Desde la caída de Siria, una cosa ha quedado clara: el mayor ganador ha sido Turquía. Con esa victoria, Erdogan ha aumentado sus declaraciones antagónicas contra Israel. No sólo eso, sigue aplastando a los kurdos sirios y aumenta su alianza con el grupo islamista HTS, que ahora controla Damasco.
A pesar de un flujo continuo de declaraciones procedentes de Occidente de que la verborrea de Erdogan debe considerarse retórica vacía para las masas, una cosa que Israel ha aprendido desde el 7 de octubre es que hay que creer a sus enemigos cuando dicen que quieren matarte. Erdogan siempre ha dicho que quiere “liberar Palestina” y conquistar Jerusalén. Ahora que controla esencialmente Siria occidental, a excepción de las dos bases rusas en Latakia y Tartus y la región de Harún, que está formada por los territorios del Golán, Daraa y As Sweida, sus sueños de restaurar el imperio otomano se han hecho realidad.
En una demostración de fuerza de que Erdogan habla en serio, su hijo Bilal encabezó una manifestación hace dos días con el objetivo de mostrar su apoyo a la conquista turca de Jerusalén. No es la primera vez que Bilal apoya la agenda antiisraelí de su padre.
El Nordic Monitor escribió sobre las opiniones antisemitas de Bilal en un artículo publicado en agosto: “En una entrevista durante una manifestación que encabezó el 3 de agosto para protestar por el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, Bilal Erdogan describió a Israel como impulsado por lo que él llamó una “ideología desviada” y etiquetó a los judíos como una raza condenada por Dios. Afirmó que los judíos se consideran los amos del mundo y, como resultado, creen que tienen derecho a reclamar las vidas y propiedades de otros”.
Todo esto demuestra que los discursos de Erdogan declarando su próxima liberación de Jerusalén no deben ser menospreciados, sino más bien tomados en serio. Mientras las fuerzas turcas están intentando erradicar las SDF lideradas por los kurdos, está claro que su próxima parada será Israel. Es por esta razón que se ordenó a las FDI que se trasladaran a Siria y establecieran una zona de seguridad de gran alcance. Israel también está coqueteando con la idea de apoyar a los kurdos en el norte de Siria para ampliar su capacidad de drenar los recursos de Erdogan antes de que se traslade al sur.
Es de esperar que tanto Turquía como Israel sigan haciendo movimientos en Siria. Israel aumentará su asociación con los kurdos y los drusos con un posible anuncio en apoyo de un Estado kurdo. Israel también se moverá más al este en Siria para crear una zona de amortiguación más grande, según Israel unwired.
Turquía seguirá utilizando el Ejército Nacional Sirio (SNA), un representante turco para hacer frente a las SDF respaldadas por los EE. UU. con la esperanza de extinguir los deseos kurdos de un Kurdistán sirio. Con Trump buscando retirarse del Medio Oriente, es de esperar que su equipo empodere a Israel para respaldar a los kurdos en su lucha. Si esa alianza logra crecer y nutrirse, Erdogan podría ser detenido mucho antes de que sea capaz de causar daños graves a Israel y a las minorías de la región.
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