siria.
According to Syrian sources, Israeli occupation aircraft launched airstrikes last night targeting military barracks near the town of Kafra, north of Aleppo, Syria. pic.twitter.com/FhmcBEvR9f
— Quds News Network (@QudsNen) December 14, 2024
El Observatorio dijo que varias rondas de ataques apuntaron a “sitios militares de las fuerzas del antiguo régimen, como parte de la destrucción de lo que queda de las capacidades del futuro ejército sirio”, según The Times of Israel.
Los analistas de la guerra siria han acusado regularmente al SOHR, dirigido por una sola persona, de informar falsamente y de inflar las cifras de víctimas, así como de inventarlas al por mayor.
El viernes, los ataques aéreos israelíes tuvieron como objetivo “una base de misiles en la cima del Monte Qasioun de Damasco”, dijo el grupo, así como un aeropuerto en la provincia sureña de Sweida y “laboratorios de defensa e investigación en Masyaf”, en la provincia de Hama.
El régimen de Asad, que cayó el domingo después de una ofensiva relámpago de las fuerzas rebeldes, era un aliado del régimen iraní y parte de su llamado Eje de Resistencia contra Israel.
Durante muchos años, Siria fue utilizada como una ruta de paso para las armas iraníes, en ruta hacia grupos terroristas como Hezbolá en el Líbano, con el que Israel firmó un inestable alto el fuego el mes pasado.
Israel temía que, tras el colapso del régimen de Assad, las armas del antiguo ejército sirio pudieran caer en manos de fuerzas hostiles en el país, así como del Hezbolá en el Líbano, respaldado por Irán.
En un mensaje al nuevo régimen que se está formando en Siria bajo los grupos rebeldes, muchos de los cuales originalmente estaban asociados con al-Qaeda y otros grupos yihadistas, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo el martes que Israel buscaría establecer relaciones, pero no dudaría en atacar si amenaza al estado judío.
En una medida que ha generado cierta condena internacional, Israel también se trasladó a una zona de amortiguación patrullada por las Naciones Unidas en los Altos del Golán apenas horas después de que los rebeldes, liderados por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham, tomaran Damasco.
Israel ha dicho que no se involucrará en el conflicto en Siria y que su toma de la zona de amortiguación establecida en 1974 fue una medida defensiva.
Israel dijo que sus ataques aéreos continuarían durante días, pero le dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que no estaba interviniendo en el conflicto. Que había tomado “medidas limitadas y temporales” únicamente para proteger su seguridad.
El secretario general de la ONU, António Guterres, a través de su portavoz, expresó su preocupación por las “amplias violaciones” de la soberanía siria y los ataques israelíes en el país.
Mientras tanto, el representante de Siria en la ONU pidió al Consejo de Seguridad que tome medidas para obligar a Israel a detener de inmediato sus ataques en territorio sirio y retirarse de la zona de amortiguación.
En cartas idénticas al consejo y a Guterres obtenidas el viernes por The Associated Press, el embajador de Siria ante la ONU, Koussay Aldahhak, dijo que actuaba “siguiendo instrucciones de mi gobierno” al hacer las demandas.
Parecía ser la primera carta a la ONU del nuevo gobierno interino de Siria. Sin embargo, Aldahhak representaba a Assad y las cartas estaban archivadas con el símbolo del antiguo régimen.
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