Empleado agrede a mujeres soldado / Desde las calles de Israel

La convivencia con los árabes israelíes es en general buena; es decir los árabes que han aceptado trabajar, construir, estudiar en el Estado Judío, el ser el 20% de la población no los hace minoría porque saben que todos los vecinos alrededor son sus iguales.

 Así que a nivel geográfico, la minoría son los judíos. Árabes, musulmanes, trabajan en construcción, en atención a cliente, son médicos,  jueces y políticos.
Eso no evita sucesos como el ocurrido en un local de comida rápida. Cosas así no son comunes y por lo mismo no se toleran.
Un empleado de dicha cadena alimentaria en Ramat Gan fue arrestado bajo sospecha de atacar a soldados. El Ministro de Seguridad Nacional tuiteó: “Felicito a la policía que actuó cuando les envié la inquietante documentación “.
Lo cierto es que el trabajador fue liberado en su domicilio. Una organización social escribió: “Pedimos al ministro Ben Gvir que deje de hacer agitación”.
¿Se apresuró la policía a arrestar a un empleado de la cadena de comida rápida sólo por su origen?
El video muestra a un empleado árabe de una sucursal de comida rápida en Ramat Gan, atacando a soldados.
Se ve al empleado arrojando un paquete de ketchup a un grupo de soldados, maldiciendo en árabe, agitando una escoba y gritando en su dirección.
La policía llegó al lugar y arrestó al empleado. Después de unas horas de investigación, el empleado fue puesto en arresto domiciliario durante cinco días y expulsado de la sucursal de Ramat Gan durante 10 días.
El ministro de Seguridad que sólo tenía como informe el video, publicó: “Esta es mi política: tolerancia cero”.
Una persona presente en el lugar señaló al diario israelí Ynet tras el arresto del trabajador y las reacciones públicas sobre su origen, dijo:
“Había presión en la sucursal, muchas órdenes esperando en fila. Varios soldados y civiles entraron a la sucursal a la vez y esperaron mucho tiempo. Los soldados y civiles comenzaron a comentar sobre el retraso, luego dos mujeres soldado sacaron un teléfono y tomaron fotografías de los empleados y de la cola. El empleado que fue arrestado se enojó porque lo estaban fotografiando y comenzó a confrontar a los clientes y a gritar.”
La organización Habiva del Centro para una Sociedad Conjunta, dijo en respuesta al arresto del trabajador árabe: “Pedimos a la policía de Israel que libere al trabajador inmediatamente y sugerimos que el Ministro Ben Gvir dedique su tiempo y energía para erradicar la furiosa violencia en las calles y dejar de agitar y avivar el odio sólo para promover sus necesidades políticas”.
La empresa de comida rápida declaró en respuesta al incidente en Ramat Gan: “Adoptamos una política de tolerancia cero hacia la violencia de cualquier tipo. Investigaremos el incidente inmediatamente y será tratado a nivel disciplinario, como de costumbre. Pedimos disculpas por el incidente a los clientes.”
La policía dijo sobre el incidente en Ramat Gan: “Al recibir ayer un informe en la jefatura de policía sobre un empleado de un restaurante que había atacado a soldados que habían comprado comida, los agentes de policía llegaron al lugar”.
Después de una breve investigación, arrestaron al sospechoso, fue interrogado por amenazas y agresión simple, tras lo cual fue puesto en libertad en condiciones restrictivas. Mientras tanto, se presentó una denuncia contra el sospechoso. La investigación continúa con el objetivo de encontrar la verdad.
En Israel no se puede grabar a una persona si no quiere, el empleado estaba en su derecho de no aceptarlo. La forma violenta como lo hizo obviamente es incorrecta, pero no implica el arresto.
En una situación estresante en donde el negocio se ve rebasado por los clientes, con soldados hambrientos que tienen sólo unas horas para salir comer y regresar y la suspicacia que produce ser mal atendido por un árabe,  desde luego que todo puede salir de control.
Lo destacable aquí es la eficiencia de la democracia: la autoridad no se fía de la opinión de un político, ni la presión pública, ni las quejas del empleado.
La ley se aplica por igual aplicando el principio judío de escuchar todas las partes para encontrar respuestas, llegar a la verdad, perseguir la justicia.

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Ricardo Silva: