En una revelación reciente, el Canal 12 de Noticias de Israel expuso documentos que se encontraron durante la operación terrestre que mostraban años de esfuerzo por parte de Hamás para recopilar inteligencia sobre ciudades y pueblos fronterizos en Israel, incluidos los movimientos y hábitos de importantes figuras locales y oficiales de seguridad. Mediante una meticulosa recopilación de información, Hamás no solo pudo ejecutar una ofensiva sorpresa, sino también precisa.
“Estuvo claro durante mucho tiempo que, con la ayuda de Irán, Hamás había estado recopilando inteligencia metódicamente y haciéndolo de manera profesional”, dijo a The Media Line el profesor Kobi Michael, investigador del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional y del Instituto Misgav de Seguridad Nacional y Estrategia Sionista. “Esto también muestra la gran permeabilidad de Israel; no fue una tarea demasiado difícil”.
El 7 de octubre de 2023, miles de terroristas de Hamás irrumpieron en la frontera de Israel con Gaza y llevaron a cabo el mayor ataque terrorista en un solo día contra el estado judío. Aproximadamente 1.200 israelíes murieron y miles más resultaron heridos. Hamás tomó 250 personas en cautiverio, 100 de las cuales todavía están retenidas en Gaza, aunque se presume que muchas están muertas. El ataque sorprendió a Israel y, a medida que la conmoción disminuyó, surgieron muchas preguntas sobre la preparación de Israel, el alcance de la inteligencia que tenía y lo que se podría haber hecho para evitar una tragedia de ese calibre.
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Según el informe del Canal 12 News, durante años se recopilaron documentos e información confidencial. Hamás hackeó cámaras de vigilancia en todo el sur de Israel y la organización logró infiltrarse en sistemas sensibles, lo que le permitió monitorear diligentemente los movimientos de figuras de seguridad críticas en la zona fronteriza.
“Hamás hizo un excelente trabajo utilizando OSINT (inteligencia de código abierto) y obtuvo acceso a cámaras de CCTV, que son tan comunes hoy en día”, dijo Michael. “En conjunto, esto fue una fuente inagotable de inteligencia”.
Desde el ataque, Israel lanzó una guerra masiva contra Hamás en Gaza. Decenas de miles de palestinos han muerto mientras el ejército israelí ha llevado a cabo miles de ataques aéreos y una operación terrestre masiva. Las tropas israelíes todavía están sobre el terreno en Gaza, aunque en menor medida que al comienzo de la guerra.
“Para que Israel pueda evitar que exista un ejército terrorista en su frontera, necesita un control total de la seguridad en Gaza”, dijo a The Media Line el general de brigada (en reserva) Amir Avivi, fundador del Foro de Defensa y Seguridad de Israel (IDSF). “Estas capacidades, desarrolladas por Hamás, crecieron como resultado de la falta de control de Israel sobre el territorio”.
Michael agregó que el ejército israelí y sus soldados también carecen de disciplina operativa, a menudo haciendo caso omiso de las directivas sobre seguridad de la información y el uso de las redes sociales.
“El establishment de defensa fue indiferente en cierto sentido”, dijo. “Las autoridades locales tampoco le dieron mucha importancia a esta cuestión, y se convirtió en un punto ciego que se amplió”.
Hamás se aprovechó del creciente punto ciego durante años.
Israel se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza en 2005, 38 años después de capturar el territorio de manos egipcias durante la Guerra de los Seis Días de 1967. Israel mantuvo el control de los cruces fronterizos que compartía con Gaza y también su espacio aéreo y aguas territoriales mediante un estricto bloqueo naval. Soldados egipcios y agentes de Hamás custodiaban la frontera de Gaza con Egipto hasta que Israel tomó el control de la ciudad fronteriza de Rafah y del cruce hace varios meses.
El crecimiento de Hamás
“Desde 2005 hasta el 7 de octubre, con la ausencia de presencia israelí sobre el terreno, hubo un crecimiento exponencial de las capacidades de Hamás, incluidas sus capacidades de inteligencia”, dijo Avivi. “Desarrollaron sistemas de vigilancia muy avanzados similares a los que posee la inteligencia israelí y también realizaron operaciones de inteligencia humana, al tiempo que obstaculizaron significativamente la capacidad de Israel de utilizar fuentes humanas para reunir información”.
Estas circunstancias demuestran la complejidad de la relación de Israel con Gaza y los palestinos.
Los residentes de Gaza han ingresado a Israel para trabajar desde 1967. Más oportunidades de trabajo y salarios más altos hicieron de Israel un destino laboral lucrativo para los palestinos. Esta tendencia continuó incluso cuando Israel se desvinculó del territorio. Este acuerdo, junto con el control de Israel sobre la mayoría de las fronteras de Gaza, significó que Israel y la Franja de Gaza todavía estaban profundamente conectados, ambos dependientes uno del otro.
Para Israel, los palestinos proporcionaban mano de obra barata en ciertos campos, como la agricultura, en los que la mayoría de los israelíes ya no trabajan. Para los palestinos, el empleo en Israel era la clave para mejorar su nivel de vida en uno de los territorios más empobrecidos del mundo. A lo largo de las décadas, el número de permisos de trabajo fluctuó, a menudo en simbiosis con el aumento y la disminución de las tensiones entre israelíes y palestinos.
Un claro ejemplo de esta fluctuación se produjo en los días previos al sorprendente ataque de Hamás. Días antes de la guerra, los residentes de Gaza se acercaron a la valla de seguridad con Israel, manifestándose contra el bloqueo. En respuesta, Israel prohibió la entrada de trabajadores de Gaza al país durante un breve período. En un intento de aliviar la tensión, Israel levantó la sanción y permitió la entrada de trabajadores palestinos. Sin embargo, las tensiones no se calmaron. En su lugar, estalló una guerra que cambiaría la faz de la región, según The Jerusalem Post.
La interdependencia económica también existe en Cisjordania, territorios que Israel también capturó en 1967 y a los que se refiere como Judea y Samaria. Algunos de los territorios están totalmente controlados por la Autoridad Palestina (AP), otros están totalmente controlados por Israel y algunos están bajo control civil palestino y control militar israelí.
En respuesta a la guerra en Gaza, Israel también redujo drásticamente el número de trabajadores palestinos a los que se autoriza entrar desde Cisjordania. De más de 100.000 trabajadores al día, el número se ha reducido a unos pocos miles, citando preocupaciones de seguridad israelíes y la posibilidad de más tensiones entre israelíes y palestinos. Desde Gaza, donde la guerra continúa, no ha habido entrada de trabajadores desde que comenzaron los combates.
Antes del 7 de octubre de 2023, el establishment de defensa israelí y gran parte de la cúpula política creían que la entrada de palestinos para trabajar en Israel, tanto desde Gaza como desde Cisjordania, apaciguaba las tensiones y reducía la motivación para participar en el terrorismo, al tiempo que creaba un incentivo para mantener la calma entre Israel y los palestinos.
“Esta presunción era errónea”, dijo Michael. “En Gaza, no hizo que Hamás cambiara su ideología ni redujera su motivación para llevar a cabo un ataque de ese tipo; no creó un impacto positivo, pero también creó una plataforma de inteligencia para Hamás”.
Según Avivi, “estaba claro que los permisos de trabajo para los palestinos generarían una amplia información de inteligencia para Hamás”.
En Israel, Gaza y Cisjordania hay palestinos que comparten conexiones familiares, otra vulnerabilidad que se cree que ha sido utilizada por Hamás en Gaza para recopilar información de inteligencia en y sobre Israel.
Las fuerzas israelíes llevan a cabo redadas diarias en Judea y Samaria contra la actividad terrorista, deteniendo a decenas de sospechosos cada día, lo que proporciona un panorama más claro de la información de inteligencia. En consecuencia, la capacidad de Israel para frustrar ataques desde esos territorios ha sido consistentemente mejor, y las posibilidades de que se lleve a cabo un ataque similar al del 7 de octubre desde Cisjordania son menores, aunque no inexistentes. Esto se debe a las conexiones familiares existentes y al flujo actual de trabajadores hacia Israel.
“No se puede confiar únicamente en la tecnología para la inteligencia, y en la retirada, Israel perdió la capacidad crítica de reunir información de inteligencia a través de fuentes humanas”, dijo Avivi. “Mientras que en Judea y Samaria Israel tiene total libertad para operar y controlar el área a través de asentamientos masivos, en Gaza esto no fue posible, lo que hizo que la capacidad de generar inteligencia de calidad fuera inexistente.
La retirada de Israel de Gaza en 2005 hizo que fuera casi imposible para el servicio secreto israelí reclutar agentes palestinos. La retirada también impidió que una unidad de comando israelí encargada de reclutar agentes operara desde dentro de Gaza. Si bien el control de seguridad de Israel en Cisjordania es mucho más fuerte que en Gaza, no es inmune a un escenario similar al del 7 de octubre.
“Israel debe suponer que los palestinos son capaces de reunir información sobre Israel en Cisjordania como la que obtuvieron en Gaza, aunque las capacidades de Hamás allí son mucho más limitadas”, dijo Michael. “Pero al final, la geografía tiene poca importancia en estos casos en los que se puede acceder a las cámaras de vigilancia de forma remota”.
Por ahora, Israel permanece en Gaza, y el gobierno ha prometido mantener el control sobre los asuntos de seguridad en el territorio indefinidamente. Con 100 rehenes restantes esperando ser liberados de las manos de los terroristas de Hamás, es fundamental recuperar años de poca información.
“Por lo tanto, el control de la inteligencia israelí está aumentando, pero aún hay lagunas”, dijo Avivi. “Hay mucha información sobre los rehenes, pero para liberarlos, eso no es suficiente. Es muy raro que existan las condiciones operativas que permitan las operaciones de rescate”.
