UNRWA, la agencia de la ONU para los descendientes de los refugiados árabes palestinos, se está preparando para cesar sus operaciones en Gaza, Judea y Samaria, según dijeron funcionarios de la ONU al New York Times.
Funcionarios de la ONU afirman que la agencia que empleaba a numerosos terroristas de Hamás y la Jihad Islámica se prepara para la aplicación de la nueva ley israelí que prohíbe sus operaciones.
Hace unos dos meses, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores Israel Katz anunció oficialmente la cancelación del acuerdo de 1967 entre Israel y UNRWA. Este acuerdo constituía la base legal para las relaciones entre el Estado de Israel y UNRWA.
El anuncio se produjo tras la aprobación de la Knéset una semana antes de una ley que pondría fin a las operaciones de UNRWA en Israel y las zonas controladas por Israel por una mayoría histórica de 92 diputados.
El mes pasado, el Times publicó un informe que confirmaba que los empleados de la UNRWA en Gaza también eran terroristas afiliados a los grupos terroristas Hamás y la Jihad Islámica y que se les proporcionaban armas, según Israel National News.
Según el informe, al menos 24 personas empleadas en 24 escuelas diferentes de la UNRWA eran miembros de Hamás, la Jihad Islámica u otro grupo terrorista. La mayoría de las dos docenas trabajaban como directores, subdirectores, consejeros escolares y maestros.
Entre el conjunto de documentos confiscados por Israel hay planes secretos de Hamás que muestran que el grupo terrorista considera las escuelas y otros lugares civiles como “los mejores obstáculos para proteger la resistencia”.
En varios casos, estos educadores permanecieron en sus puestos incluso después de que la UNRWA fuera informada de que eran terroristas. El doble perfil de terrorista-empleado de la UNRWA no es exclusivo de Gaza: en septiembre, un terrorista de Hamás que se desempeñaba como director de una escuela en el Líbano fue eliminado. Ese terrorista también había encabezado anteriormente el sindicato de docentes de la UNRWA en el Líbano.
Ya en 2019, el ex asesor general de la organización, James Lindsay, dijo que la UNRWA debía evolucionar o disolverse: “El fracaso de UNRWA para resolver el problema de los refugiados palestinos “es realmente el fracaso de sus donantes“.
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